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La Diputación Foral trabaja junto a los ayuntamientos de Antzuola y Bergara

La cantidad de agua caída en una hora fue de 61 litros, lo que supone el máximo histórico de los últimos 100 años

La Diputación Foral de Gipuzkoa trabaja desde ayer junto a los ayuntamientos de Antzuola y Bergara para hacer frente a los daños ocasionados por las trombas de agua caídas durante la pasada jornada, en las que las dos localidades de Debagoiena resultaron, especialmente la primera de ellas, las más afectadas. El portavoz foral Imanol Lasa ha desvelado que, según los datos del pluviómetro instalado en Deskarga, la cantidad de lluvia registrada ayer en una hora fue de 61 litros, un dato “histórico” en Gipuzkoa, ya que el máximo de los últimos 100 años se situaba en 49 litros. Solo en diez minutos se acumularon 20 litros: “Estamos ante un fenómeno meteorológico extremo, y muy localizado en esta zona, ante el que no hay previsión ni defensa posible”.

Uno de los puntos más conflictivos se situó en el pk 21,440 de la GI-632, entre Antzuola y Bergara, donde la carretera se inundó y tuvo lugar un desprendimiento. La Diputada de Infraestructuras Viarias Aintzane Oiarbide se puso en contacto en la jornada de ayer con los alcaldes Beñardo Kortabarria y Elena Lete, para informarles de la situación, y poner a su disposición los medios del departamento. Las tres instituciones estuvieron coordinadas en los trabajos de limpieza de la carretera, que permitieron despejar el desprendimiento y abrirla a las 5.30 de la mañana del día de hoy, aunque este punto continúa bajo la supervisión del personal técnico. La Diputación permanece en contacto con los alcaldes para conocer el alcance de los daños y compartir el estado de los trabajos, además de ofrecerles los recursos de la institución.

En Bergara, el agua arrancó numerosos árboles de cuajo, taponando el río y provocando su desbordamiento. El Servicio de Bomberos de la Diputación efectuó seis salidas, dos en Bergara y cuatro en Antzuola, en las que movilizó 13 vehículos y 21 efectivos de los parques de Legazpi y Oñati para atender a distintos problemas ocasionados por el agua. Asimismo, operarios del departamento de Infraestructuras Viarias han venido realizando trabajos “de urgencia”, limpiando las canalizaciones y colaborando en la limpieza de los municipios afectados. Lasa ha aplaudido también la movilización de las vecinas y vecinos.

Por otra parte, personal técnico de la Diputación  inspeccionó ayer el estado de las obras de último tramo de la GI-632, que no han sufrido “daños de consideración”, si bien las lluvias han afectado parcialmente a la zona de las casetas de la UTE encargada de la construcción. El portavoz ha señalado que la obra ha aumentado el “arrastre de materiales”, pero que los daños obedecen a la “extraordinaria cantidad de agua caída” desde la parte superior del valle, y no a la “obra en sí”: “De hecho, dos de los puntos más afectados, la citada curva de la GI-632 y la zona de las casetas, son zonas en los que no hay ningún trabajo. El alcance de las inundaciones va mucho más allá, como se ha visto en otras localidades de Euskadi, y habría tenido una incidencia clara independientemente de la obra”. Por ello, ha pedido que no se liguen las dos cuestiones “de forma malintencionada” y con el fin de obtener “réditos políticos sin base alguna”.

El portavoz ha recordado que el invierno y la primavera están siendo "muy complicados" por los daños que están provocando las lluvias torrenciales especialmente en la red de carreteras, habiéndose contabilizado más de 400 desprendimientos y corrimientos de tierras, y ha asegurado que la Diputación seguirá actuando "con la mayor rapidez" para garantizar la seguridad de la ciudadanía. En ese sentido, ha anunciado que permanecerán “alerta” y “con todos los medios preparados”, ya que el Departamento vasco de Seguridad ha activado otro aviso amarillo por lluvias intensas para mañana, desde la medianoche hasta las seis de la tarde.

  

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