Un día para el compromiso
Un día para el compromiso
Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia: concienciación, compromiso y conmemoración.
Un año más, este 17 de mayo conmemoramos el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia, contra LGTBIfobia. Una conmemoración plenamente vigente, también en España, donde el Ministerio del Interior y diferentes Observatorios contra la Homofobia, indican un repunte de los delitos de odio basados en la discriminación por orientación sexual y de género, por no hablar del “paseo” en autobús del más rancio discurso transfóbico…
El 17 de mayo de 1990, hace tan sólo 27 años, la OMS retiró la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales. Los pasos y avances legales, en pos de una sociedad más justa y equitativa adelantan la realidad social de la mayoría de los países. Esta fecha sirve para poner el foco en que las diferentes orientaciones sexuales o identidades de género son motivo de una discriminación que debe ser superada.
Hoy 10 países castigan todavía la homosexualidad con la pena de muerte, en muchos casos por lapidación: Irán, Yemen, Arabia Saudí, Mauritania, Sudán, o partes de Nigeria y Somalia. En 71 países existen penas de prisión, a veces con cadena perpetua, o condenas que implican castigo físico. Organizaciones en pro de la comunidad LGBT denunciaron en fechas recientes redadas y detenciones en prisiones secretas en Chechenia, que definieron como “campos de concentración para homosexuales”. Los testimonios que nos llegan, relatan una crueldad inimaginable.
La no discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género no está reconocida por la mayoría de los estados miembros de las Naciones Unidas. Recientemente, la ONU aprobó los objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030 de cara a construir un mundo más solidario, igualitario e inclusivo pero tuvo que eliminar toda referencia a los derechos LGTBI, a instancias de los países más homófobos para que el documento fuera aprobado.
Otro ejemplo de la actual situación es la crítica que está recibiendo el proyecto de Ley de Igualdad, en términos muy similares a los que se han aprobado en 11 comunidades autónomas…, a instancias de la FELGTB en el Congreso y cuestionada en defensa de un mal entendido derecho a la libertad de expresión que permitiría precisamente conculcar esos DD.HH.… La activista Boti G. Rodrigo decía: “A mí no me hables de mordazas que las hemos padecido hasta la muerte. No hables de mordazas a la lesbiana asustada, al gay sin dientes no le hables de mordaza. A la mujer trans que cuenta sus días por lágrimas y sufrimiento, no te atrevas a mentarle la mordaza. ¿Quieres que mi colectivo te hable de mordazas y de muerte?” Y es que la libertad de expresión no puede amparar en el derecho a la homofobia, como no puede ampara el racismo o el machismo.
Por todo ello, la Diputación Foral de Gipuzkoa, empeñada en la lucha contra la desigualdad entre hombres y mujeres que ha formado parte de la Agenda Internacional desde los años setenta, quiere seguir reforzando el enfoque de género, añadiendo en su Marco estratégico de Cooperación la defensa de los Derechos Humanos, entre ellos el de la orientación sexual e identidad de género, en las bases de las convocatorias de subvenciones y en los instrumentos de cooperación técnica, bilateral y directa, asumiendo un compromiso presupuestario en cooperación internacional al desarrollo de programas y proyectos que promocionen los derechos humanos con un enfoque de género, orientación sexual e identidad de género. Y todo ello en el marco global del compromiso con los derechos humanos en general y con un desarrollo sostenible del mundo.
Queremos seguir luchando por el reconocimiento de los derechos de gais, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales como derechos humanos, así como la denuncia ante aquellos países que continúan criminalizando a estas poblaciones, instando a derogar toda normativa en este sentido, con especial énfasis en las penas de muerte y cárcel, y la prohibición del derecho de asociación de las personas LGBTI.
Para terminar, quiero celebrar los derechos conquistados por lesbianas, gays, transexuales y bisexuales a lo largo de la historia, como el reconocimiento del derecho al matrimonio que se entiende lenta pero de forma imparable en cada vez más países (Holanda, Bélgica, Canadá, España, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia, Argentina, Dinamarca, Nueva Zelanda, Uruguay, Francia, Brasil, Colombia, Estados Unidos, Finlandia, Luxemburgo), o el reconocimiento del derecho al cambio de nombre y de sexo para las personas transexuales.
Queda mucho para alcanzar una igualdad real y no solo formal, evitando prácticas discriminatorias de sectores con una visión uniformizadora y excluyente de la diversidad: en la educación favoreciendo el conocimiento de esta realidad; la erradicación de toda discriminación y violencia física o verbal como el “bullying”; formación del profesorado, mediadores familiares y fuerzas de seguridad; medidas de apoyo a las personas mayores en centros de día y residencias que provocan una vuelta al armario; despatologización de la transexualidad; ilegalizar las pseudoterapias reparadoras; acabar con la discriminación en el ámbito laboral, agravada en las personas afectadas por el VIH…
Este miércoles 17 de mayo las calles se llenarán de eventos contra la Homofobia, la Bifobia y la Transfobia, porque, hoy es un día de concienciación, compromiso y celebración.
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