Diputación refuerza ratios y visitas en residencias de personas mayores

La diputada foral de Políticas Sociales, Maite Peña, ha presentado hoy en las Juntas Generales la evaluación externa encargada por la Diputación Foral de Gipuzkoa, donde se recoge el impacto de la COVID-19 en los recursos sociales del territorio, a través del balance de la crisis sanitaria y una evaluación completa de las situaciones generadas. Maite Peña ha comparecido junto a los autores del informe, Javier Castro y Alejandro Gómez Ordoki, quienes han presentado los principales resultados del estudio, seguido por la diputada, quien ha expuesto las 25 medidas “urgentes y complementarias” propuestas y puestas en marcha en base a las recomendaciones recogidas en dicho estudio. Entre esas medidas destacan el refuerzo de ratios de atención, como el incremento de las visitas, “porque nuestro objetivo sigue siendo buscar el equilibrio entre la seguridad y el bienestar emocional de los y las residentes”, ha destacado la diputada.

            “Se trata de una evaluación externa y que recoge una perspectiva de 360 grados. Lo hemos encargado desde el Departamento de Políticas Sociales, y tiene como objetivo identificar los impactos de la crisis sanitaria desde diferentes perspectivas”. Por eso, ha añadido Peña, se ha trabajado sobre una metodología participativa, y se ha recogido la opinión y experiencia de los equipos responsables de las residencias, de las personas usuarias, sus familias y de los profesionales que trabajan en los centros residenciales, mediante encuestas, dinámicas grupales y entrevistas personales.

            A su vez, ha sido un proceso de trabajo contrastado con los grupos políticos del territorio, sindicatos, entidades gestoras de las residencias, entidades del tercer sector, así como con las familias. En la comparecencia, Castro y Gómez Ordoki, los expertos externos que han realizado el estudio de evaluación, han presentado las principales conclusiones extraídas, así como las lecciones aprendidas y las recomendaciones que realizan. El estudio explora la capacidad del sistema sociosanitario para anticipar, gestionar, evaluar y extraer diversas lecciones y su interés radica en obtener información relevante para “innovar en las políticas sociales bajo condiciones extraordinarias”, ha señalado Peña.

            Entre las conclusiones principales, destacan tres: la alta capacidad de reacción al inicio de la pandemia, ante una baja capacidad de anticipación; un alto soporte social, frente a la debilidad en la coordinación sociosanitaria y la falta global de material de protección al inicio de la crisis; y el alto impacto económico, organizacional, psico-emocional y tecnológico generado durante la pandemia. Con ese diagnóstico, se han sacado varias lecciones y recomendaciones, y como consecuencia, la Diputación Foral ha adoptado, y propondrá adoptar a los agentes implicados, un total de 25 medidas complementarias de manera urgente “para reforzar la atención y mejorar la calidad de vida de los y las residentes”, ha puntualizado la diputada.

 

25 medidas complementarias

La diputada ha recordado que el objetivo de todas las medidas que se han adoptado hasta la fecha, y las que están previstas, tienen como objetivo “avanzar hacia una vida cada vez más normalizada dentro de las residencias”. Están ubicadas en el Plan de Choque activado en marzo, así como en el marco del Sistema de Vigilancia y Alerta, “herramientas en constante revisión y adaptación, en base a lo que nos pide esta situación tan cambiante y de tanta incertidumbre”, ha señalado Maite Peña. Y, a su vez, ha subrayado que es “vital” seguir profundizando en la prevención y trabajando desde la responsabilidad y la prudencia.

            Una de las medidas más relevantes y de mayor impacto es el incremento de ratios de atención en las residencias, con un incremento medio cercano al 10%. Se ha adoptado la medida de financiar y disponer de un total de 417 plazas vacías en la red residencial con un doble objetivo: facilitar los aislamientos en todos los centros y reforzar las ratios como consecuencia del impacto de la COVID-19 en la atención de las actividades básicas de la vida diaria. Esta medida “supone tener 275 personas trabajadoras más para reforzar la atención. Es decir, 18 minutos diarios más de atención por cada persona residente, que servirán para reforzar la ratio actual. De esas 275 personas, 214 serán en la atención directa y se estima un coste cercano a los 12 millones de euros”, ha explicado. Por otra parte, ha recordado que este 2020 se ha incrementado la tarifa de los centros residenciales en un 1,7%, con efectos retroactivos, y que repercutirá al incremento de salarios de la plantilla, en un total de 3 millones de euros.

            Otra de las “fuertes” apuestas que ha realizado la Diputación Foral en los últimos meses, responde al incremento del contacto de las personas residentes con sus familias, a través del refuerzo de las visitas y las salidas. En ese sentido, se duplicará el número de personas que acuden a las visitas de cara a la Navidad, se reforzarán las visitas virtuales, y se seguirán realizando las salidas al exterior “gracias a los espacios seguros que estamos creando junto a los ayuntamientos en parques, paseos y plazas cercanas a las residencias”, ha subrayado Peña. Además de reforzar las visitas de cara a la Navidad, la Diputación está ultimando un programa especial de actividades dirigidas a mejorar el bienestar de las personas mayores, “y para paliar los efectos que la pandemia está teniendo y para fomentar su bienestar físico, emocional y relacional”.

            Otra cuestión que ha venido trabajando la Diputación en los últimos meses es la comunicación y coordinación con las familias de los y las residentes. Para ello, se va a activar un nuevo sistema de evaluación participativo dirigido a usuarios y familiares, y se ha reforzado la comunicación con las familias, representantes de los y las trabajadoras, y con los equipos responsables de los centros, a través de grupos de contraste para la toma de decisiones, “para avanzar hacia un modelo de gobernanza más participativo y colaborativo”.

            En cuanto al reparto y suministro del material de protección, la Diputación Foral de Gipuzkoa ha sacado a licitación la adquisición un total de 30 millones de unidades, para “garantizar” el suministro bimensual a todos los centros a lo largo de todo el año siguiente. Además, el ente foral sigue profundizando en la detección precoz de casos positivos en COVID-19 a través de los mapeos preventivos y masivos de pruebas PCR en colaboración con DYA. En ese sentido, la diputada ha destacado que se incrementará la realización de pruebas entre el personal trabajador, y ha añadido que, de una capacidad inicial de realizar 800 pruebas semanales, “ahora realizamos alrededor de 5.000 PCR cada semana”.

            Para finalizar, la diputada ha señalado que el refuerzo del Plan de Choque con la adopción de las medidas complementarias, supone una inversión de 25 millones de euros, a los cuales habría que sumar los 14 millones de euros invertidos desde el inicio de la pandemia para hacer frente a la COVID-19 en los servicios sociales de Gipuzkoa.