Cristóbal Balenciaga Museoa presenta la nueva exposición, Moda y Patrimonio. Cristóbal
Cristóbal Balenciaga Museoa presenta la nueva exposición, Moda y Patrimonio. Cristóbal
Moda y Patrimonio, un diálogo casi imposible que contrapone lo efímero y lo permanente, aquello cuya vigencia dimana del momento frente a lo que recibe su valor del pasado. Una conversación que, sin embargo, fluye cuando el tema es Cristóbal Balenciaga.
Desde la puesta en marcha de la serie curatorial Moda y Patrimonio en el año 2018, coincidiendo con el año Europeo del Patrimonio, el Museo Cristóbal Balenciaga se ha propuesto reflexionar sobre la forma en que la obra de Balenciaga pasa de ser moda de su tiempo a ser objeto de museo. La serie se ha concebido de manera acumulativa, integrando y asimilando las investigaciones previas y actuales, articulando un discurso cronológico común y proponiendo en cada exposición un foco de atención diferente y una museografía que se edita y revisa en cada edición. En las propuestas anteriores, hemos conversado con los referentes visuales de la obra de Balenciaga y hemos contextualizado su proceso de trabajo, evolución y legado.
Cuando se cumplen 125 años del nacimiento de Cristóbal Balenciaga, Moda y Patrimonio. Cristóbal, tercera y última entrega de la serie curatorial, pretende evocar a la persona «detrás de la cortina», al nombre propio detrás de la marca, al familiar, amigo o jefe detrás del Maestro de la alta costura. Jugando con los ecos de las exposiciones pasadas, encontraremos, intercalados en el recorrido cronológico de esta nueva selección de obras, diversos objetos personales de Cristóbal Balenciaga. Prendas de vestir, instrumentos de trabajo, cartas, libros, objetos decorativos que nos invitan a soslayar el mito e imaginar simplemente a Cristóbal.
Exposicion
Moda y Patrimonio, Cristobal se articula en un recorrido cronológico que abarca la trayectoria profesional de Cristóbal Balenciaga, recorre la historia de la emblemática firma y la evolución creativa del modista, poniendo de manifiesto una nueva perspectiva: la biográfica.
Cristóbal Balenciaga cultivó un distanciamiento del ojo público en su faceta profesional y una absoluta discreción en su vida personal. La prensa de la época lo calificaba como el hombre misterioso, el inaccesible. No se exponía ante los medios de comunicación; no trataba directamente con sus clientes —salvo contadas excepciones en las que mediaba la amistad—, ni se prodigaba en la efervescente vida social, artística e intelectual del París de las décadas centrales del siglo XX. Esa lejanía, lejos de restarle popularidad, contribuyó a posicionar su nombre como el epítome de la exclusividad y por tanto, como un verdadero icono aspiracional para el público de su época.
Con ella contrastan los testimonios de personas cercanas: colaboradores, amistades, familia que conocieron a un Cristóbal bien distinto. Estricto pero atento, serio en el trabajo, pero relajado y sonriente en la intimidad, exigente pero generoso, una persona que contaba con el calor y apoyo de su familia, la entrega y fidelidad de sus amigos y el respeto y devoción de sus empleados. La exposición muestra, por tanto, la obra de Cristóbal Balenciaga en evolución y, a la vez, nos permite imaginar con la presencia de sus objetos al propio Cristóbal. En palabras de Igor Uria, comisario de la muestra y director de colecciones del Museo: «No pretendemos realizar una semblanza, sino una evocación del hombre que siempre se mantuvo en la sombra, detrás de la cortina, refugiado en los talleres, en la ejecución de las ideas, en el silencio de la creación; y tal vez preguntarnos por qué esos objetos concretos han llegado hasta nosotros, y qué es lo que nos cuentan de él».
Algunos datos
La muestra ocupa cinco salas expositivas, 700 m2 del Museo, y renueva todas sus piezas de indumentaria, 80 en total que, en su mayor parte, no han sido expuestas con anterioridad. Se trata de nuevas incorporaciones a la colección del Museo, depósitos y préstamos de Archives Balenciaga de París, Colección Solano-Belausteguigoitia, Colección Gorostola-Portorcarrero, Colección Astoreca y Colección Medina-Balenciaga.
Además, como epílogo de la exposición Moda y Patrimonio. Cristóbal, o adenda de la misma, una sexta sala fruto de una colaboración especial entre el Museo y los Archivos Balenciaga de París, se dedicará al legado del maestro que se conserva en la sede de la firma Balenciaga.
El discurso expositivo y la selección de piezas que lo acompañan, así como la conceptualización espacial y su diseño son fruto de un planteamiento innovador que nace de la colaboración entre Igor Uria, director de colecciones del Museo, y Judith Clark, reconocida fashion curator, en una continuación del trabajo emprendido con el motivo del inicio de la serie curatorial. Estas ediciones suman el apoyo del Centre for Fashion Curation de la University of the Arts de Londres «En la tercera edición de la serie curatorial Moda y Patrimonio, a la conversación que se ha establecido en las iteraciones anteriores entre colección e instalación, archivo y museología, se añade la capa biográfica. La figura de Cristóbal Balenciaga, siempre presente a través desarrollo de esas siluetas icónicas, se
manifiesta en esta ocasión tanto a través de retratos fotográficos menos conocidos, como gracias al conjunto de los objetos que restan de lo que fueron sus posesiones. Unos y otros convertidos casi en talismanes o fetiches de su enigmática persona», apunta Judith Clark.
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