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Diputación firma un convenio de colaboración con el Banco de Alimentos de Gipuzkoa

Desde un punto de vista económico, esta acción es sumamente efectiva, con un factor 10, esto es, por cada euro que la DFG subvenciona al Banco de Alimentos, se obtienen 10 en forma de alimentos frescos

11/05/2017

José Ignacio Asensio: “Con esta actuación se consiguen evidentes ventajas económicas, ambientales y sociales; de acuerdo con lo que se conoce como desarrollo sostenible”.

Con la firma de este convenio, el Departamento de Medio Ambiente de Diputación continuará apoyando el programa “Último minuto”, para ello realizará una aportación económica máxima de 170.000€.

El Diputado de Medio Ambiente José Ignacio Asensio y el Presidente del Banco de Alimentos de Gipuzkoa José Manuel Pineda, han firmado un convenio de colaboración esta mañana en la Diputación Foral de Gipuzkoa. La relación entre la Diputación Foral de Gipuzkoa y el Banco de Alimentos de Gipuzkoa, comienza en el año 2006, si bien fue en 2007 cuando ambas entidades firmaron su primer convenio de colaboración.

La relación entre ambos se ha basado el programa ‘Último minuto’, una iniciativa que se trabajó inicialmente a modo de prueba con la Universidad de Mondragón, en lo que se conoció como proyecto ‘Elikatze’. Con el mercado del ‘Último minuto’ el BAG capta aquellos excedentes de las entidades comerciales colaboradoras que, aunque ya no son comercializables, son perfectamente consumibles. Se trata de alimentos frescos que el BAG canaliza hacia las entidades que trabajan con los colectivos más desfavorecidos.

Como resultado de los convenios de colaboración firmados durante los últimos años, anualmente,  a través del programa “último minuto” se han recogido y distribuido entre personas necesitadas en torno a 800.000 kilos de alimentos, lo cual representa representan aproximadamente el 35% de los alimentos que recauda el Banco de Alimentos.

El Diputado de Medio Ambiente ha afirmado que con esta acción, se consiguen evidentes ventajas económicas, ambientales y sociales de acuerdo con lo que se conoce como desarrollo sostenible. “Por un lado, la recogida de estos excedentes en las entidades donantes evita su gestión como residuos, ahorrando costes; por otro, se evita el vertido de tales productos y, por último, se cumple con un fin social de importante alcance”, ha declarado Asensio.

La fructífera colaboración entre el Banco de Alimentos y el departamento de medio Ambiente de la Diputación Foral de Gipuzkoa y las empresas donantes que se han ido incorporando a la donación de alimentos comestibles no comercializables (“Último minuto”), han permitido recoger año tras año grandes cantidades de alimentos para su distribución entre  colectivos desfavorecidos, que de otra forma hubieran  sido gestionados como residuos.

Considerando el buen trabajo que se viene realizando y los resultados alcanzados año tras año, el Departamento de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas de la Diputación Foral de Gipuzkoa, en colaboración con el Banco de Alimentos de Gipuzkoa, quiere avanzar en la lucha contra el desperdicio de alimentos. “Para ello, durante la vigencia del presente convenio, se impulsarán conjuntamente dos líneas de trabajo. Por una parte, se  impulsará la participación de nuevas entidades en la donación de alimentos comestibles no comercializables y, por otra parte, se participará en un proyecto piloto en materia de despilfarro alimentario novedoso, que en breve esperamos presentar en colaboración con otros agentes”, ha explicado el Diputado de Medio Ambiente.

Con la firma de este convenio, el Departamento de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas de la Diputación Foral de Gipuzkoa continuará apoyando el programa “Último minuto”, para ello realizará una aportación económica máxima de 170.000€ para financiar la recogida, almacenamiento y distribución de alimentos del programa último minuto, así como, para dotarle al Banco de Alimentos de los medios materiales y humanos necesarios para mantener la actual red en el conjunto del Territorio Histórico de Gipuzkoa.

Desde un punto de vista económico, esta acción es sumamente efectiva, con un factor 10, esto es, por cada euro que la DFG subvencionó al Banco de Alimentos, se obtienen 10 en forma de alimentos frescos. Así la actividad ha ido en aumento desde el año 2007 hasta nuestros días, como se refleja en los datos adjuntos, lo que les ha permitido mejorar su sede de Oiartzun y abrir otra en Bergara, que entro en funcionamiento en 2011, cubriendo así todo el territorio guipuzcoano.

  

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