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Residuos de Gipuzkoa, necesitamos ser responsables y solidarios

El vertedero de Mutiloa es necesario porque EH-Bildu decidió paralizar las infraestructuras del PIGRUG

11/03/2017

 

En primer lugar, quiero dirigirme a los ciudadanos de Mutiloa para decirles que entiendo su enfado. A nadie le gusta tener en la puerta de casa una infraestructura, en este caso un vertedero, por muy justificada que esté. Hay que puntualizar que el vertedero ya existía y estamos hablando de darle mayor uso. A pesar de todo, comprendo que es una molestia y, como tal, suscita rechazo y sé lo difícil que es hacer un ejercicio de solidaridad, aunque sea durante un tiempo limitado y para solucionar un problema que es nuestro, el de los residuos que producimos todas las guipuzcoanas y guipuzcoanos. Hasta aquí, como diputado de Medio Ambiente, toda mi comprensión y mi máxima disposición a trabajar conjuntamente para que esas molestias sean mínimas pero quiero, también, aprovechar esta ocasión para manifestar mi completo desacuerdo con los argumentos del señor Aitor Astobiza Uriarte.

 

Comenzaré por reiterar lo ya apuntado antes, el vertedero de Mutiloa existía previamente, fue aprobado por el ayuntamiento y estaba dedicado a recoger residuos de tipo industrial clasificados como no peligrosos, desde el punto de vista ambiental, exactamente igual que los residuos de tipo doméstico que ahora se quieren depositar. Es decir, no se lleva a Mutiloa ningún residuo que suponga mayor afección al entorno de los que ya se llevan, por lo que los vecinos pueden estar tranquilos.

 

En segundo lugar y tal y como el Sr. Astobiza reconoce en su carta, la opción de Mutiloa no ha sido elegida por la Diputación Foral de Gipuzkoa, se trata de un vertedero privado y la empresa que lo gestiona participó en un concurso para ofrecer esta infraestructura. Es cierto que fue GHK quien convocó el concurso y no tuvo más remedio que hacerlo porque durante la legislatura anterior EH-Bildu se empeñó en parar las infraestructuras previstas en el Plan de Residuos (PIGRUG) y dejó a Gipuzkoa sin ningún tipo de solución. El argumento de que con el puerta a puerta no serían necesarias se han demostrado falso y hoy tenemos unas 160.000 Tn. de rechazo que estamos exportando a Cantabria, Funes, etc. Pero cada vez es más difícil que nuestros vecinos se hagan cargo de un problema que es nuestro y nos vemos obligados a buscar soluciones transitorias, como Mutiloa, hasta que finalicemos las obras del Centro Medioambiental de Gipuzkoa en 2019. Por cierto, si en 2011 alguien no hubiera tomado la decisión de paralizar estas infraestructuras, hoy estarían terminadas y Mutiloa seguiría teniendo su vertedero pero Gipuzkoa no lo necesitaría para sus residuos urbanos.

 

El señor Astobiza dice que toda esta situación es debida a que durante muchos años no se ha hecho nada para avanzar en la recogida y el reciclaje y esto también es falso. En 2002, año de la puesta en marcha del PIGRUG, la recogida selectiva el Gipuzkoa no llegaba al 20% de los residuos, de los cuales se reciclaban un 16% y un porcentaje superior al 80% acababa en nuestros vertederos. En 2016, Gipuzkoa recicla el 46% de sus residuos y la recogida selectiva se sitúa en torno al 50%. Es decir, hemos multiplicado por tres el reciclaje, estamos alcanzando el objetivo que Europa tiene fijado para 2020 y vamos camino de situarnos a la altura de los países más desarrollados en la materia. Eran los objetivos que se fijaron en el Plan de Residuos y que fueron aprobados por las Juntas Generales. Pero hubo un aspecto del Plan que no se cumplió; en 2011 EH-Bildu, sin contar con las Juntas, sin realizar consulta alguna, decidió paralizar las infraestructuras e imponer el puerta a puerta. De nada sirvieron las advertencias de que era un sistema de recogida y no de tratamiento y la constatación de que, incluso los países europeos que lo aplican (Flandes), necesitan un tratamiento de valorización para la fracción resto o un vertedero. Todo fue inútil, incumplieron el Plan y hoy tenemos un problema de 160.000 Tn. porque las infraestructuras previstas van a realizarse con cuatro años de retraso. Resumiendo, se ha avanzado mucho en Gipuzkoa en materia de reciclaje, los problemas los provocaron quienes pararon el Plan y  quisieron utilizar los residuos para imponer y hacer política. Ellos son los responsables y a ellos deben pedir cuentas los vecinos de Mutiloa y la ciudadanía de Gipuzkoa en general.

 

Los hechos relatados demuestran también la falsedad de que la única baza de los que defendemos el PIGRUG es la incineración. Desde 2002, se ha extendido la recogida selectiva, incorporando también la materia orgánica, no solo a los residuos domésticos sino también a los residuos de este tipo producidos por empresas y comercios; se ha avanzado en el compostaje con una planta en Lapatx y otra a punto de ponerse en marcha en Epele y el compostaje comunitario crece a buen ritmo; se han suscrito convenios con Emaus o el Banco de Alimentos para reducir, reutilizar y aprovechar objetos y alimentos; se organiza todos los años una semana de la prevención y multitud de acciones de concienciación. Podría seguir y tengo la intención de seguir impulsando estas políticas pero lo que no se puede ignorar es que no todo es reciclable y que, al final, necesitamos una solución para la fracción resto y creo que la más razonable es aprovechar la energía que está presente en los residuos. Es lo que hacen los países más avanzados (Alemania, Austria, Dinamarca, Suecia, Holanda, etc.) y lo que las estrategias contra el cambio climático recomiendan: ahorrar combustibles fósiles y encontrar fuentes alternativas de producción de energía. Es lo que dice el PIGRUG y dimos nuestra palabra de cumplirlo en las pasadas elecciones. Es la solución que Gipuzkoa necesita, es fácil de comprender y muchos baserritarras lo vienen poniendo en práctica desde siempre: aprovechar todo lo aprovechable y lo que no lo es utilizarlo como combustible.

 

Termino como comenzaba, mostrando mi comprensión con los vecinos y pidiéndoles disculpas por las molestias en nombre de todas las guipuzcoanas y guipuzcoanos. Gipuzkoa necesita  de su solidaridad, son nuestros residuos y si ya existe un vertedero no tiene sentido crear otro, tampoco es probable que lo que no estamos dispuestos a hacer aquí lo acepten en otros territorios. Necesitamos una solución y solo la alcanzaremos avanzando juntos y siendo solidarios y responsables.

 

 

 

  

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