Gipuzkoa incentiva las aportaciones de la ciudadanía a la ciencia básica con nuevas deducciones fiscales
Gipuzkoa incentiva las aportaciones de la ciudadanía a la ciencia básica con nuevas deducciones fiscales
Gipuzkoa incentiva las aportaciones de la ciudadanía a la ciencia básica con nuevas deducciones fiscales
Presenta un anteproyecto de Norma Foral con nuevos y potentes deducciones al mecenazgo de la investigación básica del territorio.
La Diputación Foral de Gipuzkoa ha presentado un anteproyecto de Norma Foral para impulsar el fomento del mecenazgo para la investigación básica. A través de este mecanismo, la institución foral activará una serie de nuevos y potentes incentivos tanto en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) como en el Impuesto sobre Sociedades para las aportaciones que tanto la ciudadanía como los agentes económicos y sociales quieran hacer a la investigación científica. “Queremos involucrar a la ciudadanía en la investigación científica. Así como la costumbre de hacer aportaciones a ONGs está muy extendida en nuestro territorio, con esta medida queremos promover una cultura similar de hacer aportaciones económicas a la ciencia”, ha explicado el diputado general, Markel Olano.
El responsable foral ha comparecido hoy ante los medios de comunicación junto al diputado foral de Hacienda y Finanzas, Jokin Perona, para dar cuenta de la normativa fiscal que está preparando la Hacienda guipuzcoana. El anteproyecto saldrá esta misma semana a exposición pública y está abierto a recoger aportaciones. Posteriormente, pasará por Consejo de Gobierno y, una vez aprobado aquí, proseguirá su tramitación en las Juntas Generales, donde primero será presentado en comisión y después será debatido y votado en sesión plenaria, que podría producirse a final de año. En cualquier caso, el periodo de vigencia de la norma comenzará el 1 de enero de 2023.
El mecenazgo podrá realizarse mediante las siguientes modalidades: donativos, donaciones, aportaciones y legados, o a través de convenios de colaboración empresarial. Así, tendrán la consideración de destinatarias del mecenazgo para la investigación básica los Centros de Investigación y de Excelencia (programa BERC) acreditados como Agentes de la Red Vasca de Ciencia, Tecnología e Innovación de Gipuzkoa, así como los grupos de investigación de las universidades radicados en Gipuzkoa. Según ha destacado el diputado general, el aprovechar el mecenazgo para impulsar la investigación científica es un esquema fiscal “vanguardista, pionero y novedoso”, de la que no se conocen casos similares.
En lo que respecta al beneficio fiscal generado por dicho mecenazgo, en el caso de las personas físicas conllevará una deducción en la cuota del 35% en el IRPF. Por ejemplo, un ciudadano o ciudadana que apoya con 1.000 euros un grupo de investigación, obtendrá una deducción de 350 euros. En el caso de las personas jurídicas, las cantidades invertidas en este tipo de mecenazgo tendrán la consideración de gastos deducibles a la hora de determinar la base imponible del Impuesto sobre Sociedades y, además, tendrán una deducción de la cuota líquida del impuesto del 20%. Por ejemplo, una empresa que apoya con 1.000 euros un grupo de investigación, tendrá un gasto deducible por esos 1.000 euros (que supone 240 euros de cuota) y una deducción de 200 euros. Es decir, en total supondrá 440 euros de beneficio fiscal.
El diputado general ha considerado la medida como “muy ambiciosa”, con la que Gipuzkoa deja clara una vez más su apuesta por la innovación y la ciencia, y con visión de futuro. “A nivel mundial, los territorios más avanzados son aquellos que cuentan con una ciencia básica productiva y fértil. Por tanto, impulsar una ciencia básica es un pilar básico para contar con una economía fuerte y seguir siendo un territorio innovador”, ha defendido. A su juicio, con esta medida, Gipuzkoa habilita para los grupos de investigación guipuzcoanos una herramienta de financiación “fundamental” para desarrollar sus ideas e investigaciones. “Les abrimos una puerta muy interesante, y al mismo tiempo, también abrimos la opción de atraer científicas y científicos de más alto nivel a los grupos de investigación que reciben el mecenazgo”, ha considerado.
Un buen punto de partida
El diputado general también ha recordado que la innovación y la investigación científica son dos características de la actividad económica de Gipuzkoa, en la que el territorio se encuentra bien situado. Según ha recordado, en 2020, el gasto en I+D respecto al PIB fue del 2,63% (Euskadi 2,08%; España 1,25%; EU28 2,15%) y, durante el mismo año, 12.503 personas trabajaban en innovación en Gipuzkoa, siendo el 65,7% de ellas personal investigador (8.222 personas). “En los dos casos, son dos indicadores que mantienen una tendencia positiva de crecimiento en los últimos años”, ha destacado. Junto a ello, ha remarcado que el territorio cuenta con una red de agentes “muy potente”: cinco universidades, centros tecnológicos referentes, BIC Gipuzkoa, cuatro centros de innovación básica (DIPC; Basque Center on Cognition, Brain and Language; Polymat; y el Centro de Física de Materiales), empresas punteras en diversos ámbitos de innovación...
“Gipuzkoa es un territorio de futuro, y para ello es indispensable seguir impulsando la innovación y la investigación. De hecho, el propio Etorkizuna Eraikiz, es un gigantesco ejercicio de innovación colectivo: entre todos y todas, queremos responder desde hoy a los retos de mañana”, ha recordado Olano. En ese esfuerzo, ha considerado que las universidades, los centros tecnológicos, la generación de conocimiento, el progreso científico… son elementos consustanciales para poder llevar a buen puerto el proceso. “La Diputación ha mostrado una importante sensibilidad en la labor de implementación e impulso de la investigación, el desarrollo y la innovación, tanto en su vertiente económica como social. Impulsamos constantemente medidas incentivadoras, tanto desde el ámbito fiscal como desde la vía de las subvenciones”, ha recordado.
Necesidad de financiar la investigación básica
En el ámbito fiscal, los responsables forales han destacado la inclusión año tras año de diferentes programas o actividades de investigación como prioritarias, con el objeto de recabar financiación privada a proyectos desarrollados en el Territorios Histórico de Gipuzkoa (Norma Foral 3/2004). Las aportaciones a estas actividades prioritarias se benefician de bonificaciones tributarias y, de la experiencia adquirida en los años de aplicación de esta medida, la Diputación ha observado que en el ámbito del I+D+I, la investigación básica es la rama que más dificultades de financiación sufre.
“Es por ello que resulta necesario proceder a realizar un esfuerzo aún mayor para promover la investigación básica de excelencia, a través de los Centros de Investigación Básica y de Excelencia y los grupos de investigación de las Universidades que, junto a la docencia, desarrollen las labores propias de investigación científica de excelencia”, han considerado los responsables forales. Con este propósito, la institución foral considera oportuno abrir vías permanentes de financiación del ámbito privado, para lo que el mecenazgo ha venido demostrando ser una herramienta útil en cuanto al logro de tal objetivo. “De ahí, la Norma Foral que os presentamos hoy”, han explicado.
Por último, Olano también ha destacado el esfuerzo realizado en el ámbito de la igualdad de mujeres y hombres. Los datos muestran una menor presencia de mujeres que de hombres en general (35,6% frente 64,4%) en el ámbito de la investigación, y en especial en el personal investigador (34,9%) y en el personal técnico (34,7%). De ahí que el anteproyecto de Norma Foral introduzca una serie de requisitos para que la entidad receptora pueda recibir la ayuda por mecenazgo: en el caso de los centros BERC, deberán disponer de un plan de igualdad, que recogerá la situación del centro en materia de igualdad, así como acciones destinadas a eliminar desigualdades entre mujeres y hombres. En el caso de los grupos de investigación de las universidades, estos deberán pertenecer al grupo A, una calificación que valora, entre otras cuestiones, el nivel de equilibrio de género.
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