La primera edición del Congreso Internacional de Fútbol Femenino culmina con una intensa jornada en la que se han analizado los retos y oportunidades del fútbol femenino

Si algo ha quedado claro en esta segunda jornada del Congreso Internacional de Fútbol Femenino es que están consolidando los mimbres para garantizar un futuro exitoso de este deporte. Sin embargo, quedan muchos aspectos en los que la participación de las mujeres todavía no ha alcanzado el nivel óptimo. Las futbolistas han abierto la brecha y son altamente reconocidas. Pero el fútbol se juega dentro y fuera del campo y queda trabajo por hacer en estamentos como los entrenadores, el staff técnico o el arbitraje. Un dato que ejemplifica esta afirmación: en La Liga F tan solo hay dos entrenadoras.

En este sentido, Patricia Campos, exentrenadora de fútbol en EE. UU ha reflexionado sobre las barreras culturales: “Ha habido una evolución, pero el mundo sigue siendo machista. La palabra de una mujer en fútbol todavía pesa menos, incluso en debates técnicos”.

En esta jornada también se ha debatido sobre cómo quiere evolucionar el fútbol femenino. La árbitro, Olatz Rivera, considera que “Es necesario acercarse al fútbol masculino en términos de profesionalización, pero sin perder la esencia del fútbol femenino”.  Una esencia que ha descrito la exjugadora de la Real Sociedad, Aintzane Encinas, quien ha subrayado la necesidad de mantener la cercanía con el público como un valor distintivo del fútbol femenino: “Cada fin de semana, jugadoras de la Liga F se acercan a los niños y niñas que las admiran. Esos valores no deben perderse en el camino hacia la profesionalización”.

En la segunda mesa redonda, titulada “El Entrenamiento de Hoy en el Fútbol de Élite” ha estado protagonizada por Natalia Arroyo, exentrenadora de la Real Sociedad, y Juanjo Vila, entrenador del Madrid CFF y formador UEFA PRO. Ambos han reflexionado sobre la transformación del rol de los entrenadores en los últimos años, que ha pasado de unos perfiles más amateurs a equipos técnicos altamente especializados.

Sin embargo, ambos han coincidido en que la presencia femenina en los cuerpos técnicos sigue siendo insuficiente. La solución, en palabras de Natalia Arroyo es que “Lo esencial es la capacitación, independientemente del género. La estructura cambiará cuando se consoliden más casos de éxito en este ámbito”.

La importancia del cuidado emocional

Todas las personas presentes en el auditorio de Ficoba han seguido con especial interés la intervención de la reconocida psicóloga experta en equipos de alto rendimiento, Inma Puig, quien ha abordado la importancia de la gestión de las emociones en el rendimiento de cualquier equipo humano y cómo el cuidado emocional puede marcar la diferencia en el fútbol, y en la vida. Un cuidado emocional que se sustenta sobre tres pilares: escuchar, poner límites y reconocer.

Además, ha reflexionado sobre el impacto que tiene la mirada del otro en el desempeño de una persona: “Un mismo jugador puede rendir al máximo con un entrenador que lo valore y no dar lo mejor de sí con otro que no lo haga. La clave está en cómo nos miran y, más importante aún, en cómo decidimos que nos miren”. Según la psicóloga, el futuro del deporte –y de la sociedad en general– estará en manos de aquellos que no tengan coartada su creatividad ni su sensibilidad. Asimismo, ha sentenciado: “El pasado ha sido de los físicamente fuertes, pero el futuro pertenece a los sensibles”.

Un cambio que ya se percibe en el fútbol femenino

La mesa redonda sobre Los desafíos y oportunidades en el desarrollo del fútbol femenino ha inaugurado la sesión de tarde del congreso, y ha sido moderada por la conocida periodista deportiva Mónica Marchante. Lola Romero, directora del Atlético de Madrid Femenino, ha compartido su experiencia sobre la lucha por consolidar un proyecto sólido recordando una vivencia: “Cuando estuve de portera en el Coslada vino un presidente y se cargó el equipo femenino. Entonces fui al Atlético de Madrid e intentamos hacer un proyecto tan sólido que el capricho de una persona no se lo pudiera cargar. No hay día que la mujer no pelee por algo, pero tengo la suerte de haber vivido el cambio, de pasar de jugar en un campo de tierra a un estadio propio”.

Por su parte, Rosa María Fernández, representante de deportistas femeninas, ha incidido en las dificultades particulares de su labor: “Ser representante de mujeres futbolistas da más trabajo porque cuesta más encontrar patrocinadores y apoyos. Pero he vivido lo más impresionante de mi vida viendo a las capitanas y a las jóvenes luchando por mejorar desde diferentes perspectivas. Todo se entiende”.

Finalmente, Laura Gutiérrez, Guti, futbolista de la Liga F, ha señalado con entusiasmo la evolución del fútbol femenino: “Tengo 30 años y cuando empecé a jugar no conocía a ninguna jugadora. Me fascina ver a niños con camisetas de Aitana o Alexia. Porque que una niña las admire puede parecer normal, pero que un niño lleve sus nombres en la espalda es un cambio increíble”.

La violencia sexual y el abuso de poder en el fútbol

Moderada por la periodista Cristina Gallo, esta mesa redonda ha abordado una de las problemáticas más graves del deporte: la violencia sexual y el abuso de poder. En el debate han participado Eleonora Giovio, periodista de El País; Isabel Abella, abogada; Eukene Arana, CEO de Zain y experta en infancia; y Vero Boquete, capitana de la selección española, quien se ha conectado desde Italia.

Isabel Abella ha explicado que estas situaciones tienen una doble dimensión, deportiva y laboral, y destacó que la violencia sexual es una de las formas más persistentes de violencia machista: “No solo se produce en el ámbito físico, sino también en el digital”.

Eukene Arana, desde su especialización en la protección de menores, ha puesto el énfasis en la falta de conocimiento sobre derechos básicos: “Los menores no conocen sus derechos, y eso les hace vulnerables. Sin querer, podemos vulnerar esos derechos de forma negligente. La Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia (LOPIVI) ha sido un avance, pero su implementación en el ámbito deportivo aún tiene mucho camino por recorrer”.

Por su parte, Eleonora Giovio ha subrayado la falta de datos sobre este problema como un gran obstáculo para abordarlo: “Si no hay cifras, parece que el problema no existe. Pero los estudios indican lo contrario. Según el estudio Cases, el 78% de los deportistas menores han sufrido algún tipo de violencia antes de los 18 años. Esto es solo la punta del iceberg”.

Desde su experiencia, Vero Boquete ha destacado la necesidad de que las federaciones implementen protocolos eficaces: “He jugado en ocho países y esta problemática está en todas partes. Las federaciones deben estar preparadas para evitar problemas futuros y traumas que las víctimas cargarán toda su vida. Yo misma he visto abusos de poder y compañeras que han sufrido violencia sexual”.

El debate también ha puesto de manifiesto las lagunas existentes en los protocolos. Isabel Abella ha resaltado que “muchas veces, los responsables de igualdad o protección en los clubes no están suficientemente capacitados. Los protocolos deben ir acompañados de formación, no solo para los cuerpos técnicos, sino también para jugadoras, familias y directivos”.

Arana añadió un impactante ejemplo: “Imaginemos 50 estadios llenos de menores. Esa es la magnitud de quienes sufren violencia psicológica en su práctica deportiva”.

Finalmente, Eleonora Giovio y Vero Boquete coincidieron en que el miedo a las represalias dificulta las denuncias: “Las deportistas temen las consecuencias que pueda acarrear alzar la voz. Este miedo es real, y refleja un sistema que no está funcionando”, apuntó Boquete. Giovio agregó: “En nuestras investigaciones, lo que más duele es que las víctimas sienten que el sistema no va a cambiar. Hay un sistema al que no le interesa arreglar estas cosas. Terminamos protegiéndonos hacia dentro, y de eso las mujeres sabemos mucho. Hemos crecido desconfiando del sistema”.

Las instituciones y el fútbol femenino

Modelos de iniciación, estrategias para prevenir el abandono y la nueva gobernanza han centrado la mesa redonda con la que se ha cerrado el I Congreso Internacional de Fútbol femenino. Moderada por la periodista Iris Moreno, en ella han participado Garbiñe Etxeberria, directora Deportiva de la Real Sociedad Femenina, Goizane Álvarez, Diputada foral de Cultura, Cooperación, Juventud y Deportes, y Reyes Bellver, Abogada de Futpro.

El panel ha abordado los retos y estrategias necesarias para fortalecer el fútbol femenino desde una perspectiva integral, considerando modelos de iniciación, la prevención del abandono y la importancia de una gobernanza inclusiva y efectiva.

Goizane Álvarez ha destacado que ha llegado el momento de tomar decisiones basadas en todo lo aprendido: “Es necesario cuestionar políticas que no tienen el impacto deseado, cambiar la mirada para identificar qué debe cambiarse, qué debe mantenerse y qué es urgente impulsar”. Ha recalcado que el avance del fútbol femenino requiere un esfuerzo conjunto entre instituciones públicas y privadas, ejemplificando con el modelo de la Real Sociedad, que se basa en el cuidado y la eliminación de la presión competitiva en las etapas iniciales. “Dejar a los niños y niñas jugar libremente es fundamental para prevenir el abandono y fomentar un desarrollo saludable”, ha afirmado.

Por su parte, Garbiñe Etxeberria ha señalado que el fútbol guipuzcoano está bien estructurado y que las instituciones deben seguir caminando de la mano de los clubes. Reconoció la relevancia de fomentar valores desde temprana edad: “El deporte no debe enfocarse únicamente en alcanzar la élite. Se trata de que los niños y niñas crezcan como personas. Es un recorrido que requiere esfuerzo, y quedarse en el camino no significa fracasar”.

 Reyes Bellver: Derechos laborales y desafíos sistémicos. Desde su posición como abogada de Futpro, Reyes bellver ha incidido en la importancia de mejorar los derechos laborales de las futbolistas. Aunque el convenio colectivo representa un avance, aún queda mucho por hacer, especialmente en la transición post-carrera: “Es vital integrar a las deportistas retiradas en los estamentos del fútbol o del deporte en general. El sistema no ha encontrado una solución real para ello”. También resaltó que el principal problema no radica en la falta de normativas, sino en su aplicación: “El sistema falla cuando depende de personas que no están suficientemente formadas en áreas clave como menores, integridad física y psicológica. Este es el reto: profesionalizar y transversalizar la gestión en el fútbol”.