La igualdad puede abrir nuevas oportunidades de futuro en el medio rural
La igualdad puede abrir nuevas oportunidades de futuro en el medio rural
Alorreko eragileekin partekatu du diputatu nagusiak gizonen eta emakumeen arteko berdintasunari buruzko Gipuzkoako lehen diagnosi bateratua
La Diputación Foral de Gipuzkoa considera que la igualdad es una de las claves para garantizar el futuro y bienestar del mundo rural, por lo que, a fin de llevar a cabo esa reflexión, agentes del sector y representantes municipales y forales han celebrado un encuentro en la centro Fraisoro, en Zizurkil. El diagnóstico realizado en colaboración por el Órgano de Igualdad y la Dirección de Equilibrio Territorial, primero en abordar la matería de manera extensa en Gipuzkoa, ha servido de punto de partida para dicha reflexión. El encuentro, el último de una serie de encuentros llevados a cabo en diferentes comarcas durante las últimas semanas, ha sido liderado por el diputado general Markel Olano, y los responsables de las dos direcciones mencionadas Miren Elgarresta e Iñaki Labaka, y se ha dirigido a los diferentes agentes de Tolosaldea. Una vez concluida esta fase de contraste, la Diputación continuará trabajando para llevar los puntos de vista recabados a políticas concretas.
Este punto de vista elaborado por la Diputación supone un avance en muchos sentidos, ya que los análisis socio-económicos sobre igualdad a menudo no tienen en cuenta la situación específica de los hombres y mujeres del medio rural. Este nuevo análisis ha tenido en cuenta más de 20 indicadores sobre metabolismo demográfico, cohesión social, estructura económica y estructura territorial. La radiografía compara datos hasta ahora jamás comparados y analizados de manera conjunta, poniendo a la par el entorno urbano y el rural.
El diputado general ha arrancado rindiendo homenaje a las mujeres del entorno rural: “las mujeres del entorno rural han cargado con trabajos de todo tipo para sostener a la familia, la economía y al pueblo, un trabajo sordo a menudo, y se les debe un reconocimiento”. “En un futuro, la participación de la mujer será fundamental para mantener y fortalecer el equilibrio territorial”, ha señalado Olano. Por ello, la Diputación considera imprescindible introducir la perspectiva de igualdad de género a la hora de plantear el bienestar del entorno rural y de los pequeños municipios. En palabras del diputado general, “además de percibir la necesidad de una lectura de género, somos conscientes de que estamos ante una oportunidad de futuro, por lo que abriremos nuevas posibilidades y formas de construirlo”. Se trata de los primeros pasos en esa dirección, pero el objetivo es claro, en palabras del diputado general: “establecer en el conjunto del territorio políticas de igualdad eficaces, tanto en los centros urbanos como en los pequeños municipios”.
Al hilo de la importancia que el presente análisis tiene en Gipuzkoa, el director de Equilibrio Territorial Iñaki Labaka ha subrayado que cuando hablamos de medio rural estamos hablando de una “parte significativa” del territorio, “tanto en extensión como social y económicamente”. Según ha explicado Labaka, el medio rural no se refiere únicamente la caserío; también lo componen los pequeños municipios y los muchos barrios y espacios rurales pertenecientes a municipios mayores. Así, en Gipuzkoa son aproximadamente 120.000 ciudadanos y ciudadanas los que viven en el mismo, es decir, un 20 % de la población. Labaka ha subrayado que si bien la apuesta por la igualdad es una apuesta para todo el territorio, esta nueva perspectiva hará que las políticas e iniciativas sean eficaces. De hecho, partiendo de una fotografía general y yendo a aspectos más concretos, hay diferencias significativas entre los núcleos urbanos y el entorno rural. Según datos generales, el 51,1 % de la población de Gipuzkoa son mujeres, pero ese porcentaje disminuye en el medio rural y las pequeñas poblaciones, donde el porcentaje se sitúa en un 48,2 % (datos de EUSTAT e INE, 2016).
El informe muestra una fotografía cercana al desarrollo industrial que aconteció en la década de los sesenta, y la realidad actual sigue siendo reflejo de las consecuencias que dicho desarrollo trajo consigo. Por una parte, la mujer joven del medio rural migró en busca de nuevas posibilidades profesionales a partir de esa década clave en los acontecimientos posteriores. Por otra parte, la mujer que quedaba en casa sufrió un empobrecimiento y una dependencia respecto al marido, viéndose limitada al sector de los cuidados para las siguientes décadas. Asimismo, son claras las huellas dejadas por la última crisis económica en la desigualdad de género, tanto en la formación como profesionalmente, y en la migración de las nuevas y formadas generaciones. Esta evolución ha influido de manera sustancial en el metabolismo de los pequeños municipios; por ello, los responsables forales otorgan un gran reconocimiento a la igualdad como garantía de futuro.
Resultados del diagnóstico
Según ha explicado Miren Elgarresta directora del Órgano de Igualdad de la Diputación Foral de Gipuzkoa, el presente diagnóstico se ha llevado a cabo siguiendo “una intuición preestablecida”, ya que sospechaban que “los roles de las mujeres y los hombres estaban más enraizados y establecidos en el entorno rural”. Elgarrestak ha explicado que hoy en día están percibiendo cambios en el entorno rural, pero que “esta investigación servirá para hacer frente a condicionantes de carácter estructural”. Según ha añadido, el diagnóstico deja ver aspectos directamente relacionadas con la economía y la conciliación. Por ejemplo, los desplazamientos desde el entorno rural son más cortos en aquellos pequeños municipios que disponen de mayores posibilidades de formación y empleo, como es el caso de Debagoiena y el Goierri. Según datos de 2011, el nivel de inactividad de las mujeres de los pequeños municipios es ocho puntos superior al del resto de municipios, diferencia que se acrecienta si nos centramos en la edad de maternidad (de 30 a 44 años). Por lo general, el paro femenino es mayor en los pequeños municipios. Según Elgarresta, se debe poner una especial atención a la situación de las mujeres en edad de ser madres del entorno rural respecto a su desarrollo profesional y nivel de renta y al reparto existente en la labores de cuidado. “Son aspectos que deben tratarse con muchísima atención para evitar que la desigualdad se perpetúe”, ha señalado Elgarresta.
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