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El primer año de pandemia afecta a las capas sociales más vulnerables

Según los datos de pobreza energética de 2020, el umbral de pobreza energética ha descendido en Gipuzkoa, pero ha aumentado el número de hogares que tiene un gasto de energía excesivo en relación a sus ingresos.

18/02/2022

En 2020, uno de cada seis hogares de Gipuzkoa, el 15% de los hogares del territorio, se encontraban en esa situación.

José Ignacio Asensio: “La energía debe ser considerada como un bien básico y ahora es el momento de acelerar todas las políticas para lograr una transición energética justa, inclusiva y asequible, que asegure la calidad de vida todas y todos los guipuzcoanos”.

“Vamos a seguir apoyando a las familias de manera decidida, ofreciendo una alternativa que permita reducir la factura energética y sumarse al autoconsumo a través de las comunidades energéticas”.

José Ignacio Asensio, diputado de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas de la Diputación Foral de Gipuzkoa, y Mónica Pedreira, directora de Medio Ambiente, han presentado el Estudio sobre la Pobreza Energética de Gipuzkoa 2018-2020. El estudio ofrece información sobre la prevalencia en Gipuzkoa de los cuatro indicadores propuestos en el marco del Observatorio Europeo de Pobreza Energética para los años 2018, 2019 y 2020. Por una parte, dos indicadores objetivos basados en el gasto energético, que son el gasto excesivo en relación a los ingresos y un consumo energético inusualmente bajo; y por otra parte, otros dos indicadores basados en las percepciones de los miembros del hogar que consisten en la incapacidad para mantener la vivienda a una temperatura adecuada durante los meses de invierno y los retrasos en el pago de las facturas de suministro.

Como principales conclusiones, el diputado José Ignacio Asensio, ha destacado que se observa que “la pandemia ha provocado una afección directa a las capas sociales más vulnerables que han visto acrecentadas las dificultades económicas para cubrir las necesidades básicas de sus familias”. En números absolutos, el gasto medio en energía se ha reducido en un 4,5%, pasando de 1.227 € a 1.171 €; al igual que el umbral de pobreza energética que se ha reducido del 8,8% al 7,6%. Sin embargo, el número de hogares que incurre en un gasto excesivo en relación a sus ingresos ha aumentado en 2,4 puntos, del 12,7% de los hogares al 15,1%.

Ello indica que las capas sociales más vulnerables se han visto particularmente afectadas por la pandemia, que ha reducido su nivel de ingresos, y ha provocado que el gasto energético represente un mayor porcentaje de sus ingresos, colocándoles en una situación de mayor vulnerabilidad.

Ante esta situación, el diputado foral ha remarcado la urgencia de activar todas las palancas de la transición energética para combatir las necesidades de las capas más desfavorecidas de la sociedad y combatir la pobreza energética que afecta a uno de cada seis hogares de Gipuzkoa: “La energía debe ser considerada como un bien básico y ahora es el momento de acelerar todas las políticas para lograr una transición energética justa, inclusiva y asequible, que asegure la calidad de vida de las y los guipuzcoanos”.

Por otra parte, de acuerdo con los resultados del indicador de consumo en energía inusualmente bajo, en Gipuzkoa en el año 2020 había casi 18.100 hogares (el 6,2%) y 48.400 personas (el 6,9%) afectadas por esta situación. Si bien el indicador se enfoca en la identificación de los hogares en situación de pobreza encubierta, es decir, aquellos que por no poder hacer frente a la factura energética han de reducir su consumo a un nivel considerablemente inferior a la norma social, cabe advertir que los niveles reducidos de consumo también pueden tener explicaciones alternativas como por ejemplo, un mayor nivel de eficiencia energética del inmueble. De hecho, el 30% de los hogares que presentan un gasto inusualmente bajo pertenecen a la parte alta de la distribución de ingresos, es decir, son hogares con unos ingresos relativamente elevados.

Respecto a los indicadores subjetivos, mejora la percepción de los hogares que ha podido mantener su vivienda a una temperatura adecuada. En concreto, ha descendido la percepción de hogares que no pudieron mantener sus viviendas a una temperatura adecuada del 9,4% al 7,8%. (22.839 hogares en Gipuzkoa que en 2020 que aseguraron haber pasado frío).

En esta línea, el diputado foral ha recordado que “desde el Departamento de Medio Ambiente se están emprendiendo acciones para combatir la pobreza energética que asola a parte de la ciudadanía de Gipuzkoa, acciones que vienen enmarcadas dentro de la Estrategia de Sostenibilidad Energética 2050”.

En 2022, ya existen ocho municipios que cuentan con comunidades o cooperativas energéticas en Gipuzkoa, nuevos modelos energéticos que apuestan por la democratización de la energía y  el autoconsumo. A lo largo de este año se prevé que entren más poblaciones apostando por este modelo energético que aporta muchos beneficios a la ciudadanía. La previsión es que con las 8 comunidades y cooperativas que están en marcha, 2500 hogares y pequeños comercios se beneficien de este autoconsumo, lo cual les supondrá en líneas generales un 20-30% de reducción en su factura energética.

“La energía es un bien básico y la  transición energética que estamos impulsando en Gipuzkoa, además de limpia, debe ser justa. Gracias a los nuevos modelos energéticos que estamos impulsando, empoderamos a la ciudadanía, que tiene la capacidad de producir y consumir su propia energía, que va a ver una reducción considerable en el precio de su factura”, ha señalado Asensio.

El diputado foral ha añadido que, “ahora más que nunca, ante las subidas de las facturas de la luz, es de capital importancia formar, informar y dotar de los instrumentos necesarios para que la ciudadanía pueda paliar las fluctuaciones del precio de la energía”. También cabe recordar, que en muchas de estas comunidades, como por ejemplo en el caso de Zumarraga, tiene previsto reservar un número de placas destinadas a cubrir las necesidades de las personas más vulnerables energéticamente.

 

  

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