Basotik trabaja ya con más de 200 personas propietarias interesadas, con la gestión forestal sostenible como objetivo

La Diputación Foral ha presentado esta mañana los primeros resultados de la Fundación Basotik. Una iniciativa pública puesta en marcha con el objetivo de avanzar en el cuidado y la gestión sostenible de los bosques de Gipuzkoa de una manera colaborativa. Desde que el proyecto diera sus primeros pasos con la constitución de la Fundación en 2022, más de 200 personas propietarias se han interesado por esta iniciativa, lo que se traduce en un total de más de 2.200 hectáreas. En esta línea, la fundación prevé realizar un diagnóstico de 1.800 hectáreas en 2024 a fin de poder formalizar los contratos correspondientes para garantizar el cuidado y gestión de los bosques, y evitar así su abandono. Ya se han analizado las 400 hectáreas restantes de estas peticiones y se ha comenzado a preparar las propuestas correspondientes y a hacerlas llegar a las personas propietarias.

La diputada general Eider Mendoza ha participado hoy en el acto de presentación de la Fundación realizado en Legazpi, donde ha destacado que “los bosques son un patrimonio de Gipuzkoa fundamental para nuestro equilibrio y nuestro bienestar, en el ámbito económico, social y medioambiental. Forman parte de nuestro paisaje, de nuestro ocio, de nuestro hábitat natural. Nos proporcionan un recurso renovable como la madera, son un pulmón para hacer frente al cambio climático, previenen la erosión y garantizan nuestro equilibrio hidrológico, entre otras aportaciones”. Sin embargo, ha matizado que el abandono ha supuesto “una reducción de la superficie forestal y un aumento de los bosques sin gestionar. Llevamos mucho tiempo trabajando con los propietarios y propietarias, pero la situación actual exige que demos un paso más y que pongamos en marcha nuevas iniciativas, ambiciosas, a largo plazo y con visión de futuro”.

Mendoza, que ha estado acompañada por el diputado de Equilibrio Territorial Verde Xabier Arruti, el director general de la Fundación Basotik Jon Ander Ostolaza, y Jose Mari Ibabe, propietario de uno de los bosques gestionados por la Fundación, ha recalcado que “la falta de relevo generacional, la incapacidad de poder continuar cuidando como antes los terrenos, la propagación de enfermedades en nuestros árboles o el aumento de la maleza en la superficie forestal, y como consecuencia de esto último, el incremento del riesgo de generación de incendios, plantean un escenario complejo. Desde la Diputación queremos afrontarlo con la firme voluntad de abrir una nueva etapa en la gestión forestal colectiva y sostenible, basándonos, también aquí, en los modelos de los países más avanzados de Europa, pero adaptado a nuestra realidad”.

En ese sentido, según ha indicado, Basotik es una iniciativa pionera para “evitar el abandono de los bosques y avanzar en la gestión sostenible”. “Con su puesta en marcha,

en colaboración con las y los propietarios forestales, con cada árbol que plantemos y cuidemos, Gipuzkoa dará un paso más para garantizar el futuro de nuestros bosques, un paso más en contra del cambio climático, un paso más en favor de la gestión sostenible de los bosques”, ha recalcado.

El 80% de los bosques de Gipuzkoa es de titularidad privada, con un total de 9.700 explotaciones cuya extensión no supera las 20 hectáreas en el 97% de los casos. El 60% de las personas propietarias tiene más de 60 años. A esto hay que añadirle la evolución hacia una sociedad cada vez más urbana y más alejada del medio rural, que conlleva una falta de relevo generacional. Cabe destacar que la rentabilidad de las explotaciones se materializa muy a largo plazo, y que el pequeño tamaño de las propiedades es un factor añadido que la dificulta. A lo que hay que sumar el impacto de la banda marrón, que ha afectado a más del 40% de la superficie de pino radiata plantada, suponiendo esta especie el 30% de la superficie forestal total del territorio. Basotik propone a los y las propietarias que cedan la guarda y gestión de los bosques, manteniendo la propiedad del terreno, y delegando su cuidado a cambio de una compensación económica.

Según ha explicado el director general de Basotik, Jon Ander Ostolaza, las personas que han contactado con la Fundación “vienen generalmente preocupadas por la incapacidad de poder gestionar sus bosques o porque temen por el futuro de su superficie forestal. Esta fórmula les proporciona seguridad y tranquilidad a la hora de garantizar el cuidado y la viabilidad de sus bosques tanto en la actualidad como de cara a futuro. Supone por tanto una alternativa atractiva frente a la gestión individual, ya que les permitirá delegar en la Fundación su gestión integral: plantación, limpieza, transformación, comercialización… y anticipar y garantizar un retorno económico”.

En cuanto a las condiciones de la cesión, Ostolaza ha relatado que la duración del contrato depende de cada caso. Así, por ejemplo, la Fundación acaba de firmar un contrato de 150 años de vigencia. “Se trata de un caso en el que se prevé plantar roble Quercus Petraea, una especie autóctona propia de la zona del Alto Urola, de crecimiento lento. Concretamente, se plantarán plantas nacidas de bellotas recogidas de robles del entorno, garantizando así la continuidad de una especie autóctona. Estas plantas han sido cuidadas en los viveros de la Diputación Foral, y la plantación durará 2 años porque no hay ejemplares suficientes, pero se ha priorizado esa opción frente a la de especies foráneas”.

Reuniones informativas en los municipios de Gipuzkoa

Los perfiles que se han interesado por la iniciativa son dispares. “Hay quienes han heredado un bosque y carecen de conocimientos en lo que a su gestión se refiere; otras personas lo han intentado, pero han fallado en su cuidado y frente al abandono del proyecto han optado por acercarse a la Fundación; en otros casos, para evitar ‘cargar’ a futuras generaciones con esa responsabilidad han encontrado una alternativa factible en Basotik”.

Un ejemplo de ello es el caso de Jose Mari Ibabe, de Bergara, quien dispone de seis hectáreas de superficie forestal de un pinar afectado por la banda marrón. “Hasta ahora he sido yo quien se ha encargado de la gestión del bosque, pero a falta de relevo generacional para poder cuidar del mismo he recurrido a la fundación” ha explicado esta mañana.

Con el fin de socializar la iniciativa y explicar directamente los detalles de la misma, Basotik ha puesto en marcha una serie de encuentros informativos en distintos municipios de Gipuzkoa, en los que las personas interesadas podrán obtener información de primera mano y aclarar cualquier duda que tengan. La agenda prevista es la siguiente:

· Legazpi: Jueves, 7 de marzo, a las 19:00 h en la Villa Agirretxeberri.

· Beasain: Martes, 12 de marzo, a las 19:00 h en el Conjunto Monumental Igartza.

· Elgoibar: Miércoles, 13 de marzo, a las 19:00 h en el Centro Cultural Aita Agirre.

· Tolosa: Martes, 19 de marzo, a las 19:00 h en la Casa de la Cultura.

· Aretxabaleta: Miércoles, 20 de marzo, a las 19:00 h en el Centro Cultural Arkupe.

· Azkoitia: Jueves, 21 de marzo a las 19:00 h en el Centro Zubiaurre Elkargunea.

· San Sebastián: Martes, 26 de marzo, a las 19:00 h en la Diputación Foral de Gipuzkoa.

 

Sobre la Fundación

BSTK Fundazioa es una fundación pública participada al 100% por la Diputación Foral de Gipuzkoa, que tiene como objetivo evitar el abandono de los bosques de Gipuzkoa ofreciendo a los propietarios forestales un servicio de cuidado sostenible desde una perspectiva de país, que más allá de aspectos económicos tenga en cuenta criterios medioambientales y de sostenibilidad.

La idea surge como respuesta ante la necesidad de cuidar la biodiversidad y patrimonio natural, en la lucha contra el cambio climático y ante el abandono que sufre nuestra superficie forestal que en gran parte es de gestión privada. La fundación trabajará así en la preservación de los bosques mediante la aplicación de las técnicas silvícolas que optimizan el estado de la masa forestal, manteniendo la diversidad de las especies arbóreas, preservando la fauna y flora guipuzcoana, cuidando la calidad del agua corriente natural de los montes y adoptando medidas de protección contra incendios y enfermedades.