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La Diputación recibe a las niñas y niños de Chernóbil que pasarán el verano en Gipuzkoa

Markel Olano: “Son 67 menores que convivirán con 65 familias de acogida hasta septiembre, y en su gran mayoría repiten familia, que les da todo su cariño”.

El diputado general, Markel Olano, y la diputada de Políticas Sociales, Maite Peña, han recibido esta mañana en el palacio foral a una representación de las niñas y niños de Chernóbil, procedentes de Bielorrusia y Rusia, que han venido a pasar el verano a Gipuzkoa a través de la asociación Bikarte, cuyo lema es “No podemos cambiar el mundo pero sí podemos cambiar el mundo de un niño”. Así, los 67 menores, que convivirán con 65 familias de acogida de todo el territorio, permanecerán en Gipuzkoa hasta el 2 de septiembre, y en su gran mayoría -el 85%- repiten estancia y familia en tierras guipuzcoanas. Olano ha destacado que gracias a esta iniciativa y a la “gran solidaridad” de las familias guipuzcoanas que se prestan a ser familias de acogida, todas estas niñas y niños tienen la “oportunidad” de “alejarse de la zona afectada por unos meses. “Y además estas familias guipuzcoanas de acogida se vuelcan con ellas y ellos, dándoles todo el cariño y dedicación, como si fueran uno más de sus hijos o hijas. Y eso me llena de satisfacción”, ha añadido.

 

El acto ha contado con la participación del Coro Easo y la actuación del mago Txaborro, tras lo cual el diputado general y Maite Peña han repartido regalos a las niñas y niños, además de ofrecérseles un almuerzo en la planta de honor, frente al cuadro de San Ignacio de Loiola. Olano ha indicado que el idioma es “el menor de los problemas” para estas niñas y niños, ya que lo aprenden “muy rápido”. “De hecho hay varios que son totalmente bilingües. Lo normal es que hablen el idioma que se habla en la casa, sea euskera, castellano, o ambos”. En cuanto a las niñas y niños que vienen por primera vez, al principio se comunican por gestos y con un diccionarios que se les da, si bien también cuentan con traductoras de sus países.

En lo referente al accidente nuclear de Chernóbil, recordar que Bielorrusia se llevó el 70% de la radiación de la catástrofe, ya que debido a la dirección de la lluvia fue el país más afectado, seguido de Ucrania y de Rusia. Actualmente los niños nuevos bielorrusos que vienen a Gipuzkoa proceden de la región de Gomel, la zona más radiada y de aldeas muy humildes y situaciones muy desfavorecidas. “A los niños se les mide la radiación (Cesio 37) cuando salen para viajar con Bikarte y cuando regresan a su país. Esto les sirve para ver cómo les baja la radiación durante el programa de acogida”, ha subrayado Maite Peña, antes de explicar que las niñas y niños regresan a su país “con pena”, “unos a sus familias -en la mayor parte de ellos familias muy desestructuradas- y otros a los orfanatos donde viven, pero con la ilusión de regresar en poco tiempo -en la campaña de Navidad- a Gipuzkoa y al resto de Euskadi”.

Para finalizar, la diputada ha explicado que en el viaje de vuelta a Bielorrusia, dos personas de Bikarte viajan con ellos con objeto de “ver y conocer niños nuevos y su situación, para a continuación proceder a buscar posibles nuevas familias de acogida, algo que afortunadamente tenemos en Gipuzkoa, si bien hacen falta más para traer aún más niñas y niños de Chernóbil”.

A los niños se les mide la radiación (Cesio 37) cuando salen para viajar y cuando regresan a su país
  

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