Los buenos restauradores

Para desempeñar con acierto y continuidad el oficio de restaurador de relojes, resulta necesaria una cierta vocación y en cualquier caso que se realice el trabajo "a gusto". Además resulta fundamental un gran conocimiento de la historia de la relojería así como habilidad y experiencia en la actividad.

La disponibilidad de los medios que actualmente ofrece el mercado para la restauración en general y la de relojes históricos en concreto son mucho mejores que en el pasado, (máquinas, herramientas, entre otros) lo que es asimismo muy importante. Hay que agregar que una actitud paciente es fundamental en la labor de los buenos restauradores.

Juan Cruz Gutierrez que recuerda que el reloj más antiguo que ha restaurado fue uno de sobremesa del siglo XV mantiene actualizados sus conocimientos con la lectura de diversas publicaciones, entre otras revistas y catálogos, así como acudiendo a ferias y exposiciones especializadas en relojería histórica.