Un total de 138 personas trabajadoras accedieron en 2016 al capital de 36 compañías guipuzcoanas, acogiéndose a los incentivos fiscales para fomentar la participación en la empresa. De este modo, la Norma Foral que recoge las medidas a este respecto ha cerrado su primer año de vigencia con un crecimiento de 17 compañías respecto a la normativa anterior. La diputada de Promoción Económica, Medio Rural y Desarrollo Territorial, Ainhoa Aizpuru, ha calificado los datos de “más que positivos”, subrayando que “redundan en nuestra estrategia de amarrar centros de decisión y enraizar nuestras empresas al territorio”.
La responsable foral ha dado a conocer estos datos durante la jornada ‘Relevo de la propiedad a través de la participación de las personas trabajadoras’, que ha tenido lugar hoy en el edificio Gallery de Orona Ideo, en Hernani. En el acto, además de la propia Aizpuru, han participado Sarah Deas, directora ejecutiva de Co-operative Development Scotland, así como representantes de las empresas guipuzcoanas Ekide, Tarte y Ormola, que han expuesto sus experiencias en torno a la participación de las personas trabajadoras en la empresa.
La diputada foral, en su discurso, ha expuesto que la Diputación Foral está desarrollando una apuesta “fuerte y sólida” a favor de la red empresarial del territorio, con un empeño especial en la industria. “Creemos en el modelo de empresa guipuzcoano, competitivo y diversificado, abierto al mercado global, que apuesta por la innovación y el empleo de calidad y que tiene a las personas como ejes del proyecto”, ha explicado, señalando que todas estas cualidades definen “nuestra identidad económica e industrial”, tanto como país como como territorio.
Aizpuru ha situado en este marco la estrategia que la institución foral está tejiendo en torno a la participación en la empresa, una cuestión que ha situado “al mismo nivel que ámbitos tan importantes como la innovación o la internacionalización”. “Este compromiso se ha convertido en uno de los ejes de actuación del Plan de Reactivación Económica que hemos puesto en marcha en la presente legislatura”, ha recordado. “Llevamos una década llevando a la práctica este compromiso y, de manera gradual y consistente, ha ido dotándose un amplio abanico de herramientas de apoyo”, ha ahondado.
De este modo, ha recordado que la Diputación está actuando en diversos frentes en pos de este objetivo. En paralelo a los citados incentivos fiscales, Aizpuru ha explicado que el departamento de Promoción Económica también está actuando directa o indirectamente sobre las propias empresas, una estrategia que solamente el año pasado alcanzó a más de 200 empresas y que permitió a estas profundizar en la participación del colectivo de trabajadores en su seno. En los últimos cinco años, por su parte, mediante los diferentes programas y acciones de apoyo desplegados desde este departamento, las personas trabajadoras han entrado a formar parte del capital de las empresas en un total de 16 empresas.
Junto a promoción económica y fiscalidad, el programa Etorkizuna Eraikiz se presenta como el tercer eje de actuación en este ámbito. Aizpuru ha explicado que, a través de esta vía, se está trabajando en la experimentación activo y el desarrollo de experiencias piloto avanzadas. Así, un total de 10 empresas guipuzcoanas ya están impulsando diversas fórmulas, con diferentes niveles de participación, según las situaciones particulares de cada una y que combinan la participación en la gestión, en los resultados o en el capital.
“El tejido empresarial de Gipuzkoa está compuesto principalmente por pymes que, en un momento u otro de su historia, se enfrentan a esta situación de relevo, normalmente por motivos de sucesión generacional”, ha puesto sobre la mesa la diputada de Promoción Económica para subrayar la importancia de trabajar el campo de la participación. “Una de las alternativas que se pueden valorar para superar esta amenaza es, precisamente, dar entrada a las personas trabajadoras en la propiedad de la empresa, lo que permite garantizar la continuidad de la actividad de empresas viables y, además, favorecer el apuntalamiento de las empresas al territorio”, ha ahondado.
Aizpuru ha explicado que en Gipuzkoa existen “muchos ejemplos” que dan fe de que el acercar a las personas trabajadoras a los ámbitos de decisión contribuye a enraizar el talento y a reforzar el compromiso de todas las partes con el proyecto empresarial.
En Escocia las empresas participadas han evolucionado hacia modelos más innovadores, participativos, diversificados y competitivos. El compromiso de toda la empresa se ve incrementado, al sentirse las personas trabajadoras propietarias de ella.
El caso escocés
Por otra parte, Escocia es uno de los países europeos que más está apostando por la participación de las personas trabajadoras y de las empresas participadas. Sarah Deas, directora ejecutiva de Co-operative Development Scotland, ha explicado en la jornada de hoy la forma en la que las empresas participadas están favoreciendo el arraigo de la actividad empresarial en este país. En la actualidad, existen 78 compañías en Escocia en las que las personas trabajadoras forman parte del accionariado. Entre todas ellas suman aproximadamente 6,500 personas empleadas.
“En Escocia calculamos que 16.000 pymes deberán abordar procesos de sucesión en los próximos cinco años. La entrada de las personas trabajadoras en el capital se erige en una posibilidad viable y eficaz ante este desafío. Contamos con casos de éxito prácticamente en todos los sectores. Las empresas participadas han evolucionado hacia modelos más innovadores, participativos, diversificados y competitivos. El compromiso de toda la empresa se ve incrementado, al sentirse las personas trabajadoras propietarias de ella”, ha asegurado.
Escocia también ha puesto en marcha en 2014 una norma fiscal que beneficia a las personas propietarias que deciden ceder la propiedad o parte de ella a las personas trabajadoras, algo que ha dinamizado notablemente el número de compañías que adoptan esta vía. “Mirando hacia el futuro, el potencial es enorme. En los últimos cinco años se ha duplicado el número de empresas participadas. Y en los próximos cinco prevemos multiplicar esta cifra por diez”, han afirmado Deas. “Los jóvenes, especialmente los millennials, quieren trabajar en empresas en las que se tome en cuenta su opinión y puedan aportar. Quieren trabajar en empresas participadas porque además ven que son modelos exitosos”, ha concluido la directora ejecutiva Sarah Deas.