Facilitar la inclusión en la comunidad y evitar el aislamiento, evitar el ingreso en un servicio de alojamiento o residencial, facilitar la emancipación, etc.
Conceder ayudas económicas y ceder productos de apoyo para favorecer la permanencia en el domicilio de las personas con discapacidad o dependencia, así como para garantizar su autonomía personal.
Atención integral a personas mayores o con discapacidad al entorno habitual (hogar, familia, etc.) ofreciendo recursos de priorización para que vivan en él el máximo tiempo posible.