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Atrás Juan Joxe Agirre recibe en Lazkao el reconocimiento por su incansable labor como “pionero y orfebre” de la memoria de nuestro país

Juan Joxe Agirre recibe en Lazkao el reconocimiento por su incansable labor como “pionero y orfebre” de la memoria de nuestro país

En un acto de marcado carácter popular, la Diputación Foral de Gipuzkoa rinde homenaje al fundador del Archivo Benedictino de Lazkao por su trabajo referente en la preservación de la memoria histórica y reciente del País Vasco

Gipuzkoako Foru Aldundia

La Diputación Foral de Gipuzkoa ha rendido esta tarde homenaje al monje y archivero Juan Joxe Agirre Begiristain (Alegia, 1930), fundador del Archivo Benedictino de Lazkao, en un emotivo acto celebrado en la iglesia de los monjes benedictinos de Lazkao. El evento, de carácter popular y abierto a todas las personas que han querido estar presentes, ha sido organizado por la dirección de foral de Derechos Humanos y Cultura Democrática, en colaboración con el Ayuntamiento de Lazkao y la comunidad benedictina de Lazkao.

“La memoria de un país requiere del trabajo de personas que se dediquen a la investigación y a la divulgación, requiere de activistas, de artesanos, de militantes… la labor realizada por Juan Joxe Agirre aúna todas esas dimensiones”, ha reconocido la diputada general, Eider Mendoza, quien ha definido al religioso alegiarra como “pionero y orfebre” de la memoria de nuestro país. Junto con ella, el acto ha contado con la participación del alcalde de Lazkao, Kepa Zubiarrain, además de la presencia de diversos representantes institucionales. También han tomado parte de este reconocimiento colectivo el grupo de Oinarin Dantza Taldea de Lazkao, el txistulari Garikoitz Mendizabal, el acordeonista ordiziarra Aitor Furundarena, y Lazkaoko Abesbatza, quienes han aportado una dimensión artística y popular al homenaje ofrecido a Agirre.

Mendoza ha afirmado que Gipuzkoa y el conjunto del País Vasco han avanzado “significativamente” en las últimas décadas en el conocimiento y desarrollo de su memoria histórica y reciente, gracias a la labor de personas y agrupaciones como Juan Joxe Agirre. Porque, en su opinión, el monje de Alegia tuvo "la visión y la valentía" de empezar a recopilar materiales relacionados con la cultura y la política vascas, incluso cuando nuestra sociedad se encontraba “en la oscuridad de la dictadura". "Un trabajo que ha continuado por encima de las amenazas que ha sentido y recibido”, ha valorado, creando un fondo “fundamental imprescindible para conocer la historia de nuestro pueblo y todo lo que ha ocurrido en las últimas décadas en nuestro país, siempre con vocación de ponerlo a disposición de investigadores e investigadoras, así como del conjunto de la sociedad”.

Por todo ello, la diputada general ha mostrado el compromiso de seguir la estela del trabajo de Agirre, para seguir recuperando y salvaguardando “paso a paso, de forma compartida”, la memoria histórica de nuestro país, para así “profundizar en la cultura democrática" en el seno de la sociedad guipuzcoana. "Para no repetir los errores del pasado, para garantizar la convivencia presente y futura, para avanzar hacia el futuro como sociedad responsable, un pueblo debe poder analizar y conocer su historia. Si queremos ser un territorio y un país avanzado, avanzar en una sólida cultura política democrática basada en los Derechos Humanos, es fundamental que prosigamos con este esfuerzo colectivo", ha subrayado.

El principal objetivo del homenaje ha sido reconocer la valiosa labor de Agirre en la creación y custodia de un archivo esencial para la historia contemporánea vasca. Fundador del Archivo Benedictino de Lazkao, Agirre lleva más de medio siglo dedicado a la conservación de documentos relacionados con la cultura y la política vasca, muchos de los cuales fueron recogidos durante la dictadura, en tiempos de censura y clandestinidad. Su trabajo ha sido fundamental para garantizar que ese patrimonio sea accesible tanto para investigadores como para la sociedad en general.

Trayectoria de Juan Joxe Agirre

En 1970, Juan Joxe Agirre asumió la gestión de la biblioteca del Monasterio de los Benedictinos de Lazkao, tras completar su formación en Biblioteconomía en la abadía de Montserrat. Desde entonces, se dedicó a recolectar materiales que, en su mayoría, no eran archivados en otras bibliotecas, como panfletos, carteles, pegatinas y publicaciones surgidas en el exilio. Gracias a su esfuerzo constante, el archivo que ha creado a lo largo de los años se ha convertido en un pilar de la memoria histórica vasca, al conservar y poner a disposición de la sociedad un vasto patrimonio documental. Una trayectoria que ha resumido en un discurso de laudatio Mari Karmen Garmendia, exconsejera vasca de Cultura, que desde hace años mantiene una estrecha relación con el archivo de Lazkao.

Desde 2011, el fondo creado por Agirre está gestionado por la Fundación Lazkaoko Beneditarren Fundazioa, formada por la comunidad benedictina, el Ayuntamiento de Lazkao y la Diputación Foral de Gipuzkoa, con el propósito de continuar y fortalecer su valioso legado. El archivo alberga hoy en día una colección que incluye 80.000 carteles, 35.000 pegatinas, 8.000 revistas, más de 150 colecciones documentales y 70 archivos recibidos por donación, todos ellos esenciales para el estudio y la comprensión del desarrollo histórico contemporáneo tanto de Gipuzkoa como de Euskadi.

A lo largo de su carrera, Agirre ha sido reconocido con varios premios y distinciones, entre los que destacan el Premio Sabino Arana (1995), el Premio Argizaiola de la Feria del Libro y del Disco Vasco de Durango (1998), la pluma honorífica de Euskal Pen Kluba (2007) y su nombramiento como Hijo Predilecto de Alegia, entre otros.

El homenaje de hoy es un merecido reconocimiento a toda una vida dedicada al servicio y preservación de la cultura vasca, un gesto de agradecimiento de toda una sociedad que ve en Juan Joxe Agirre a un guardián incansable de su historia y memoria.

  

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