Gipuzkoa necesita familias de acogida para 75 niñas, niños y adolescentes, 7 de ellas de carácter urgente

La Diputación Foral de Gipuzkoa ha presentado hoy su nueva campaña de sensibilización para animar a las familias del territorio a convertirse en familias de acogida. La diputada general, Eider Mendoza, junto con la diputada de Cuidados y Políticas Sociales, Maite Peña, y Ana, Eneritz, Asier, Ainara y Nekane, en representación a las familias de acogida, han dado a conocer esta iniciativa, que busca visibilizar la importancia del acogimiento y la necesidad urgente de más familias dispuestas a ofrecer un hogar a niños, niñas y adolescentes que lo necesitan.

Actualmente, en Gipuzkoa, 75 niños y niñas necesitan vivir con una familia de acogida, de los cuales 7 requieren una con carácter urgente. En total, la Diputación Foral de Gipuzkoa tutela a 848 menores, de los cuales 303 ya viven con familias de acogida.

La diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, ha destacado que las familias de acogida "encarnan los mejores valores" de Gipuzkoa, haciendo referencia al "significado profundo" que tiene en nuestra cultura abrir las puertas de casa a alguien. "Gipuzkoa es una comunidad solidaria y responsable, que vela por el bienestar integral de toda la ciudadanía, que se compromete y se organiza para proteger a las personas más vulnerables", ha recordado, para añadir que "garantizar el bienestar de las y los menores" es "una de las cosas más importantes que, mirando al futuro, podemos hacer como comunidad".

Por ello, ha mostrado su "agradecimiento y reconocimiento" a quienes han dado el paso de convertirse en familias de acogida. Además, ha animado a aquellas familias que tengan “curiosidad y voluntad de contribuir a la sociedad” que den el paso y se informen sobre esta posibilidad. "Las familias nos cuentan que la tarea de acogida conlleva desafíos, sin duda, pero que a la vez es una experiencia muy valiosa y positiva", resume.

Todas las familias pueden ser una familia de acogida

La nueva campaña presentada hoy rompe con los estereotipos sobre el acogimiento familiar y lanza un mensaje claro, así lo ha explicado Maite Peña, diputada de Cuidados y Políticas Sociales: “cualquier familia, independientemente de su tamaño o estructura, puede ser una familia de acogida. No importa si vives solo o si en tu hogar sois 2, 3, 4 o 5 personas. Lo esencial es que ningún niño o niña crezca solo”.

El programa de acogimiento familiar de la Diputación Foral de Gipuzkoa cumple este año 36 años, consolidándose como una figura de protección clave en el territorio. Maite Peña ha afirmado que “a lo largo de estos años, muchas familias han ofrecido un hogar a menores que, por diversas razones, no pueden vivir con sus familias biológicas, permitiéndoles crecer en un entorno afectivo y seguro mientras se mantiene el vínculo con sus familias de origen”.

Un teléfono que responde antes de llamar

Para facilitar el primer contacto de las familias interesadas en acoger, la campaña ha diseñado un número de teléfono simbólico basado en las respuestas de distintas familias cuando se les preguntó por sus modelo o miembros de familia: “el número es 6 8 2 5 5 4 4 3 3. Este número busca transmitir que todas las familias son válidas para acoger y que lo esencial es garantizar el bienestar de los menores”, señala da diputada de Cuidados y Políticas Sociales.

Así, ha señado que, "el acogimiento familiar es una de las mejores formas de garantizar el derecho de los niños y niñas a crecer en un entorno familiar. Con esta campaña queremos animar a más familias gipuzkoanas a dar el paso y ofrecer su hogar a quienes lo necesitan."

Las personas interesadas en conocer más sobre el programa de acogimiento familiar pueden contactar con la Diputación Foral de Gipuzkoa a través del número 682 554 433 o visitar la web oficial para obtener más información.

Modalidades de acogimiento familiar

Por último, Maite Peña ha recordado que el acogimiento familiar voluntario ofrece un hogar temporal o indefinido a niñas, niños y adolescentes que, por situaciones de riesgo o desprotección, no pueden vivir con su familia de origen: “su objetivo es proporcionarles estabilidad y bienestar en familias extensas o ajenas que les brinden afecto y cubran sus necesidades”. 

Ser familia de acogida implica, de manera altruista, integrar a la persona menor de edad como un miembro más del hogar, garantizando su desarrollo emocional, físico y social en colaboración con la administración. Recuerda que, “no es una adopción ni un paso previo a ella, sino una medida de protección basada en el compromiso, el respeto por la historia del menor y la posibilidad de mantener la relación con su familia biológica cuando sea beneficioso”. 

Existen tres tipos de acogimiento: de urgencia, con una duración máxima de seis meses para situaciones de evaluación inmediata; temporal, de hasta dos años, para menores cuya familia de origen tiene posibilidades de recuperación; y permanente, cuando no hay previsión de retorno en un plazo corto. Al alcanzar la mayoría de edad, la convivencia puede continuar si ambas partes lo desean, con apoyo en la transición a la vida adulta. 

Cualquier persona o familia que cumpla con los requisitos de estabilidad, salud, entorno favorable, empatía y compromiso puede solicitar ser familia de acogida. Esta medida es clave para ofrecer a la infancia vulnerable un entorno de protección, afecto y oportunidades para su futuro.