Asensio quiere para Gipuzkoa el modelo europeo de tratamiento de residuos con vertido 0

El diputado de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio ha asegurado hoy en el Pleno de las Juntas Generales de Gipuzkoa que la “mala gestión” de Bildu en la pasada Legislatura ha provocado un quebranto económico. “La paralización de las infraestructuras ha costado a los ciudadanos un coste de más de 40 millones de euros  y un gravísimo daño ambiental que está teniendo repercusiones a medio y largo plazo tras la paralización de las infraestructuras de gestión que el tratamiento de los residuos exige”, ha dicho. Asimismo, la gestión de Bildu ha supuesto no cumplir la Norma Foral del Plan Integral de Residuos Urbanos (PIGRUG) y no aportar ninguna alternativa.

Asensio ha explicado que actualmente la Diputación y concretamente el Departamento de Medio Ambiente está tratando de dar una solución a la gestión de residuos dentro del territorio, pero, a su vez, está teniendo que dar una solución urgente que busca que “Gipuzkoa no se ahogue en su propia basura”. Asensio ha asegurado que la Diputación está apostando por el modelo europeo de tratamiento de los residuos, es decir, por la valorización energética, como hace la Europa “más avanzada” en esta cuestión. “Esta Diputación - ha dicho- ha puesto fecha de caducidad al vertido en nuestro territorio”.

El diputado foral ha insistido en que “solo” hay dos modelos para tratar los residuos. La valorización energética o el modelo de Bildu que es el de los vertederos, lo que supone un retroceso medioambiental, además de “vulnerar la jerarquía comunitaria”.

Ha defendido que Gipuzkoa camina hacia el modelo de Alemania. Su modelo de gestión de residuos, que es “excelente” para este Territorio, nos muestra la ecuación que Asensio quiere para este territorio. “Reciclaje, 64%, valorización, 34-35%”, alcanzando el vertido 0.

Ha explicado que antes de acudir a Cantabria, la Diputación Foral de Gipuzkoa intentó que el residuo que no se podía tratar en nuestro territorio, y que por tanto, había riesgo de que no fuera recogido de las calles, fuera trasladado a Álava y a Bizkaia. Con Álava fue imposible porque sólo estaban dispuestos a aceptar 500 toneladas, lo que resultaba a todas luces insuficiente.

Bizkaia tampoco tiene capacidad para recibir el residuo guipuzcoano porque el vertedero de Artigas está cerrado para año y medio y para dar respuesta a su propio residuo han tenido que activar el vertedero de Jata.

Así las cosas, la alternativa más cercana era la de trasladar al vertedero de Cantabria el residuo que de momento Gipuzkoa es incapaz de tratar.