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Nuevo apoyo a proyectos ligados a la movilidad eléctrica con 875.000 euros

El programa Smart Mobility Industry impulsará proyectos piloto y el desarrollo de nuevas tecnologías y productos, entre otros.

La Diputación Foral ha puesto en marcha la convocatoria anual del programa Smart Mobility Industry, al que se destinarán un total de  870.000, con el objetivo de impulsar la transformación de la empresa guipuzcoana, orientando su actividad hacia nuevos nichos de negocio relacionados con los sectores de actividad de la electromovilidad, el almacenamiento de energía y el vehículo autónomo. Se pretende apoyar al tejido empresarial ya existente, potenciando su capacidad de diversificación y adaptación para hacer frente a nuevos retos y necesidades en un sector “de gran potencial” y en el que Gipuzkoa “ya está bien posicionada”, según el diputado de Promoción Económica, Turismo y Medio Rural Imanol Lasa: “Es momento de gestionar el presente y atender a las urgencias de la actual crisis, pero también de preparar el futuro”.

Según han detallado Lasa y el director de Innovación Jon Gurrutxaga, el programa se estructura en tres líneas de apoyo diferenciadas: la primera orientada al impulso de proyectos piloto, contribuyendo así a transformar el territorio en un “Living Lab” que contribuya a referenciar a Gipuzkoa como espacio ligado a la industria de movilidad eléctrica; la segunda para el apoyo a la mejora de los procesos internos de las empresas, que permiten asegurar la eficiencia de las operaciones empresariales; y la tercera, de carácter más tecnológico, ofrecerá apoyos para el desarrollo de nuevo productos o procesos productivos, o para la mejora sustancial de los ya existentes. Las ayudas a proyectos piloto contarán con 276.500 euros, las de innovación empresarial en organización 162.500, y las correspondientes a la innovación tecnológica en producto o proceso productivo con 431.000.

Los proyectos piloto implicarán la implantación de una determinada tecnología o modelo de negocio a pequeña escala, preferentemente en un ecosistema de innovación abierto, en contextos reales y cotidianos, con el fin de evaluar su viabilidad, y para mejorar su diseño como paso previo a su despliegue a gran escala.  La segunda línea, por su parte, impulsará el desarrollo por parte de las pymes de proyectos de innovación, tanto para la revisión de sus procesos, por el efecto Covid-19, como para mejorar sus procesos empresariales de distribución o suministro, sus prácticas comerciales o la organización y gestión del centro de trabajo, incluyendo la reflexión estratégica, de diversificación y el análisis de mejora competitiva, preferentemente, aquellos que se referencien directamente con el impacto de la electromovilidad, el almacenamiento de energía y tecnologías para el vehículo autónomo.

En cuanto a la tercera línea, el desarrollo experimental comprenderá la creación de prototipos, el ensayo y la validación de productos, procesos o servicios nuevos o mejorados, en entornos representativos de condiciones reales de funcionamiento, siempre que el objetivo principal sea aportar nuevas mejoras técnicas a productos, procesos o servicios que no estén sustancialmente asentados. En todos los casos, los requisitos favorecerán la participación de las pymes, y los proyectos colaborativos en los que intervienen centros de investigación o formativos.

Se ha realizado una revisión del programa para facilitar la comprensión de los objetos subvencionables, mejorar su encaje con la normativa europea y adaptarlo a las circunstancias económicas derivadas del Covid-19. Uno de los cambios más solicitados por las empresas era reformar los supuesto subvencionables para encajar dentro de los supuestos del reglamento europeo, por el que se declaran determinadas categorías de ayudas compatibles con el mercado interior. Gurrutxaga ha explicado que esto permitirá acceder a las mismas a empresas que antes no podían hacerlo. El plazo de presentación de solicitudes será de 40 días naturales, a contar desde el día siguiente al de la publicación de la convocatoria en el Boletín Oficial de Gipuzkoa

El año pasado, la Diputación apoyó a través de Smart Mobility Industry un total de 17 proyectos, 10 individuales y 7 colaborativos. Participaron un total de 37 entidades, 24 empresas, y 13 sin ánimo de lucro. Entre las participantes, se encuentran empresas como Datik, Elektra, Arai, Lortek, Birzitek, Ulma u Orona. La tipología de los proyectos también es variada, con ejemplos como un cargador rápido de carburo de silicio para vehículo eléctrico, el desarrollo de un simulador de vehículos autónomos, o la monitorización y detección preventiva de incidencias en baterías de autobuses eléctricos.

“Esfuerzo de adaptación”

Imanol Lasa ha señalado que estas ayudas inciden en “la transformación” de un sector “clave” para la competitividad y el futuro de Gipuzkoa como el de la movilidad, “dentro del que se encuentra la industria de la automoción, cuya capacidad de tracción dentro de nuestra economía es enorme”. El sector genera más de 40.000 empleos y facturaciones totales por encima de los 18.000 millones de euros en Euskadi, siendo Gipuzkoa el máximo exponente territorial en el ámbito de la movilidad eléctrica, también como referente tecnológico y de gestión. La automoción se ha convertido en una de las principales palancas de las ventas al exterior del territorio.  La industria de componentes de automoción supone una parte relevante del PIB industrial de Gipuzkoa, y las exportaciones superan los 1.000 millones de euros. Sin embargo, las previsiones apuntan a un descenso de la facturación de entre el 20% y el 40% inferior a lo previsto para este año.

La crisis del Covid-19 está teniendo, en palabras del Diputado, una afección “drástica” en el sector, ante la que ha instado a profundizar en “el desarrollo tecnológico y la innovación” como fórmula para adaptarse a “un nuevo escenario, marcado por el avance tecnológico, el cambio climático y la descarbonización de la economía. Se avecina una revolución que nos va a afectar como sociedad y que va a afectar a toda la industria que trabaja en el ámbito de la movilidad y la automoción. No se trata únicamente de la movilidad de pasajeros, sino también también afecta a la logística, al transporte de mercancías o a la movilidad vertical”.

Ha añadido que Gipuzkoa está “bien situada” para hacer de ese reto “una oportunidad”, ya que cuenta con empresas tractoras de referencia mundial, y universidades y centros de gestión del conocimiento, tecnológicos y de investigación punteros en este campo, además de una industria auxiliar muy competitiva en el campo de la automoción”.   Sin embargo, ha alertado del peligro de “dormirse en los laureles” en un contexto internacional de “competencia desaforada”: “Tenemos que reforzar el potencial innovador del territorio en este ámbito, involucrando a todos los agentes de la cadena de valor en una estrategia compartida, basada en la colaboración y la experimentación”.

 Con ese objetivo, la Diputación está desplegando, en el marco de Etorkizuna Eraikiz, la estrategia MUBIL, bajo la premisa de hacer de Gipuzkoa un referente industrial de primer orden en el panorama internacional en movilidad eléctrica y almacenamiento de energía. Dentro de la misma, se construirá un centro de referencia en Zubieta para el desarrollo de actividad industrial, ciencia y conocimiento en materia de electromovilidad, que aglutinará a los principales agentes implicados en el emprendizaje y la innovación. Recientemente el patronato de Mubil Fundazioa dio luz verde al nombramiento de la directora del Centro de Electromovilidad de Gipuzkoa, Ane Insausti Altuna (Donostia, 1984), quien será la encargada en los próximos meses de la puesta en marcha de la sede provisional en el polígono Usabal de Tolosa.  

          Lasa ha concluido destacando que ahondar en la especialización inteligente es “clave para garantizar la competitividad del tejido económico y el empleo de calidad en Gipuzkoa”. Sin embargo, en lo referido a la automoción, ha hecho un llamamiento a tomar medidas desde la colaboración institucional también en el “corto-medio plazo”, dirigidas a “impulsar la demanda de vehículos mediante ‘planes renove’ y otras iniciativas”, ya que “reactivar las ventas es imprescindible para mantener el empleo y la actividad del sector, en un contexto de crisis cuyas consecuencias ya hemos observado en otros territorios”.

  

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