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Sáhara, una historia de libertad

Artículo de opinión del Director de Cooperación al Desarrollo, Fernando San Martin.

26/02/2016

¿Quién llora allá, que no sea sólo el viento, en esta hora solitaria con diamantes extremos?... ¿Pero quién llora… tan cerca de mí en el momento de llorar?

Paul Valéry, La joven Parca

Hoy, 27 de febrero de 2016 se cumple el 40º aniversario de la proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática y desgraciadamente sigue siendo necesario recordar este acontecimiento histórico y demostrar, un año más, nuestro más firme compromiso con el Pueblo Saharaui. Durante demasiados años ya, el pueblo saharahui ha venido enfrentando unas duras condiciones, ya sea en los territorios ocupados por Marruecos, ya en los campamentos de refugiados de Tindouf,  ya en la Diáspora que se reparte por medio mundo… Tras la retirada española del Sáhara Occidental en 1975, que muchos recordamos desde nuestros ojos adolescentes, y como consecuencia del Acuerdo Tripartito de Madrid del 14 de noviembre del mismo año, Mauritania y Marruecos se repartieron el territorio, siendo luego completamente ocupado por Marruecos en agosto de 1979 al retirarse Mauritania de la zona que ocupaba.
Desde entonces, mucho viento ha movido las arenas del Sáhara, mucho sufrimiento añadido a una población que legítimamente aspira a vivir en libertad entre todas las naciones de esta Tierra que habitamos… Desde entonces, mucho de dejadez por parte de la potencia administradora, España, mucho de bloqueo por parte de los países que ayudan y protegen a Marruecos frente a ¿cuántas? declaraciones a favor del reconocimiento de la independencia del Sáhara…
Todavía hace unos meses, en la sede de Naciones Unidas de Ginebra, pude asistir al Consejo de Derechos Humanos donde Marruecos daba cuenta de su política de derechos humanos en el Examen Periódico Universal y escuché atónito como su ministro de Educación afirmaba ante la pregunta del Comisionado holandés que no existía problema alguno "con las provincias del sur", en nomenclatura marroquí…  
Por el contrario, toda una marea de solidaridad ciudadana y de distintas asociaciones, ONGs e instituciones, mantenemos un decidido apoyo con la causa, como se ha podido comprobar en la respuesta a las lluvias torrenciales de octubre en los campamentos de refugiados que afectaron a más de 90.000 personas, 25.000 de los cuales han perdido sus hogares, según denunció la ACNUR.
Por otra parte, la Diputación de Gipuzkoa ha apoyado y seguirá apoyando diversas investigaciones llevadas a cabo por el Instituto Hegoa de la UPV-EHU y la Sociedad de Ciencias Aranzadi, con el apoyo de Euskal Fondoa, que han aportado nuevas pruebas sobre desapariciones forzosas y bombardeos a la población civil saharaui a manos del Gobierno de Marruecos. Además, estas investigaciones están siendo útiles para recuperar una memoria histórica, hasta ahora silenciada, y en la investigación de la querella por genocidio contra el Pueblo Saharaui y en las demandas de verdad, justicia y reparación.
Por todo ello sigue siendo necesario reafirmar el reconocimiento del legítimo Gobierno de la RASD, al frente del cual está el Polisario, y manifestar, una vez más, el derecho de autodeterminación que legalmente asiste al Pueblo Saharaui. Hemos de pedir al Gobierno de España que le otorgue estatus diplomático a la Representación del Frente Polisario en España como único y legítimo representante del Pueblo Saharaui, reconocido así por la ONU. Y esto significa que:
1.-Es necesario que el Gobierno de España y la comunidad internacional promuevan todas las iniciativas políticas que sean necesarias para lograr una solución justa y definitiva, mediante la celebración de un referéndum, conforme a las resoluciones de Naciones Unidas. Para ello, las autoridades marroquíes han de cesar las persecuciones contra los y las activistas saharauis de derechos humanos, que liberen a los presos políticos saharauis y esclarezcan el destino de más de 400 saharauis desaparecidos.
2.-Es de justicia que el Estado español asuma su responsabilidad histórica y trabaje activamente dentro de la UE y aproveche su presencia en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que la MINURSO vea ampliado su mandato a la vigilancia de los derechos humanos en el Sáhara Occidental.
3.-Hay que mantener el compromiso de trabajar tanto en los campamentos de población refugiada en Tinduf (Argelia), como en los territorios ilegalmente ocupados por Marruecos como muestra del apoyo a la legítima lucha del Pueblo Saharaui por su libertad.
4.-Hemos de agradecer la colaboración desinteresada y la generosidad de la ciudadanía vasca que hace posible proyectos de cooperación con el Pueblo Saharaui, tales como la Caravana Vasca Solidaria, Vacaciones en Paz, etc. Y porque queremos que el viento se lleve definitivamente las lágrimas, ya que, como recuerda Christiane Perregaux, "Sáhara significa también oasis, solidaridad, encuentros. Viajes entre diferentes puntos conocidos y amados, sea en búsqueda de agua reconfortante, sea por los pastos verdeantes. Sáhara balizado por voces milenarias, por árboles históricos. Sáhara mapa viviente en las memorias de cada nómada. Sáhara, años, temporadas de fiestas, de arena florecida y fértil. Sáhara, años, temporadas de arena rojiza, estéril. Sáhara, historia de libertad. Historia de muerte para proteger la vida. Paradoja sin saldo de una palabra al mismo tiempo tan vacía y tan llena que aviva los extremos de todos los sentimientos".
Sentimientos que queremos que sigan vivos entre nosotros.

  

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