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La Diputación refuerza las ayudas al tercer sector

Destinará 1.200.000 euros a la convocatoria de subvenciones para entidades del ámbito de los servicios sociales.

16/01/2018
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El Consejo de Gobierno ha aprobado la convocatoria de subvenciones destinadas a entidades sin ánimo de lucro que desarrollan su labor en el ámbito de los servicios sociales en Gipuzkoa, a la que destinará un total de 1.200.000 euros, con las siguientes líneas de actuación: programas de intervención social -860.000 euros-, prevención y sensibilización -250.000 euros-; proyectos de investigación e innovación para identificar necesidades sociales emergentes y formas de atención social -40.000 euros-; y adquisición de equipamiento -50.000 euros-.

Según ha explicado el portavoz foral Imanol Lasa, estas ayudas tienen por objeto prestar apoyo a las asociaciones que trabajan con personas y colectivos en situación de desprotección: dependencia y/o discapacidad, menores desprotegidos, personas mayores y víctimas de violencia machista. También a aquellas entidades que trabajan en el ámbito de la inserción social, la familia o el voluntariado. La Diputación ha destinado a la convocatoria de este año 150.000 euros más que a la de 2017, con el fin de seguir reforzando los proyectos relacionados con la inclusión social, dentro del plan Elkar-EKIN y del objetivo estratégico de hacer de Gipuzkoa uno de los territorios con menor desigualdad social de Europa.

El año pasado, la convocatoria permitió en marcha 236 programas de la mano de 107 asociaciones de Gipuzkoa que trabajan en los siguientes ámbitos: discapacidad y/o dependencia -64-, personas mayores -5-, familia -1-, infancia y adolescencia -6-, inserción social -28-, mujeres víctimas de violencia machista -1-, voluntariado -1- y otros         -1-.

Dentro de los programas de intervención social, la línea prioritaria y con mayor dotación económica, se contemplan, entre otras acciones, la acogida, acompañamiento y orientación a recursos; los grupos de autoayuda; la atención psicológica individual y grupal; el asesoramiento jurídico; las actividades de socialización comunitaria en colectivos en dificultad; la atención integral; y la organización de cursos de formación destinados a socios, colaboradores y personas interesadas en la problemática a tratar, así como la asistencia a los mismos.

En cuanto a la línea destinada a fomentar proyectos de investigación, entre otros objetivos, está el de identificar y dimensionar necesidades sociales emergentes, susceptibles de ser atendidas desde los servicios sociales, y  poner en práctica formas de intervención social novedosas con personas, familias y colectivos. “La innovación no debe limitarse al ámbito económico o científico, sino que también en política social, es fundamental experimentar, adelantarse  al futuro y probar nuevas formas de trabajo, tal y como estamos haciendo con Etorkizuna Eraikiz”,  ha señalado Lasa. 

En la convocatoria de este año, la Diputación volverá a poner el foco en los programas para apoyar a las personas en exclusión social o en riesgo de padecerla, ya que el empleo es “la mejor vía para la inclusión y la integración, en la medida en que abre la puerta a proyecto de vida digno y autónomo”. Ha recordado que gracias al plan Elkar-EKIN, 245 personas han encontrado empleo, 3.000 se han beneficiado del mismo, y que se prevé llegar a 4.000 durante 2018. Según el último informe, 11.200 guipuzcoanas y guipuzcoanos han salido de la pobreza desde 2014, pero Lasa ha advertido de que hay que “seguir trabajando y reforzando nuestro modelo de protección social, nuestra red de seguridad”, para hacer frente a fenómenos como la “cronificación” de los casos más severos. 

Toda la información se publicará próximamente en el BOG y estará disponible en la sede electrónica de la Diputación (www.gfaegoitza.eus). El plazo de presentación de solicitudes será de un mes, a partir de la publicación de las bases. El portavoz foral ha destacado que   las entidades y asociaciones de iniciativa social, “muchas de ellas de pequeño tamaño”, son piezas indispensables “de un sistema de atención social, el guipuzcoano, pionero. Las instituciones debemos ir de su mano, por su cercanía, porque llegan donde la administración no puede llegar, y conocen la realidad a pie de calle y las necesidades concretas que existen”. A este respecto, la Diputación tiene convenios de colaboración estables con 50 asociaciones del tercer sector Gipuzkoa, y apoya a través de ayudas a otras más de 120, muchas de ellas de pequeño tamaño.

A juicio del portavoz foral, el modelo de atención social de Gipuzkoa tiene dos rasgos esenciales y distintivos que lo han llevado a convertirse en “referente”.   “Por un lado, la colaboración con el tercer sector como base para hacer frente al futuro de manera colectiva y conseguir una sociedad cohesionada social y económicamente.  No se puede sustituir la iniciativa social; hay que complementarla, porque la manera más eficaz de afrontar problemas y retos que nos afectan a todos es, precisamente, sumar esfuerzos y aunar voluntades.  Y por otro,  una atención centrada en la persona, en su calidad de vida, en su dignidad, y en la convicción de que nadie puede quedar atrás, y de que todos y todas podemos vernos en situaciones así. Es esa convicción la que debe seguir construyendo la Gipuzkoa del futuro”, ha concluido.

Centro de Recursos Pedagógicos en Derechos Humanos

Asimismo, el Consejo ha dado el visto bueno al convenio de colaboración a suscribir entre la Diputación Foral, el Gobierno Vasco y el Ayuntamiento de San Sebastián para el desarrollo de la fase piloto del proyecto del Centro de Recursos Pedagógicos en Derechos Humanos de Aiete.  La Diputación realizará una aportación de 67.500 euros al Ayuntamiento, repartida en dos ejercicios presupuestarios -2018-19-. Este centro sistematizará los recursos pedagógicos al servicio de la divulgación de los derechos humanos. Se concibe como una pieza complementaria de las infraestructuras de memoria, convivencia y derechos humanos existentes ya en Euskadi.

El proyecto tiene como misión fomentar una comunidad informada, en la que la ciudadanía tenga la posibilidad de conocer y comprender sus derechos y sea capaz de promover su ejercicio en la práctica del día a día, así como ser conscientes de las vulneraciones de derechos humanos e injusticias pasadas y presentes, siendo capaces de dar una respuesta de futuro centrada en la convivencia pacífica en la diversidad.

Para ello, coincidiendo las tres instituciones implicadas en la defensa de los principios de los derechos humanos y la cultura de paz, trabajarán conjuntamente para hacer realidad el Centro, que estará enmarcado en el Palacio de Aiete en San Sebastián, un referente en la promoción de la cultura de paz y los derechos humanos. Para la puesta en marcha de este proyecto, se contará con una fase piloto (2018-2019), que sentará las claves de funcionamiento y trabajo del Centro, al final de la cual las tres instituciones en conjunto decidirán las diferentes posibilidades de futuro para esta iniciativa, basándose en una evaluación de las actividades realizadas y sus resultados. 

  

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