Una exposición recordará los edificios desaparecidos de San Sebastián en las últimas siete décadas
Una exposición recordará los edificios desaparecidos de San Sebastián en las últimas siete décadas
‘La ciudad que perdimos. Gestión del patrimonio urbano en San Sebastián (1950-2017)’
‘La ciudad que perdimos. Gestión del patrimonio urbano en San Sebastián (1950-2017)’ es un recorrido visual por 13 barrios a través de su patrimonio construido.
‘A Fine Line’ recopila 36 imágenes de profesionales de la arquitectura de países como Israel, Colombia, India o Rusia sobre el concepto de fronteras.
Ambas exposiciones son las primeras que albergará el Convento Santa Teresa y las últimas dos muestras inauguradas en esta primera edición de la Bienal Internacional de Arquitectura de Euskadi MUGAK.
La Bienal Internacional de Arquitectura de Euskadi MUGAK inaugura este viernes 22 de diciembre en el Convento Santa Teresa las dos últimas exposiciones de su primera edición. Una de ellas muestra edificios reconocibles de Donostia desaparecidos durante las últimas décadas. Bajo el título ‘La ciudad que perdimos. Gestión del patrimonio urbano en San Sebastián, 1950-2017’, está comisariada por la asociación Áncora. La otra exposición se denomina ‘A fine line: Scenarios of bordering conditions’, y es el resultado de un taller organizado por Atari en la semana inaugural de la Bienal con material enviado por 16 estudios de arquitectura repartidos por el mundo. Ambas podrán ser visitadas desde el viernes 22 de diciembre hasta el 28 de enero de 2018, en el cierre de esta edición de la Bienal.
La presentación de las exposiciones ha contado con la presencia de la directora foral de Cultura, María José Tellería, además del comisario de la Bienal, Pedro Astigarraga. La Bienal está impulsada por el Departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda del Gobierno Vasco.
La muestra ‘La ciudad que perdimos. Gestión del patrimonio urbano en San Sebastián, 1950-2017’ recorrerá por barrios donostiarras para detenerse en la ciudad que solo permanece en la memoria de las personas, con aquellos edificios que han desaparecido en las últimas siete décadas.
Desde Martutene hasta Igeldo, pasando por Alza, Amara, el Antiguo o Ibaeta, el recorrido no se detiene únicamente en el patrimonio icónico de la ciudad, sino que busca superar la zona más emblemática de San Sebastián y poner en valor otro tipo de obras. El patrimonio urbano de la ciudad cuenta con ejemplos de patrimonio industrial, o de la arquitectura vernácula, como los caseríos, que “merecen ser puestos en valor”, explican en Áncora. La muestra se compone de dos centenares de elementos visuales, entre fotografías, planos originales que no están disponibles para la ciudadanía y dibujos de valor histórico como una acuarela de tres metros de largo del edificio de La Perla que buscan “reflexionar sobre el uso que dan las ciudades a su patrimonio construido como una manera de reivindicar su valor”.
‘La ciudad que perdimos’ es una selección visual –con más de 700 imágenes del Archivo Municipal de San Sebastián, la Fototeca de Kutxa, la Diputación Foral de Gipuzkoa y el Diario Vasco, entre otros- realizado por Áncora para identificar y poner en valor el patrimonio que ha desaparecido en las últimas décadas. Una forma de visibilizar con un centenar de edificios desde 1950 el patrimonio urbano perdido y de reflexionar sobre la “necesidad de mejorar las herramientas de gestión del patrimonio porque la arquitectura es una herramienta generadora de identidad y de calidad de vida”.
El recorrido finaliza con una sección cronológica que visualiza por años el patrimonio que ha ido desapareciendo “y sigue desapareciendo”, explican los creadores de la muestra, que incorporan a esta recopilación otras construcciones que “pueden convertirse en los próximos de la lista” en un futuro próximo. Áncora pone en valor en otra sección más a los movimientos sociales y las movilizaciones ciudadanas que han surgido en la ciudad con motivo de la desaparición de patrimonio simbólico de San Sebastián, como la Casa de Tomás Gros, en el barrio que tomó su nombre, la fábrica de gas, las Torres de Arbide o el Casino Kursaal. Son ejemplos que han impulsado una “especial respuesta de la ciudadanía, han motivado la creación de asociaciones en defensa del patrimonio”, indican. En las próximas semanas se recopilará el trabajo en un catálogo que estará a disposición de la ciudadanía.
‘A fine line’: Una reflexión sobre fronteras
Junto a la exposición ‘La ciudad que perdimos’ se encontrará hasta finales de enero la muestra ‘A fine line: Scenarios of bordering conditions’, el resultado sobre un proyecto de investigación sobre arquitectura y fronteras que ha implicado a profesionales de la disciplina de distintos países del mundo y a personas de San Sebastián a través de un taller organizado por Atari en el marco de MUGAK a principios de noviembre.
Por un lado, la muestra audiovisual enseñará qué son las fronteras para los 16 estudios internacionales invitados a esta reflexión, todos ellos seleccionados por su íntima relación con las fronteras –Palestina, Israel, Colombia, Rusia o India- o por su trabajo en el campo de la experimentación desde la arquitectura. Se trata de imágenes, vídeos y textos sobre qué significan las fronteras para ellos, desde un país imaginario llamado Borderland que surge de la identificación de aquellos centímetros o metros de tierra de nadie entre el final de la frontera de un país y el inicio de la frontera de la nación colindante, hasta propuestas que se cuestionan sobre el aire y a quién pertenece este cuando traspasa las fronteras entre países.
En total, son 16 piezas vídeos que sintetizan cada propuesta de frontera y que componen una muestra de seis minutos sincronizada con otra muestra audiovisual, la creada por la ciudadanía donostiarra, 16 muestras gráficas que evocan las ideas sobre el concepto de frontera de los estudios invitados. Entre ambas partes, se busca “construir un diálogo” con las 32 piezas audiovisuales.
A lo largo del proyecto, comisariado por Maite Borjabad, Lluís Alexandre Casanovas, Enrique Espinosa, Lys Villalba y con la dirección artística de Jorge López Conde, ha participado una treintena de personas. “Son maneras de explicar los significados que hoy puede tener la palabra frontera, porque se trata de un concepto con múltiples visiones que rebasan la más habitual sobre fronteras políticas-territoriales. Hay muchas más cosas que separan”, indican los comisarios. El objetivo de ‘A fine line’ es “abrir la conversación y el debate, dejar espacio a la especulación y mostrar que la arquitectura trasciende a la materia y a lo geométrico”.
Convento Santa Teresa
Se trata de las dos primeras muestras que tendrán lugar en el Convento Santa Teresa durante la Bienal MUGAK, que tendrá a partir del año próximo su sede permanente en este edificio.
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