“La lucha contra las desigualdades será nuestra prioridad absoluta en el contexto COVID-19”

Ante la grave crisis sanitaria, social y económica generada por la pandemia de COVID-19, la Diputación de Gipuzkoa ha revisado en los últimos meses su Plan Estratégico 2020-2023, un análisis que ha desembocado en la identificación de una “prioridad absoluta” en la actividad institucional del gobierno foral, que no es otra que “la cohesión social y la lucha contra las desigualdades”. “Ahora más que nunca, nuestras políticas, programas y acciones se centrarán en la persona y la mejora de su calidad de vida”, ha refrendado el diputado general, Markel Olano, en la rueda de prensa que ha ofrecido esta mañana junto con el diputado de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas, José Ignacio Asensio.

Con ese cometido, la institución foral se ha comprometido “a garantizar la protección social, el bienestar y la convivencia comunitaria” en el contexto COVID-19, para lo que se buscará “prevenir y reducir el impacto” del virus en la red pública de recursos sociales, activando “un estado de alerta-prevención-vigilancia permanente”. Asimismo, se intensificará “el esfuerzo” para luchar contra las desigualdades sociales que puedan verse agravadas, en ámbitos como “la igualdad entre mujeres y hombres, la movilidad, el euskera, la cultura o el deporte”.

Este compromiso por hacer frente a las desigualdades, según se ha plasmado en el trabajo de revisión realizado en los últimos dos meses, se completa con otros cuatro ámbitos prioritarios: el desarrollo económico sostenible y la protección del empleo, la gobernanza colaborativa, los proyectos de futuro y, por último, la transformación verde y digital. Este último ámbito, más concretamente, se ha identificado como “motor adicional” que contribuirá a la salida de la crisis, como “palanca” para el impulso del empleo y de la actividad económica “en torno a las transiciones social, ecológica y digital”.

Según ha explicado el diputado general, la revisión del Plan Estratégico ha partido de la constatación de que la pandemia ha cambiado “en pocas semanas” el contexto en el que se planteó el documento inicial, presentado en noviembre del año pasado ante una amplia representación del tejido social y económico del territorio. “La irrupción del COVID-19 ha abierto un nuevo escenario de actuación para la Diputación. Con este nuevo paso hemos actualizado todas nuestras herramientas de gestión a esta nueva situación”, ha detallado Olano, quien ha previsto que la pandemia actúe como “acelerador” de la profunda “transformación socio-económica” que ya se estaba produciendo en nuestra sociedad.

“El contexto de COVID-19 no altera nuestra meta, sino que lo ratifica y lo refuerza. Trabajar por la reducción de las desigualdades, tanto las estructurales como las coyunturales provocadas por la pandemia, es hoy más válido y más importante que nunca, aunque probablemente hacerlo en la actualidad será una labor más ardua si cabe”, ha expresado. En ese sentido, el diputado general ha ratificado que la apuesta por ser “la comunidad de personas con menores niveles de desigualdad de Europa” es “más necesaria si cabe hoy día” ante los “nubarrones” que se avecinan en forma de caída del PIB, aumento del desempleo, merma de la facturación y de las ventas, y aumento del número de personas en riesgo de padecer la pobreza.

 

Potenciación de los proyectos estratégicos

En este marco, el diputado general ha detallado que la Diputación está centrado en realizar una “gestión dual de la crisis”, decisión que incorpora ahora el Plan Estratégico. Por un lado, la institución está haciendo “todo lo que está en sus manos” para prevenir y reducir el impacto de la enfermedad en las personas usuarias de los servicios sociales, en especial de las residencias y los centros de día, que albergan al colectivo “más vulnerable” frente al COVID-19; a la adecuación del conjunto de los servicios sociales al cambiante escenario pandémico se prevé destinar más de 20 millones de euros hasta mediados de 2021. En esa gestión de choque también se incluyen las medidas orientadas a “proteger a las personas y a su empleo”, reflejadas en el Plan de Recuperación Económica de Gipuzkoa activo desde abril y dotado con 28 millones de euros.

Por otro lado, según ha completado Olano, se encuentran las líneas de trabajo proyectadas en el “medio plazo”, en el que destaca la apuesta de futuro por “un nuevo modelo de atención a personas mayores y envejecimiento activo”, que se había lanzado en Gipuzkoa antes de la llegada de la pandemia y que se intensificará en los próximos años, así como la generación “nuevo empleo y actividad económica” en sectores de futuro. El diputado general ha refrendado, asimismo, la relevancia de “los proyectos estratégicos” del territorio. Según ha informado, la institución foral trabaja ya en su “potenciación y adecuación” para que opten al fondo europeo de recuperación Next Generation. “Además de la opción de poder endeudarse en que venimos reclamando, este fondo abre nuevas posibilidades de financiación que buscaremos decididamente”, ha completado.

Apuesta por el futuro, apuesta verde y digital

"En esta revisión del plan estratégico al nuevo escenario de pandemia de la COVID 19, hemos priorizado nuestras políticas en resolver no solamente la crisis sanitaria, sino también a la recuperación económica en línea con las políticas europeas, impulsando una recuperación verde y digital, sin que deje a nadie atrás”, ha completado José Ignacio Asensio. El diputado de Medio Ambiente ha mostrado la determinación de llevar a cabo “una política de aceleración” alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, donde sean prioritarias “las personas, la comunidad y el medio ambiente, y donde se sitúen las políticas públicas como ejes de actuación”.

“Tenemos que ser capaces de transformar la economía en clave de sostenibilidad e intensificar las políticas de Lucha contra el Cambio Climático”, ha resaltado Asensio.

 

 

Modelo Gipuzkoa como base

Según apunta la revisión del Plan Estratégico 2020-2023, “fortalecer el liderazgo, la vitalidad y la capacidad de cooperación” que siempre ha demostrado la sociedad guipuzcoana va a ser clave “para superar la crisis y salir fortalecidos”. Con esos valores propios y ese “Modelo Gipuzkoa” como base, la Diputación se compromete a desarrollar sus prioridades desde “una gobernanza colaborativa multinivel” y desde “la conexión con la sociedad”, para “co-liderar con empresas y sociedad la recuperación económica y social, la paulatina transformación competitiva de Gipuzkoa”.

Otro de los principios planteados en la revisión es el de “la vigilancia y la adaptabilidad” ante la pandemia, ya que el contexto “incierto y cambiante” exige seguir atendiendo “necesidades urgentes de ciudadanía y empresas. Para coordinar esa tarea de vigilancia y de acción se ha creado un observatorio interno de evolución del COVID-19, liderado por el gabinete del diputado general con la participación de los departamentos más impactados.

Por último, sobre todo en lo referente a los proyectos estratégicos, se mencionan “las oportunidades” de acceso a fondos y proyectos de otros niveles institucionales a través del instrumento de recuperación Next Generation EU o binomio verde Green Deal – Green Recovery, y de apostar por modelos alternativos que contribuyan a reforzar la sostenibilidad de las cuentas públicas.