El imposible vencido: beligerancia y negociación en las Provincias Exentas (1717/18-1727/28)
El imposible vencido: beligerancia y negociación en las Provincias Exentas (1717/18-1727/28)
Este año de 2018 se cumple el tercer centenario de la llamada Matxinada de las Aduanas
12 y 13 de abril de 2018, San Sebastián. Campus de Gipuzkoa. Centro Carlos Santamaría. Auditorio Antonio Beristain.
Este año de 2018 se cumple el tercer centenario de la llamada Matxinada de las Aduanas.
Este un evento clave en la historia de Gipuzkoa y el País Vasco que es importante dar a conocer a la sociedad guipuzcoana a través de las últimas investigaciones que sobre el tema se están llevando a cabo. Para ello, los días 12 y 13 de abril en el Centro Carlos Santamaría de la UPV-EHU se va a reunir un importante elenco de historiadores especialistas en el reinado de Felipe V y en la primera mitad del siglo XVIII vasco. El evento dará finalmente lugar a una publicación a lo largo de 2019, que reunirá las investigaciones presentadas en el mismo y que será publicada gracias a la ayuda de la Diputación Foral de Gipuzkoa.
Este evento se enmarca en un contexto histórico más complejo, fruto del advenimiento de la dinastía borbona a la Corona de España. La política reformista, centralizadora y uniformista de esta nueva dinastía, procedente de Francia, donde ya llevaban más de un siglo gobernando y aplicándolas, llevaron al establecimiento de los decretos de Nueva Planta en la Corona de Aragón, que acabaron con los Fueros aragoneses, catalanes, valencianos y mallorquines, a consecuencia de su apoyo a la causa austracista. Las provincias vascas, sin embargo, se mantuvieron fieles a la nueva dinastía, por lo que sus Fueros fueron confirmados a principios del siglo XVIII. No obstante, la aplicación de la Nueva Planta en la Corona de Aragón, también se intentó aplicar parcialmente en las provincias vascas, que no contaban con aduanas en las costas. El decreto de traslado de las aduanas vascas a la costa en 1717, que trataba de acabar con el contrabando y el carácter franco y libre del pago de tasas de los puertos vascos, provocó una fuerte contestación por parte de la mayor parte del pueblo vizcaíno y guipuzcoano, consumidores que se veían más afectados por la medida adoptada. Las protestas tuvieron como víctimas a las élites y oligarquía locales, a las que se hizo responsable de la implementación y puesta en práctica de dichas medidas. Tras las protestas y el escaso éxito de las medidas aplicadas, la Corona se vio obligada a dar marcha atrás en 1722 y devolver la aduanas al interior. No obstante, tratando de cortar la sangría que seguía suponiendo para la hacienda real el contrabando y la especulación, la corona se vio obligada a negociar con los poderes provinciales y locales vizcaínos y guipuzcoanos y establecer un capitulado en 1727, que trataba de regular y controlar las prácticas comerciales ilícitas. La Corona, consciente de que el control total del contrabando era imposible y tratando de que parte de esa actividad revirtiese en las arcas del Estado, finalmente accedió, tras una ardua negociación entre bambalinas en la Corte, gracias a la presencia de importantes linajes guipuzcoanos, a la fundación de la Real Compañía de Caracas en 1728, siguiendo modelos europeos, primer ejemplo de política mercantilista y compañía privilegiada por acciones, que prolongó su vida hasta 1784, cuando se reconvertiría en la Compañía de Filipinas.
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