La Diputación presentará querella criminal contra los crímenes del franquismo
La Diputación presentará querella criminal contra los crímenes del franquismo
Markel Olano: “Buscamos sacar a luz la verdad judicial que abra nuevos resquicios al muro de impunidad”
Tras su aprobación este martes, día 15 de enero, en el Consejo de Gobierno, el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, ha presentado hoy los detalles de la actuación que se llevará a cabo en relación al proceso judicial, que consistirá en una querella criminal para el ejercicio de la acusación popular en relación a los casos de desaparición forzosa de Florencia Olazagoitia y José Ariztimuño, Aitzol, en representación de las casi mil personas asesinadas y desaparecidas en nuestro territorio.
La Diputación Foral de Gipuzkoa activará, por lo tanto, las vías judiciales para la persecución de los crímenes franquistas cometidos durante y después de la Guerra Civil en Gipuzkoa y el golpe de estado de julio de 1936. El ente foral se presentará como acusación popular en los casos particulares de dos personas guipuzcoanas asesinadas por el Franquismo en 1936 y dará también su apoyo a las querellas que, paralelamente y en estrategia conjunta, interpondrán los familiares de dos víctimas: Florencia Olazagoitia Zeziaga, natural de Arrasate, y José Ariztimuño Aitzol, conocido euskaltzale y clérigo nacido en Tolosa. Ambos casos pueden considerarse como simbólicos y emblemáticos en representación de la totalidad de las v Las familias contactadas han sido s vsos emblemñ de la verdad judicial y abrir nuevas vi2016íctimas de Gipuzkoa.
El ente foral ejercerá su acusación planteando un litigio estratégico, que independientemente del desarrollo del proceso en el aspecto penal, buscará lograr un impacto social, el reconocimiento de la verdad judicial y abrir nuevas vías para provocar un cambio de postura en la judicatura y la jurisprudencia del Estado español. Se intentará así, según palabras del diputado general “ayudar para que se abran nuevos resquicios al muro de impunidad tras el que se guarecen los crímenes del franquismo, sacando a la luz la verdad judicial”.
En el acto de presentación, el diputado general Markel Olano ha defendido que “la verdad, la justicia y la reparación derechos que deberían pertenecer a toda víctima de conculcación grave de los derechos humanos y, como tal, la Diputación Foral de Gipuzkoa asume su defensa como compromiso social”. Asimismo, en su intervención, el diputado general ha aludido a algunos movimientos políticos “de nuevo cuño”, explicando que “estamos asistiendo a la revitalización de ideas de épocas que considerábamos superadas”. Según Olano, los postulados de estas fuerzas políticas “entroncan con el franquismo y con las políticas uniformizadoras más reaccionarias, y van en contra de los valores democráticos, de los avances sociales y del progreso”. El diputado general ha afirmado que “ante este resurgir, desde la Diputación de Gipuzkoa nos reafirmamos en el compromiso con los principios democráticos que rigen nuestra sociedad, así como en la defensa de las instituciones vascas como expresión de la voluntad de autogobierno de la sociedad vasca”.
El diputado foral Denis Itxaso también ha coincidido en destacar que estos derechos “son las bases imprescindibles de la convivencia”, y que el acuerdo de hoy “es imprescindible para reconocer con respeto la dignidad de aquellos que fueron asesinados por pensar de forma diferente”.
La iniciativa viene sostenida con dos informes. El primero, el informe solicitado a la Sociedad de Ciencias Aranzadi sobre casos de guipuzcoanos y guipuzcoanas de las que se consta su asesinato o desaparición forzosa entre 1936 y 1944, recoge y documenta 979 casos, de los cuales 778 son casos de desapariciones forzosas. El segundo informe, realizado por la Cátedra UNESCO de Derechos Humanos y Poderes Públicos de la Universidad del País Vasco, considera que existen vías legales y argumentos suficientes para que la Diputación active la persecución de los delitos de motivación política cometidos en los años de la guerra y la postguerra en nuestro territorio. El director de la Cátedra, Jon Mirena Landa, ha relatado que los crímenes franquistas deben considerarse como hechos de lesa humanidad por tratarse de “una política estatal de persecución sistemática que dio cobijo a asesinatos, muertes, detenciones ilegales, torturas, persecución y otros delitos”. Estos crímenes son imprescriptibles según Landa, y ha sostenido que “no hay amnistía que pueda borrarlos, si se toma en consideración el derecho internacional en derechos humanos”.
La interposición de las querellas cumple la petición de las Juntas Generales de Gipuzkoa en octubre de 2016 que instaba a la institución foral a que posibilitara que se abrieran en los juzgados del Estado Español iniciativas judiciales para el esclarecimiento de responsabilidades penales o del tipo que procedieran por los crímenes contra la humanidad cometidos por la dictadura franquista en Gipuzkoa.
Acusación particular
José Ariztimuño Olaso nació el 18 de marzo de 1896 en Tolosa en el seno de una familia católica y amante de la lengua y la cultura vasca. Se ordenó sacerdote a los 26 años y fue un prolijo periodista de gran reputación como escritor y euskaltzale que escribió bajo el pseudónimo de Aitzol. Fue uno de los fervientes impulsores del Renacimiento de la cultura vasca tras la dictadura de Primo de Rivera y fue un miembro activo del Partido Nacionalista Vasco. También tuvo una estrecha relación con el movimiento obrero a través del sindicato vasco ELA-STV. Al estallar la guerra se retira al monasterio benedictino de Belloc en Lapurdi. Fue apresado por el bando sublevado en el trayecto en barco en el bou Galerna de Baiona a Bilbo, cuando se dirigía a la capital vizcaína para instalarse allí. Los falangistas trasladaron al sacerdote a la cárcel de Ondarreta donde fue torturado. Posteriormente fue fusilado en el cementerio de Hernani. Las diferentes investigaciones y trabajos de campo que se han realizado no han permitido hasta el momento localizar los restos de Ariztimuño, por lo que sigue siendo un caso de desaparición forzosa. En el acto ha tomado la palabra Coro Arrue, sobrina nieta de Ariztimuño, quien ha agradecido poder estar presente en el proceso como testimonio que sirva para dignificar tanto la figura de Aitzol como la de las miles de personas que murieron o sufrieron en manos del franquismo en Gipuzkoa”. “Las heridas de este pueblo no se cerrarán mientras las familias tengan que seguir buscando a sus muertos, como es en nuestro caso”, ha declarado.
Florencia Olazagoitia Ceciaga, natural de Arrasate, tenía 37 años y era militante del partido socialista. Tras la ocupación de Arrasate a finales de septiembre de 1936, ella decidió permanecer en su localidad junto con su hijo mayor, de 10 años de edad, ayudando a su familia de origen, mientras su marido se fue hacia Madrid –donde residía su propia familia– con los dos hijos pequeños. Se sabe que uno de sus hermanos y otros familiares suyos combatían en las fuerzas leales, mientras ella iba a los caseríos en búsqueda de víveres para asegurar su subsistencia. Fue volviendo de uno de esos caseríos con su hijo que fue detenida el 28 de septiembre. Respecto a su y el lugar de su fusilamiento (Hernani u Oiartzun), hay varias versiones. Su cuerpo sigue desaparecido y por ello es un caso de desaparición forzosa. En todo caso, no hubo ningún tipo de juicio por un tribunal o similar. En representación de la familia Olazagoitia ha hablado la nieta de la víctima, Nati Roa, quien ha reclamado la necesidad de la verdad judicial “para cerrar el dolor, las heridas y terminar con el silencio de estos 82 años, y conocer por lo tanto la verdad de las víctimas, porque hasta ahora solo se ha conocido la verdad de aquellos que vencieron”.
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