Ayudas a los municipios pequeños para adaptar su planeamiento a la lucha contra el cambio climático
Ayudas a los municipios pequeños para adaptar su planeamiento a la lucha contra el cambio climático
Se recuperan ayudas a ayuntamientos menores de 10.000 habitantes, de 261.000 euros.
El departamento de Movilidad y Ordenación del Territorio recupera, después de una década, ayudas por valor de 261.000 euros a ayuntamientos menores de 10.000 habitantes para actualizar su planeamiento y adaptarse a la estrategia GipuzkoaKlima 2050.
La diputada socialista de Movilidad y Ordenación del Territorio Marisol Garmendia ha presentado las ayudas que su departamento va a destinar a los municipios guipuzcoanos menores de 10.000 habitantes, que están acometiendo la revisión del planeamiento urbanístico para ajustarse a la normativa vigente, incluyendo dos aspectos novedosos: programas de intervención para regenerar áreas degradadas y medidas que tengan en cuenta las políticas de lucha contra el cambio climático.
El departamento de Movilidad y Ordenación del Territorio recupera, después de una década, estas ayudas al planeamiento de municipios pequeños, que cuentan en 2018 con un presupuesto de 261.000 euros. Tal y como señala la diputada Marisol Garmendia “tenemos que ser conscientes de que desde el urbanismo y el planeamiento del suelo, también se puede trabajar en la lucha contra el cambio climático. La Diputación Foral de Gipuzkoa, desde el departamento de Medio Ambiente, cuenta con la estrategia GipuzkoaKlima 2050, que incide en las políticas transversales de sostenibilidad y lucha contra el cambio climático y el urbanismo es una de ellas. Es un problema y un reto global pero que incide directamente en lo local; por eso queremos contribuir a que los municipios pequeños de Gipuzkoa empiecen a trabajar en esa clave de urbanismo sostenible”.
El planeamiento urbanístico es la herramienta fundamental para actuar sobre el territorio. De esta manera si queremos hacer frente a las consecuencias derivadas de la crisis económica, la degradación del territorio o del cambio climático, la ordenación del territorio es una herramienta necesaria tanto para prevenir, como para paliar sus efectos. Según subraya Marisol Garmendia “es precisamente en esta clave de sostenibilidad, de actuación posible en zonas degradadas que han quedado sin uso tras la crisis industrial y de lucha contra el cambio climático donde reside el elemento novedoso de estas ayudas, ya que se pide a los municipios que la variable “adaptación y/o mitigación de los efectos del cambio climático” esté presente en la planificación urbana”.
La diputada de Movilidad y Ordenación del Territorio recuerda que “Gipuzkoa, con sus casi 2.000 kilómetros cuadrados, tiene la mayor parte de su suelo no calificado, es decir, que es suelo no urbanizable. Pero, por contra, la mayor parte de la población guipuzcoana se concentra en una mínima porción de suelo calificado como urbano, fundamentalmente en la costa, un 61% de la población. Desde el departamento de Ordenación del Territorio queremos ayudar a los ayuntamientos más pequeños, de menos de 10.000 habitantes, que son los que menos recursos técnicos y presupuestarios tienen, a incorporar sus decisiones urbanísticas a la estrategia de lucha contra el cambio climático”.
Dentro de la estrategia GipuzkoaKlima 2050, los departamentos forales de Movilidad y Ordenación del Territorio y Medio Ambiente liderados por Marisol Garmendia y José Ignacio Asensio, respectivamente, están trabajando conjuntamente en actuaciones y políticas diversas, entre ellas, la elaboración de una herramienta informática para la valoración de los efectos del cambio climático en el Planeamiento Urbanístico de Gipuzkoa.
Esta herramienta, que fue presentada recientemente en una jornada técnica en San Sebastián en la que participaron medio centenar de técnicos, arquitectos y urbanistas de ayuntamientos guipuzcoanos, tiene por objetivo ayudar y facilitar a los ayuntamientos del territorio, la integración del Cambio Climático en el ámbito de actuación municipal.
Según señala la diputada Garmendia, “buscamos un urbanísimo pensando en las personas, un modelo de urbanismo que permita una actuación integral en busca de la sostenibilidad ambiental, el crecimiento económico sostenible y la cohesión social. Por ello, vemos necesario plantear estrategias de regeneración urbana y de adaptación y mitigación de las consecuencias del cambio climático”.
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