18 trabajadoras y trabajadores de la Diputación se incorporan a la modalidad de teletrabajo
18 trabajadoras y trabajadores de la Diputación se incorporan a la modalidad de teletrabajo
El proyecto responde a uno de los principales objetivos del gobierno foral, el de fomentar la conciliación de la vida familiar y laboral
La Diputación ha implantado ya la prestación de servicios por el personal empleado público mediante un sistema mixto que abarca la modalidad presencial y la no presencial a través de teletrabajo. En esta primera convocatoria, 18 personas están desarrollando su trabajo mediante esta modalidad, en la mayoría de los casos con 3 días a la semana desde su domicilio y los otros dos en su puesto físico de la Diputación. El proyecto responde a uno de los principales objetivos del gobierno foral, el de fomentar la conciliación de la vida familiar y laboral y la corresponsabilidad, “como elemento clave para la igualdad, comenzando por la propia institución. Es decir, aplicándonos el ejemplo”, ha explicado el diputado de Gobernanza y Comunicación con la Sociedad Imanol Lasa.
24 trabajadoras y trabajadores forales presentaron la solicitud para participar en este programa, de las que 18 fueron aceptadas. Los requisitos para las peticiones son que estén siempre motivadas por el cuidado de algún familiar, y que la persona solicitante ocupe alguno de los puestos de trabajo susceptibles de esta modalidad. 12 de las participantes son mujeres, y 6 hombres. En cuanto al motivo, 15 peticiones están ligadas al cuidado de hijos e hijas, y 3 al de familiares de edad avanzada, “una realidad cada vez más presente en nuestra sociedad dado el proceso de envejecimiento”, ha indicado el Diputado. Conviene destacar la variedad de los departamentos de los que proceden, seis del total de nueve que conforman la Diputación.
La implantación del teletrabajo viene precedida por una prueba piloto de seis meses de duración a la que se presentaron como candidatas 23 personas, de las que 9 fueron escogidas para participar, al cumplir todos los requisitos. Esta prueba se llevó a cabo a través de un proceso participativo con el personal, coordinado por la dirección de participación ciudadana. Fueron las propias trabajadoras y trabajadores quienes se autoevaluaron de cara al proyecto, y diseñaron sus características o el número de personas participantes, a través de reuniones abiertas en las que intervinieron también personas que ya conocen esta forma de trabajo para dar a conocer su experiencia.
La prueba tenía un carácter experimental, partiendo de un grupo reducido de personas, puestos y duración, a fin de poder sacar conclusiones, y prevenir posibles debilidades, dificultades o contratiempos que pudieran surgir en la puesta en marcha del teletrabajo en la Diputación a nivel más general. Una vez evaluado el proceso, se realizó un balance “verdaderamente positivo, tanto por parte de las personas participantes, como por parte de sus responsables, evidenciando una mayor satisfacción y un buen rendimiento”. Por ello, se decidió materializar esta forma de trabajo con un mayor alcance y de forma definitiva, abriendo la opción al conjunto de la institución. El periodo de trabajo será de un año, pasado el cual se volverá a realizar otra convocatoria para recibir solicitudes.
La inversión en medios para posibilitar el trabajo desde casa, según Lasa, ha merecido la pena. “El teletrabajo mejora la calidad de vida de las personas que tengan menores a su cargo, personas mayores que precisen cuidados o que tengan familiares con discapacidad o enfermedad grave, puesto que el trabajar jornadas completas desde el propio domicilio facilita la conciliación de la vida personal, familiar y laboral, uno de los objetivos estratégicos de la Diputación. Son 30 empresas de Gipuzkoa las que están impulsando prácticas de conciliación a través de Etorkizuna Eraikiz, pero teníamos claro que si queremos que esto sea una realidad en el mundo económico, también debíamos dar ejemplo en la propia institución”, ha afirmado.
En ese sentido, la Diputación viene poniendo en marcha distintas iniciativas a nivel interno para ahondar en ese objetivo: la flexibilidad en los horarios, el pago de parte de la matrícula de la guardería, la reflexión sobre la masculinización o feminización de determinados puestos, una bolsa de 20 horas para el periodo de adaptación de las hijas e hijos a la escuela, la extensión de permisos de paternidad y maternidad, la ampliación del límite de permisos por hospitalización de familiares o la puesta en marcha de campañas formativas en igualdad, ya que sigue habiendo un desequilibrio entre hombres y mujeres a la hora de pedir permisos, “lo que demuestra que el ámbito de los cuidados y las tareas domésticas sigue recayendo en éstas en mucha mayor medida. También son mayoría en este proyecto de teletrabajo, por lo que está claro queda muchísimo camino por recorrer para una igualdad real”, ha finalizado.
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