La Diputación homenajeará el sábado a 82 gudaris, la mayoría guipuzcoanos y sin reconocimiento institucional hasta la fecha

La Diputación Foral de Gipuzkoa homenajeará el sábado a 82 gudaris que están enterrados en una fosa común situada en el cementerio de Gernika, la mayoría guipuzcoanos. “Se trata de un episodio que ha permanecido casi en el olvido durante 80 años y, ahora que la historia ha llegado a nuestras manos, es hora de saldar la deuda que tenemos con ellos”, ha afirmado el diputado general, Markel Olano. Según ha recordado, estos hombres dieron su vida en defensa de valores como la libertad y la legitimidad democrática, ideas que están en la base de la sociedad actual. “Sacar a la luz y socializar la memoria de estos gudaris es el mejor homenaje que les podemos hacer”, ha destacado Olano.

El diputado general ha comparecido hoy en Donostia, acompañado de la directora foral de Convivencia y Derechos Humanos, Maribel Vaquero, para dar cuenta del acto del sábado. Según ha explicado, la cita será a las 12.00 en el cementerio de la villa foral, y los y las familiares de los gudaris serán los y las invitadas de honor. “Se ha hecho un gran trabajo para dar con las personas descendientes, y ellos y ellas serán las protagonistas el sábado”, han destacado los responsables forales, agradeciendo la labor llevada a cabo por las asociaciones memorialistas Erkibe y Gernikazarra. Durante el mismo se procederá a inaugurar un monolito que recogerá los nombres de los enterrados. Cabe reseñar que en el mismo cementerio de Gernika existe otra fosa común, donde yacen los restos de 270 gudaris fallecidos en el hospital militar de la localidad.

Olano, en su intervención, ha destacado que la mayoría de gudaris son en origen guipuzcoanos. “La mayoría eran miembro de los batallones Amaiur, Loiola, Intxarkundia y Saseta. El origen de estas unidades está en Gipuzkoa, y establecieron sus cuarteles en Gernika tras la toma de nuestro territorio por los franquistas”, ha explicado el diputado general. Los cuatro batallones mencionados pertenecían a EAJ/PNV y, por ello, la dirección del partido decidió en otoño de 1936 comprar varios nichos en el cementerio de dicha localidad, en previsión de las muertes que pudiesen tener estas unidades. “Quienes aquí yacen murieron en Legutio, Areces o en los combates de los montes de Bizkaia. Los cuerpos que se pudieron recuperar fueron traídos aquí y enterrados en los citados nichos”, ha explicado.

Sin embargo, durante el franquismo los cuerpos fueron sacados de las tumbas y éstas fueron puestas a la venta por el ayuntamiento. “Los restos de los gudaris fueron enterrados en una fosa común, apenas sin marcas. De no ser por el celo del enterrador, seguramente se hubiese perdido su rastro”, ha dicho Olano. “Trataron de borrar su marca de la historia pero, por fortuna, sin lograrlo. El acto del sábado quiere ser un hito que permita incorporar este episodio a la memoria colectiva de este pueblo”, ha añadido el responsable foral.

En total, el número de gudaris identificados en esta fosa común asciende a 82. La mayoría son guipuzcoanos, procedentes de 28 localidades distintas: Antzuola, Aretxabaleta, Arrasate, Bergara, Eskoriatza, Oñati, Eibar, Elgoibar, Deba, Soraluze, Azkoitia, Azpeitia, Zestoa, Getaria, Zarautz, Zumaia, Legazpi, Urretxu, Zumarraga, Donostia, Gabiria, Errenteria, Pasaia, Astigarraga, Andoain, Hernani, Usurbil y Hondarriba. Los otros diez proceden de Bizkaia, Navarra o Iparralde. “Algunas familias sí conocían el paradero de sus seres queridos, pero para otras muchas ha sido una gran sorpresa descubrir donde se encontraban”, ha explicado Olano.

Por último, Olano ha recordado que el acto del sábado se encuadra en el esfuerzo que está haciendo por recuperar la memoria histórica del territorio. Así, ha citado los reconocimientos a las personas trabajadoras represaliadas del ferrocarril del Urola, el homenaje a las mujeres expulsadas de los pueblos de Gipuzkoa durante la guerra, el acto en el que se rememoró la figura de Saseta o la muestra itinerante Emeek Emana, que recoge historias de mujeres que fueron víctimas de la represión franquista. “Se trata de un esfuerzo por completar nuestra memoria que tendrá continuidad en el tiempo”, ha remarcado Olano.