8 de marzo, día internacional de las mujeres

En 1975 la Organización de Naciones Unidas estableció el 8 de marzo como Día Internacional de las Mujeres, en reconocimiento al trabajo constante del feminismo por la consecución de los derechos de ciudadanía plena de las mujeres. Derecho al empleo, al sufragio, a la independencia económica y a la participación social y política; derecho a la dignidad de la vida, en el sentido más amplio de esta palabra; derecho a no sufrir violencias, explotación y menosprecios. Derechos, en definitiva, consustanciales a la naturaleza humana, que se han ido materializando en mayor o menor grado gracias a la reivindicación y movilización constante, especialmente de las mujeres, que son quienes más sufren su vulneración.

La Humanidad se ha ido ganando este nombre gracias, también, a la lucha de las mujeres por la igualdad.

El 8 de marzo es un día de gran simbolismo y es también una llamada de atención, porque este recorrido está todavía incompleto y, además, como todos los grandes avances, requiere constancia y la plena conciencia de su fragilidad.

Lamentablemente, en estos últimos tiempos asistimos a situaciones que nos recuerdan la precariedad de esta transformación. Emergen por parte de una minoría que, a través de una nueva ola reaccionaria, aboga por retroceder en ámbitos en los que la mayoría vemos razones para continuar avanzando.

En 2018 esta voluntad mayoritaria tomó cuerpo en una propuesta transversal que, liderada por los movimientos feministas de todo el mundo, ha supuesto un clamor contra las desigualdades de género. Este año, el mundo volverá a pararse porque las mujeres lo harán en todos los ámbitos, y visibilizarán las inequidades ocultas sobre las que se basa el modelo social y de desarrollo actual.

El día 8 de marzo es, también, una llamada a la acción y a la escucha responsable sobre las demandas que la sociedad plantea, y debemos prestar la máxima atención.

Y es por ello que, con motivo de este Día Internacional, la Diputación Foral de Gipuzkoa quiere hacer un llamamiento a toda la sociedad, para sumar esfuerzos a favor del desarrollo de la Agenda Humana de la Igualdad.

La Gipuzkoa inclusiva que estamos construyendo debe afianzar la igualdad de mujeres y hombres como condición para cualquier otra aspiración de justicia, bienestar y convivencia. La Agenda para llegar a este objetivo debe desarrollarse con criterios de equidad que reconozcan y contribuyan a resolver las desigualdades estructurales de género que persisten en todos los ámbitos.

• Una Agenda que contribuya a desplegar una economía de escala humana, desde la corresponsabilidad para el sostenimiento de la vida, la igualdad de oportunidades, responsabilidades y acceso a los recursos (económicos, formativos, de tiempo, etc.) y superando los estereotipos de género que todavía hoy limitan las oportunidades de desarrollo personal, social y profesional de las mujeres. El horizonte de la cohesión social es inalcanzable sin la contribución de la igualdad.
• Una Agenda que dote al Territorio de más recursos para hacer frente a la vulneración de derechos más grave de todas: la violencia que las mujeres sufren por el mero hecho de serlo. La violencia sexista y, dentro de ella, especialmente la sexual coarta libertades y atemoriza a las mujeres, y es una violencia sistémica que exige un mayor grado de responsabilidad por parte de todas las instituciones y agentes sociales.
• Una Agenda Humana por la Igualdad en la que la sociedad, en su conjunto, debe implicarse. No podemos permitirnos el lujo de avances parciales o tímidos: el desafío de la igualdad requiere una contribución amplia y diversa; plural en sus maneras de hacer y herramientas, transversal en su aplicación y heterogénea en sus proposiciones, pero siempre anclada al compromiso de desarrollar esta agenda. Ningún agente tiene la capacidad de avanzar en solitario: debemos asentar el camino recorrido, y ampliarlo, desde la colaboración plena, con responsabilidades que son diferentes pero complementarias. Tenemos que avanzar hacia la igualdad, desde prácticas igualitarias.

 

El día 8 de marzo debe ser, también en 2019, un motivo para celebrar los logros y para reforzar nuestro compromiso por el desarrollo de esta Agenda Humana por la Igualdad.

Hacemos un llamamiento a toda la sociedad para que participe de este día con su presencia en los actos convocados, expresando su solidaridad con las víctimas de la violencia sexista para las que hoy tenemos un recuerdo especial.

El camino que las mujeres han protagonizado durante todos estos años es uno de los grandes logros de la Humanidad, y estamos en condiciones de llevarlo a término. Ésta puede ser la generación que logre la plena igualdad, pero para conseguirlo, debemos continuar en el lado correcto de la Historia.