Bilbao

En Bilbao buen número de barcos llegaban hasta el centro de la ciudad y en algunos casos debían atravesar los puentes de Deusto y del Ayuntamiento para atracar en los muelles de Abando, Churruca y Uribitarte con lo que su navegación paralizaba el tráfico terrestre al levantarse dichos puentes.

Como estaba ocurriendo en muchos otros puertos de río a nivel mundial, poco a poco el tráfico marítimo de Bilbao debió ir desplazándose hacia el mar por la creciente presión urbana de la ciudad en expansión. Primeramente se abrió definitivamente el canal de Deusto y luego se construyeron nuevos muelles en Santurce en el interior del Abra. Más tarde en el exterior se levantó el dique de punta Lucero, a cuyo abrigo se inició el Superpuerto con varios pantalanes; en ellos atracarían los supertanques que suminstrarían a la recién creada refinería de Somorrostro y los petroleros que transportarían sus productos ya refinados.

Con las nuevas instalaciones crecieron las demandas de los operadores tanto de busques tramp como de líneas regulares de cabotaje internacional y transoceánicas, que no sólo supusieron mayor volumen de trabajo sino una progresiva necesidad de mayor celeridad en las operaciones de carga y descarga. Los estibadores de Bilbao debieron adaptarse a las nuevas situaciones, no solamente en lo que se refiere a la aportación de mayor número de trabajadores sino en lo que respecta a su especialización.

Descarga de carbón en la ría de Bilbao.