Ruta de navegación

Publicador de contenidos

Atrás Gipuzkoa fija su hoja de ruta de los próximos dos años para reforzar las políticas sociales

Gipuzkoa fija su hoja de ruta de los próximos dos años para reforzar las políticas sociales

Tras el proceso de contraste con diversos agentes, la Diputación Foral de Gipuzkoa ha diseñado un plan de acción con 37 actuaciones y 65 acciones concretas, en el marco de la Agenda Gipuzkoa 2020>2030.

Tras una primera presentación en las Juntas Generales de Gipuzkoa el pasado 26 de abril, la diputada foral de Políticas Sociales, Maite Peña, ha expuesto hoy, en el mismo foro, el Plan de Acción 2021-2023 que, en el marco de la estrategia Agenda Gipuzkoa 2020>2030, busca “posicionar a Gipuzkoa en la vanguardia de los cuidados” a través de respuestas compartidas a los retos sociales actuales y de futuro. “A través de esta estrategia y desde una perspectiva compartida, queremos reforzar las políticas sociales del territorio, que sean capaces de acelerar el proceso de generación de ecosistemas locales de cuidados, el fortalecimiento del modelo residencial y el refuerzo del sistema de gestión de la pandemia, entre otras prioridades”, ha subrayado la diputada.

El diseño de la Agenda 2020>2030, parte de la necesidad de ofrecer “respuestas compartidas” a los problemas derivados de la crisis de la COVID-19, y de la capacidad como territorio de dibujar los escenarios que se configuran en la post-pandemia. Para ello, se han marcado tres dimensiones de las políticas sociales de transición, a corto, medio y largo plazo: “A corto plazo, una agenda de contingencia ligada a la emergencia de la COVID-19; una agenda de estabilización ligada a la necesidad de garantizar la calidad de vida de las personas usuarias a medio plazo; y una agenda de transiciones a largo plazo, ligada a la innovación”, ha explicado Peña, y ha defendido que la principal innovación que introduce la Agenda Gipuzkoa 2020>2030 es que relaciona las políticas sociales con la gestión de la transición.

“La transición demográfica, con el consecuente envejecimiento de la población, es el principal desafío que afrontamos como territorio”. Maite Peña ha defendido que las respuestas a los retos del futuro no vendrán exclusivamente de las herramientas habituales, por eso, “la Agenda Gipuzkoa 2020>2030 se incorpora en una nueva forma de hacer política, en el marco de Etorkizuna Eraikiz, y en coordinación con Adinberri”, porque se busca detectar y anticipar colectivamente los retos sociales futuros del territorio, diseñar la manera de afrontarlos, experimentar posibles respuestas en entornos reales y aplicar los resultados a las políticas públicas.

La diputada ha recordado en los últimos dos meses se han generado diversos grupos de contraste para el debate y recogida de aportaciones a la estrategia, a través de cuestionarios y reuniones de consenso. Además de los grupos junteros, se ha trabajado de la mano de las personas usuarias y familiares de diversos recursos sociales, las personas profesionales, gestoras de los centros, personas expertas, consejos territoriales, sindicatos, asociaciones empresariales y otras instituciones y entidades públicas. “El objetivo es que esta Agenda 2020>2030, nos marque una hoja de ruta al conjunto del territorio de Gipuzkoa para que seamos capaces de responder con solvencia a los retos de futuro, además de seguir construyendo un territorio cada vez menos desigual y más solidario”, ha apuntado la diputada.

Tras la presentación del Plan de Acción 2021-2023 en las Juntas Generales de Gipuzkoa, la diputada ha puntualizado que se remitirá el documento elaborado a todos los grupos de contraste con los que se ha venido trabajando “para poder recoger sus últimas aportaciones”. De tal manera que el documento definitivo se presentará a lo largo del mes de septiembre, “incorporando, en su caso, las contribuciones realizadas”.

10 ejes, 37 actuaciones y 65 acciones

“La pandemia de la COVID-19 ha impulsado un nuevo escenario para las políticas sociales y debemos tomarlo como una oportunidad para seguir creciendo, ya que esta crisis nos ha puesto sobre la mesa las fortalezas y debilidades del modelo de atención y cuidados”. Para ello, en palabras de Peña, tras un exhaustivo análisis y del proceso participativo, “hemos determinado una hoja de ruta con 10 ejes de actuación, sobre los que se sustentan las 37 actuaciones y las 65 acciones que acometeremos en los próximos dos años”.

El Plan de Acción, al igual que la propia Agenda 2020>2030, se estructura en tres tipos de políticas sociales, de contingencia (corto plazo), de estabilización (medio plazo) e de innovación (largo plazo). Las de corto plazo, tienen como propósito atender la emergencia sociosanitaria, a través del soporte a la gestión sociosanitaria, psico-social y a la adecuación de la red de recursos a la evolución de las necesidades sociales. Para ello, entre las actuaciones más relevantes destacan el suministro de equipos de protección, la actualización del régimen de visitas en las residencias, el impulso de las conexiones de las residencias con la comunidad, así como el análisis de las nuevas necesidades sociales derivadas de la COVID-19 y la adaptación de los centros a la nueva situación generada por la pandemia.

En el medio plazo, se quiere lograr la estabilización de la calidad de vida de las personas usuarias de los servicios sociales, y para impulsar esas políticas se buscará mejorar la oferta de servicios y recursos sociales, el bienestar de las personas usuarias, se fomentará la digitalización en los cuidados y se implementará una estrategia de comunicación social. En concreto, se acometerá una adecuación progresiva de los cuidados de larga duración al nuevo modelo de atención, se mejorarán los apoyos al cuidado emocional y relacional de las personas usuarias y trabajadoras de las residencias, se potenciará la interoperabilidad de los diferentes ecosistemas locales de cuidados, y se promoverá una plataforma de aprendizaje e intercambio de conocimiento entre diferentes recursos sociales, entre otras actuaciones.

Las políticas sociales de innovación, enfocadas en el largo plazo, se refieren al desarrollo de una agenda de transiciones a través de proyectos de innovación social y el fomento de ecosistemas locales de cuidados. Para ello, con el objetivo de seguir ahondando en el futuro de los cuidados de larga duración, se seguirán desarrollando espacios de participación para reforzar el modelo de atención y cuidados como, por ejemplo, el diálogo social con entidades del tercer sector, el Etorkizuna Eraikiz Think Tank, y un nuevo grupo de trabajo sobre la personalización de los cuidados. Además, se desplegarán en los próximos meses nuevos planes de inclusión social, para la prevención y atención a la desprotección infantil, un nuevo modelo de atención a víctimas de violencia machista, una estrategia territorial hacia un nuevo modelo de atención en el domicilio, un modelo para la promoción de participación de personas con discapacidad, además de una estrategia territorial ante las soledades.

Todo ello, ha remarcado Maite Peña, gracias a un nuevo sistema territorial de evaluación “co-participado y compartido”, organizado en una red de nodos liderado por el departamento de Políticas Sociales, “y que se incorporará en la toma de decisiones y en el diseño de las políticas sociales”. La diputada ha concluido remarcando que, como complemento a las 37 actuaciones, se añade una última actuación de carácter transversal con impacto en todas las anteriores: el fomento de la igualdad de género y lingüística.

  

1884