La Escuela de Música de San Ignacio de Moxos presenta su séptimo disco titulado “Majara’iwa – Resplandor”, financiado por la Diputación Foral de Gipuzkoa

Toño Puerta, responsable de Taupadak en Bolivia y Director Administrativo de la  Escuela de Música San Ignacio de Moxos: “Los sonidos de la Amazonía boliviana vuelven a Gipuzkoa de la mano de la Diputación Foral de Gipuzkoa, con cuya aportación aseguramos dos años más de educación musical gratuita para jóvenes, chicos y chicas, de las clases sociales más humildes”

El Diputado de Cultura y Cooperación Internacional Harkaitz Millan, ha presentado junto al responsable de la ONGD Taupadak y director administrativo de la Escuela de Música de San Ignacio de Moxos, en la Amazonía boliviana, lla última producción musical del Ensamble Moxos titulado “Majara’iwa – Resplandor”, financiado por la Diputación Foral de Gipuzkoa fruto del Convenio que dicha institución mantiene con la ONGD Taupadak desde 2016. Cinco años de enriquecedora colaboración cuyos frutos educativos son palpables.

El proyecto de este año con una ayuda de 35.000 euros por parte de la dirección de Cooperación Internacional incluye  el salario de algunos de los jóvenes profesores en prácticas, formados en la propia institución, así como la construcción de un aula colectiva para pianistas principiantes, porque la creciente demanda de alumnado obliga a ampliar las instalaciones.

También contempla el equipamiento musical y la financiación del disco que hoy se presenta.

En este disco, el séptimo del Ensamble Moxos, titulado “Majara’iwa – Resplandor”, la directora del Ensamble Moxos, Raquel Maldonado, se ha animado a componer una misa inspirada en el propio imaginario sonoro de San Ignacio de Moxos, ya que cuenta, como ella misma indica,  “con la tradición oral con la que convivimos como referencia. Con los instrumentos barrocos que llegaron del viejo mundo, pero también con los autóctonos, en nuestro idioma y con nuestro lenguaje musical.”. Esta Misa Moxeña es el tema central del disco, grabado en tiempos de pandemia. La composición propia marca un nuevo hito en el aporte del Ensamble a la tradición musical moxeña.

Harkaitz Millan ha señalado que la cultura es un factor de desarrollo innegable y que apostar por la cultura también en cooperación equivale a apostar por el bienestar y la emancipación de las personas.

“Creemos que la cultura es una herramienta fundamental para el desarrollo de las personas y de los pueblos y también como herramienta de transformación social, por eso este proyecto nos parece muy valioso, porque combina muchísimas cosas, la música, que es de los instrumentos más eficaces para acercar a las personas, la recuperación de la cultura indígena y el desarrollo cultural y humano”, ha explicado.

Por su parte, el director administrativo de la escuela, Toño Puerta, ha agradecido la implicación de la Diputación Foral: “Con la aportación de la Diputación Foral aseguramos dos años más de educación musical gratuita para jóvenes, chicos y chicas, de las clases sociales más humildes. De esta forma, en reciprocidad, los sonidos de la Amazonía boliviana vuelven a Gipuzkoa”.

San Ignacio de Moxos, la Escuela y el Ensamble

San Ignacio de Moxos, es un pueblo de la Amazonía boliviana situado a 90 kilómetros de Trinidad, capital del departamento del Beni. Cuenta con 10.000 habitantes, de los que un 80% son indígenas y vive principalmente de actividades agropecuarias muy poco desarrolladas, lo que genera elevadas tasas de pobreza entre la población. Contando las comunidades aledañas, íntegramente indígenas, la población se amplía hasta los 21.000 habitantes

El Instituto Superior de Música y Turismo de San Ignacio de Moxos tiene sus orígenes en 1994, cuando una misionera navarra se interesó por revitalizar la música tradicional moxeña introducida en el siglo XVII por los jesuitas. La Escuela nació con la intención principal de preservar el tesoro barroco de la época misional y con el tiempo se ha convertido en una de las instituciones artísticas y educativas de mayor prestigio de Bolivia. La Escuela fue creciendo con la incorporación de profesoras y profesores y ofreció su primer concierto en 2002 en el Festival de Música Barroca y Renacentista Americana.

En 2003 la ONG Taupadak tuvo conocimiento de la Escuela de Música y desde entonces ha apoyado esta iniciativa de forma ininterrumpida contando desde hace cinco años con la colaboración de la Diputación Foral de Gipuzkoa. Así, la Escuela de Música de San Ignacio de Moxos, se ha convertido  en Instituto Superior al que el Ministerio de Educación paga una parte de los sueldos de sus docentes, se ha garantizado en gran medida su sostenibilidad a través de las giras y los discos de su Ensamble y de otros pequeños emprendimientos productivos paralelos que no tienen que ver con la música en sí y, sobre todo, la han dotado de una estructura pedagógica que forma los mejores profesionales del país, destacándose como un proyecto generador de empleo y que además dinamiza la economía del pueblo con su influencia decisiva en la captación del turismo cultural, religioso y etno-ecológico a través de la reputación nacional e internacional. La capacitación de sus docentes ha sido clave para el desarrollo de la Escuela y su reconocimiento internacional. Actualmente es un proyecto consolidado que cuenta en la actualidad con 360 alumnos de edades comprendidas entre los 5 y los 22 años.

Además, la responsabilidad social induce a seguir educando no sólo a su propio alumnado sino también a los de los territorios indígenas de Moxos.

• 361 alumnos inscritos en la gestión 2021 y una cifra similar en la gestión 2022.
•  20 trabajadores estables entre docentes titulados y personal administrativo trabajan en la Escuela tanto en 2021 como en 2022.
• Taller de pífano nativo para todos los alumnos del Instituto Agropecuario Katery Tekawhita, en el corazón del TIPNIS (Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure) antes de diciembre de 2021.

Bajo la cobertura de la Escuela se ha creado la orquesta Ensamble Moxos que ha realizado 15 giras internacionales (9 en América y 6 en Europa), que ha editado siete discos. ha representado y sigue representando a su país en múltiples giras nacionales e internacionales. Alrededor de medio millar de conciertos en la última década y miles de copias vendidas de cada uno de sus seis primeros CDs y de su DVD avalan su trayectoria.

Pero cuando todo sonreía, la pandemia del coronavirus ha golpeado duramente porque ha privado de la principal fuente de ingresos. La gira europea se ha suspendido y a día de hoy seguramente tampoco podrá realizarse en 2022 en las mismas condiciones que las anteriores: siete u ocho países y unos 60 conciertos a lo largo de tres meses.

La presentación de este disco, manifiesta, una vez más, por la estrecha relación que esta mantiene con Gipuzkoa a través de las frecuentes visitas de su elenco principal, el Ensamble Moxos, que ya ha actuado en distintas ocasiones en Irun, Hondarribia, Donostia, Beasain, Zumarraga, Andoain, Hernani, Tolosa, Ibarra, Ordizia, Azpeitia, Lasarte, Eibar y en los monasterios de Loyola, La Antigua y Arantzazu.