Cerrajeros y fabricantes de armas

La construcción de cerraduras así como la de candados (inventado el siglo XV) se ha concentrado en determinadas áreas geográficas, no solo en nuestro caso (en el Alto Deba de gran tradición en la fabricación de armas blancas), sino en otros países como el Reino Unido y Alemania. Es oportuno recordar el viejo dicho eibarrés recogido por Juan San Martín "Eibarren be eitxen dirá ate-morrolluak baña Mondraokuak fama gei-xao dake" (en Eibar también se fabrican cerraduras, pero las de Mondragón tienen más fama).

Ciertos términos como la llave de mecha o de chispa, dispositivos utilizados para provocar el disparo en las armas de fuego, permiten suponer que el oficio de armero estuvo estrechamente asociado al de cerrajero. Así, en 1597, Mateo de Bicuña, vecino de Mondragón "maestro cerrajero y de hacer llaves y moldes de arcabuces se compromete a enseñar a Cristóbal de Bizcaya durante los cinco años que dura el aprendizaje el dicho oficio de cerrajero y de hacer llaves y moldes de arcabuzes y lo demás al dicho oficio adérente" (A.H.O. legajo 2338 folio 32). En los gremios de Valencia también se especificaba que "el objeto del gremio de armeros eran las armas, pero blancas, pues los escopeteros eran un brazo del gremio de cerrajeros".

Posiblemente con la aparición de las primeras armas de fuego del siglo XIV fueron cerrajeros, los que utilizando sus conocimientos en la fabricación de pequeños mecanismos, construyeron los primeros dispositivos de disparo, siendo necesario recordar que a partir de esa fecha la industria armera se implantó fuertemente en toda la cuenca media del Deba.

Dada la similitud de los productos a obtener, podemos pensar que tanto los procesos de trabajo, como las herramientas y los medios utilizados fueron semejantes en ambas actividades.

 

Facilitado por Jose Antonio Aspiazu.