Se firma un convenio con el Banco de Alimentos para combatir el despilfarro alimentario
Se firma un convenio con el Banco de Alimentos para combatir el despilfarro alimentario
Asensio: “Gracias a esta iniciativa Gipuzkoa se situará una vez más como un territorio ambiental, social y económicamente sostenible"
Desde un punto de vista económico, esta acción es sumamente efectiva, con un factor 10, esto es, por cada euro que la DFG subvenciona al Banco de Alimentos, se obtienen 10 en forma de alimentos frescos.
José Ignacio Asensio: “Gracias a esta iniciativa Gipuzkoa se situará una vez más como un territorio ambiental, social y económicamente sostenible; y dispondrá de políticas activas en la lucha contra el Cambio Climático”.
Con la firma de este convenio, el Departamento de Medio Ambiente continuará apoyando el programa “Último minuto”. Para ello realizará una aportación económica máxima de 200.000€.
El Diputado de Medio Ambiente José Ignacio Asensio y el Presidente del Banco de Alimentos de Gipuzkoa José Manuel Pineda, han firmado un convenio de colaboración esta mañana en la Diputación Foral de Gipuzkoa..
Las estimaciones actuales indican que en todo el mundo se despilfarra aproximadamente un tercio de los alimentos que se producen para consumo humano, con el coste económico y medioambiental que esto supone. En Gipuzkoa concretamente, se desperdician cerca de 120.000 toneladas de alimento al año. Por ello, el Departamento de Medio Ambiente comenzó a trabajar en 2007 con el Banco de Alimentos de Gipuzkoa en la recogida de alimentos consumibles no comercializables denominados “último minuto” (aquellos que son perecederos pero perfectamente consumibles). Gracias a esta colaboración, durante los últimos años se han recogido y distribuido en torno a 800.000 kilos de alimento cada año lo cual representa representan aproximadamente el 35% de los alimentos que recauda el Banco de Alimentos. Además de paliar las necesidades de muchas familias guipuzcoanas, se ha evitado la gestión como residuo de alimentos perfectamente consumibles, poniendo en valor el primer nivel de la jerarquía de residuos: la prevención.
Asensio ha resaltado que la lucha contra el despilfarro alimentario es una “línea de trabajo” dentro de la lucha contra el Cambio Climático. “Si el desperdicio de alimentos fuese físicamente un país, sería el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, después de China y Estados Unidos. Por ello, es necesario abordar el despilfarro alimentario como un problema de primer orden”, ha señalado el Diputado foral.. .
Considerando el buen trabajo que se viene realizando y los resultados alcanzados año tras año, el Departamento de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas de la Diputación Foral de Gipuzkoa, en colaboración con el Banco de Alimentos de Gipuzkoa, quiere avanzar en la lucha contra el desperdicio de alimentos. “Para ello, durante la vigencia del presente convenio, se impulsarán conjuntamente dos líneas de trabajo. Por una parte, se impulsará la participación de nuevas entidades en la donación de alimentos comestibles no comercializables y, por otra parte, se participará en un proyecto piloto en materia de despilfarro alimentario novedoso, que en breve esperamos presentar en colaboración con otros agentes”, ha explicado el Diputado de Medio Ambiente.
Con la firma de este convenio, el Departamento de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas de la Diputación Foral de Gipuzkoa continuará apoyando el programa “Último minuto”, para ello realizará una aportación económica máxima de 200.000€ para financiar la recogida, almacenamiento y distribución de alimentos del programa último minuto, así como, para dotar al Banco de Alimentos de los medios materiales y humanos necesarios para mantener la actual red en el conjunto del Territorio Histórico de Gipuzkoa.
El Diputado de Medio Ambiente ha afirmado que con esta acción, se consiguen evidentes ventajas económicas, ambientales y sociales de acuerdo con lo que se conoce como desarrollo sostenible. “Por un lado, la recogida de estos excedentes en las entidades donantes evita su gestión como residuos, ahorrando costes; por otro, se evita el vertido de tales productos y, por último, se cumple con un fin social de importante alcance”, ha declarado Asensio
Desde un punto de vista económico, esta acción es sumamente efectiva, con un factor 10, esto es, por cada euro que la DFG subvencionó al Banco de Alimentos, se obtienen 10 en forma de alimentos frescos. Así la actividad ha ido en aumento desde el año 2007 hasta nuestros días, como se refleja en los datos adjuntos, lo que les ha permitido mejorar su sede de Oiartzun y abrir otra en Bergara, que entro en funcionamiento en 2011, cubriendo así todo el territorio guipuzcoano.
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