La Diputación de Gipuzkoa concede el Premio Voluntariado 2018 a Jose Mari Soroa, de Nagusilan
La Diputación de Gipuzkoa concede el Premio Voluntariado 2018 a Jose Mari Soroa, de Nagusilan
Soroa, fallecido este año, realizó 1.351 actuaciones musicales en las residencias del territorio. El acto de entrega del galardón será el 4 de diciembre en el Palacio Foral
La diputada de Políticas Sociales, Maite Peña, ha dado a conocer que el Premio Voluntariado Guipuzcoano 2018 será este año para el voluntario de Nagusilan Jose Mari Soroa, a título póstumo. Peña ha explicado que Soroa, quien siempre iba con su guitarra a las residencias de personas mayores cargado “de buen humor”, promulgaba valores como “la convivencia, empatía y cercanía” entre el voluntariado y el asociacionismo, precisamente lo que “queremos promover a través de este premio, ayudando así a crear una Gipuzkoa aún más solidaria”.
El acto de entrega del galardón tendrá lugar el próximo martes 4 de diciembre a las 18:00 horas en el Salón del Trono del Palacio Foral, donde el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, concederá a la familia de Soroa, a título póstumo, el Premio Voluntariado Guipuzcoano 2018 ante la presencia de más de 180 invitados.
La candidatura del donostiarra Jose Mari Soroa Berrotaran-Arsu (Nagusilan, Voluntariado Social de Mayores) ha sido propuesta por Afagi, y aprobada por unanimidad por un jurado integrado por representantes del tejido asociativo del Territorio, y que ha destacado que: Jose Mari Soroa (o como él siempre se presentaba, “el hijo de Catalina”) se convirtió en 2004 en voluntario de la asociación Nagusilan, y, desde entonces, llenó todos los lugares y a las personas que lo conocieron durante estos 15 años hasta que el año pasado, por desgracia, nos dejara a los 85 años de edad, con hermosas palabras y mejores recuerdos y enseñanzas.
Según ha destacado el jurado, como voluntario el donostiarra ofreció 1.351 conciertos musicales tanto en residencias de mayores y centros de día de todo Gipuzkoa, como en los centros Garagune de la Fundación Goyeneche, con el objetivo, entre otros, de “llenar las inevitables soledades de las personas que allí se encuentran. Con su guitarra “Ruiseñor” siempre a su lado, y su actitud y buen humor, tan carismáticos en él, conseguía acompañar, entretener y alegrar a nuestros mayores con canciones en euskera, castellano y hasta en ruso, y aquellos chistes que contaba”.
El jurado ha significado que aun cuando sea “prácticamente incalculable” el número de horas que ofreció Jose Mari al voluntariado, “estimamos que debieron de superar las 5.500”. Y añade que todas las personas que tuvieron “la suerte de conocerlo”, opinan que Jose Mari Soroa reunía “todo lo necesario” para ser voluntario: “cercano con esas personas mayores o con discapacidad intelectual, a quienes tanto quería y respetaba”. Y ha agregado que Jose Mari estuvo “comprometido” desde el primer día “hasta el último” con la asociación (se pueden contar con los dedos de una mano los conciertos que tuvo que suspender o a los que tuvo que renunciar a última hora durante todos estos años); era solidario con aquellas personas que más lo necesitaban; siempre con una palabra dulce y cercana, siempre con un chiste en la boca para alegrarlas aún más; generoso, muy generoso”.
Todo ello convirtió a Soroa en referente de Nagusilan, y fue para muchos compañeros, personas cercanas y conocidas, un modelo a seguir. En consecuencia, el jurado ha considerado que toda Gipuzkoa tiene que conocer a personas como Jose Mari Soroa. En palabras de Maite Peña, este premio al voluntariado resulta “de gran ayuda” para dar “mayor visibilidad” a su perfil y experiencia y, al mismo tiempo, concienciar sobre “la importancia y el beneficio” del voluntariado.
En ese sentido la diputada Peña ha subrayado que “Gipuzkoa es un Territorio solidario”, tal y como los demuestran los siguientes datos: “En un territorio de 700.000 habitantes contamos con más de 4.500 asociaciones que trabajan en el ámbito del voluntariado”. Al respecto ha señalado que la Diputación “seguirá acompañando y apoyando” a estas asociaciones, tanto en el “ámbito económico como en el de la información y formación", destacando asimismo que Gipuzkoa continúa siendo uno de los “referentes europeos” en la atención “a la dependencia y a la discapacidad, y también en el ámbito del voluntariado".
El Premio Voluntariado Guipuzcoano fue instituido hace 24 años por la Diputación Foral de Gipuzkoa para reconocer la dedicación y aportación de las personas y entidades que componen el Tercer Sector guipuzcoano. Así, se pretende promover la participación del tejido social, que supone un gran valor para nuestra sociedad. Además, este premio es otorgado por personas voluntarias, representantes de diferentes entidades. Los y las ganadoras de las últimas ediciones han sido los siguientes: AGIPAD (1999), ACASGI (2000), Asociación de Pensionistas de Gipuzkoa (2001), Nagusilan (2002), Hijas de la Caridad (2003), DEE (2004), CERMI (2005), Gipuzkoako Espetxe Pastoraltza (2006), Juan María Garitano (2007), Fundación Izan – Proyecto Hombre (2008), Behar Bidasoa (2009), DYA Gipuzkoa (2010), Teléfono de la Esperanza (2011), Asociación de Larigectomizados (2012), Donantes de Sangre (2013), Koldo Aulestia (2014), Banco de Alimentos de Gipuzkoa (2015), Hurkoa (2016), Voluntarias y voluntarios de Atzegi (2017).
Soroa promulgaba valores como la convivencia, empatía y cercanía entre el voluntariado
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