Homenaje a Juan Azkarate, único superviviente vivo de la Marina Auxiliar de Euzkadi
Homenaje a Juan Azkarate, único superviviente vivo de la Marina Auxiliar de Euzkadi
La Diputación le ha obsequiado con una ikurriña como símbolo de aquel primer Gobierno Vasco que reunió distintas sensibilidades al servicio de la libertad
- Denis Itxaso: “Juan representa la defensa de unos valores que son referencia para el progreso y la convivencia: la libertad, la justicia y la solidaridad”
- La Diputación le ha obsequiado con una ikurriña como símbolo de aquel primer Gobierno Vasco que reunió distintas sensibilidades al servicio de las instituciones y de la libertad
Coincidiendo con el 80 aniversario de la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi, la Diputación ha homenajeado hoy en el Museo Naval al único superviviente, al bermeotarra de 94 años Juan Azkarate,
“Juan Azkarate y la Marina Auxiliar de Euskadi forman parte de nuestra memoria histórica que es una historia de valores. Es la historia de la defensa de la libertad, de nuestras instituciones, las instituciones vascas y de la justicia, contra aquellos que se rebelaron contra la legalidad e hicieron una guerra para imponerse por la fuerza”, ha dicho el Diputado de Cultura, Denis Itxaso. En el acto han participado el homenajeado Juan Azkarate, Jaime del Río, de la Asociación Matxitxako y Soco Romano, responsable del Untzi museoa.
En su intervención Itxaso ha destacado que en aquellas dramáticas circunstancias, actuaciones como las de Azkarate que en aquel entonces era casi un niño “le remueve a uno por dentro pero, a la vez, nos hace sentir admiración por los que siendo tan jóvenes se comprometieron con la libertad”.
Juan Azkarate, un chaval de 14 años, se presentó voluntario para formar parte de la Marina de Euskadi, un cuerpo formado por arrantzales y pesqueros reconvertidos en barcos de guerra. Estos bous con medios precarios e izando la ikurriña y la bandera republicana, se hicieron a la mar para defender el Cantábrico de la armada franquista. En el desarrollo de su labor prestaron labores de escolta y protección frente a verdaderos buques de guerra, en un enfrentamiento que podría compararse, por su desigualdad, en palabras de Itxaso, al de David contra Goliat. El episodio más conocido, la batalla de Matxitxako, en la que Juan perdió amigos y compañeros y de la que solo la casualidad de que su barco, el Araba, estuviera reparándose le libró.
“Esta es la historia, la historia de Juan y la de los hombres y las mujeres que lucharon por la libertad, sabiendo que no tenían los medios pero que la razón y la justicia estaban de su parte, una historia de valores. Juan, a sus 94 años, es parte de esa defensa emocionante de los valores en los que muchos seguimos creyendo y que deben seguir siendo nuestra referencia para el progreso y la convivencia: libertad, justicia, y solidaridad”, ha señalado Itxaso.
En representación de todo ello, del compromiso y la trayectoria de Juan, Itxaso en nombre de la Diputación le ha obsequiado con una Ikurriña, como símbolo de los valores que han formado parte de su vida y de aquel primer Gobierno Vasco que supo reunir las distintas sensibilidades para poner en marcha las instituciones de todos y hacerlo al servicio de la libertad.
Este homenaje se enmarca en las actividades conmemorativas que ha programado el Museo Naval junto con la Asociación Matxitxako Elkartea para recordar el 80 Aniversario de la Marina de Guerra Auxiliar y homenajear a quienes sirvieron en esta fuerza naval. La asociación Matxitxako Elkartea, formada a raíz de la exposición temporal organizada por el Museo en 1998, integra a antiguos miembros de la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi y a sus familiares y tiene su sede en el Untzi Museoa-Museo Naval.
Estos días se puede ver en el Museo una muestra de piezas y documentos sobre la Marina de Guerra Auxiliar de la colección del Untzi Museoa-Museo Naval. Asimismo, estos días se han organizado varias conferencias sobre el tema a cargo de Oihane Pardo y Ramón Barea.
El Untzi Museoa-Museo Naval organizó en 1998, en colaboración con Juan Pardo, la exposición temporal “Euzkadiko Gudontzidia. La Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi (1936-39), y publicó el libro del mismo título cuyo autor es Juan Pardo San Gil. El libro se reeditó en 2008. Estas iniciativas supusieron una contribución fundamental para el conocimiento y reconocimiento de la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi. La exposición realizada en el Untzi Museoa fue la primera que se realizó sobre este tema. Esta exposición fue itinerada al Museo del Pescador de Bermeo y a otras localidades de la costa vasca.
La Marina de Guerra
La Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi fue una de las unidades militares más singulares y peor conocidas de las que tomaron parte en la Guerra Civil de 1936-1939. Su dependencia exclusiva del Gobierno Vasco le dio además una gran significación política. Fue creada en octubre de 1936 por la Consejería de Defensa del Gobierno Vasco para ayudar a la Armada Republicana en la protección al tráfico marítimo y a la actividad pesquera en aguas propias, y para que mantuviera libres de minas submarinas los accesos a los puertos vascos. Las circunstancias políticas y militares del conflicto –en especial el hecho de quedar aislado el Norte del resto del territorio gubernamental–, el bajo rendimiento de las Fuerzas Navales del Cantábrico republicanas –que generaron no pocas tensiones entre las jefaturas de ambas fuerzas y desembocaron en una mutua desconfianza– y la personalidad del jefe de la Marina Auxiliar, Joaquín de Egia, condujeron a que esta fuerza naval adquiriera una autonomía orgánica y operativa absoluta respecto de la Marina Republicana.
Para organizar esta fuerza auxiliar, Egia convirtió en “buques de guerra” a un buen número de pesqueros que estaban refugiados en Bilbao, sin ninguna ocupación. En su mayoría habían llegado en la evacuación de Pasajes. Les dotó de artillería en unos casos (bous armados) o de aparejos para el rastreo de minas submarinas en otros (dragaminas). Todos los buques fueron pintados de color gris aplomado, llevando en sus amuras, en color negro, la inicial de su nombre o el numeral correspondiente; izaban la ikurriña a proa y la bandera tricolor republicana a popa.
El núcleo central de la Marina Auxiliar lo constituyeron los bous armados. Los primeros seleccionados fueron cuatro bacaladeros de la empresa PYSBE de Pasaia, Mistral, Vendaval, Euzkal-Erria e Hispania, que fueron rebautizados por el Gobierno Vasco en diciembre con los nombres de Gipuzkoa, Nabarra, Bizkaya y Araba, respectivamente. A estos bous se incorporaron más adelante otros de menor porte, el Donostia, Goizeko-Izarra, Iparreko-Izarra, Gazteiz, Iruña…
Las tripulaciones se organizaron con voluntarios procedentes de las marinas mercante y pesquera. La mayoría militaba en ELA-STV o el PNV, pero había también un importante núcleo de afiliados al Partido Socialista o la UGT y grupos menores a la CNT, ANV, el Partido Comunista o Izquierda Republicana. El 87% de los voluntarios eran vascos, pero había también un grupo numeroso de gallegos y unos pocos procedentes de Andalucía, Cantabria, Asturias, Castilla, Murcia, Madrid, Cataluña y Aragón. En total, 917 hombres y 3 mujeres sirvieron en la Marina de Euzkadi y 62 fallecieron en acción.
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