La fabricación de una cafetera

La fabricación de una pieza de plata para servir café era algo muy frecuente en la época, y su descripción es un buen ejemplo de las técnicas utilizadas y de las habilidades de los artesanos que las ejecutaban.

Partían de una lamina de plata que había sido cortada previamente a las dimensiones adecuadas. La labor de convertirla en un recipiente cerrado la efectuaba el “entallador” utilizando un sencillo torno accionado por un motor eléctrico, en cuyo plato giratorio sujetaba un modelo de madera con la misma forma y dimensiones que el cuerpo de la cafetera, y sobre el mismo convenientemente centrada la lamina de metal.

El entallador en el tornoEl entallador en el torno del mismo taller fabricando un recipiente a partir de una lámina de metal a la que da forma con el bruñidor que maneja con sus manos. Colgadas en la pared diversas variantes de esta herramienta. Foto cedida por la Diputación Foral de Gipuzkoa. Patrimonio.

Seguidamente y con el torno girando a gran velocidad el artífice presionaba sobre la lámina con el bruñidor, herramienta que maneja con sus manos sin otro apoyo y que consiste en una barra de acero de aproximadamente un metro de longitud con su extremo redondeado y provisto de un mango de madera.

Por efecto de la presión y la velocidad de giro la lámina se iba deformando y curvando sobre el modelo de madera, y lentamente iba tomando su forma. El “entallador” debía sujetar fuertemente y dirigir la herramienta con sus manos y empujarla con su cuerpo, que incluso en muchos casos se sujeta a la maquina con una correa que pasa por sus hombros y espalda para facilitar la labor.

Frecuentemente la boca del recipiente era de dimensión menor a la del cuerpo, por lo que , con objeto de poder extraer el modelo de madera al final del trabajo, estos se descomponían y se sacaban por partes, inicialmente el núcleo central y seguidamente las que lo envolvían.

La obtención del recipiente descrito por este método podía ocupar al “entallador” dos horas, en las que había tenido que trabajar la lámina con diversas herramientas, con notable esfuerzo físico, y habilidad, lo que requería práctica en el oficio.

A continuación las piezas pasaban a los ”sacadores a fuego”. Estos artífices elaboraban las asas, la boca y otros elementos a partir de láminas de metal, curvándolas y dándoles las formas deseadas a golpes de martillo. Para conseguirlo las apoyaban sobre yunques, serreteaban (cortaban con la pequeña sierra o serreta) el material sobrante y unían todas estas piezas soldándolas entre sí aportando metal fundido por la llama de un soplete y le colocaban la tapa que había sido elaborada de una forma similar al cuerpo, y para lo que previamente habían fabricado a mano la charnela que los une.

Las bandejas se martillaban a mano sobre un yunqueLas bandejas se martillaban a mano sobre un yunque. Foto cedida por la Diputación Foral de Gipuzkoa. Patrimonio.

Una vez que la pieza ya tenía su forma definitiva pasaba a los “pulidores”, artesanos que con una simple pulidora y manejándola con sus manos, le sacaban el brillo deseado en toda su superficie.

En el caso de que el material utilizado hubiera sido alpaca o latón se le daba, previamente al pulido, un baño de plata que cubría la pieza totalmente.

Plateros-orfebresPlateros-orfebres del último tercio del siglo XVIII según L'Enciclopedie. Diderot y D'Alembert. El de la izquierda da forma a una bandeja.

sacador a fuegoUna vez elaboradas las distintas partes que componían una pieza, el "sacador a fuego", las unía por soldadura, tal y como vemos hacer en este candelabro. Foto cedida por la Diputación Foral de Gipuzkoa. Patrimonio.

grabado con las iniciales del clienteCuando las piezas de menaje quedaban terminadas era frecuente que se grabaran con las iniciales del cliente, lo que vemos hacer en esta imagen utilizando la técnica de grabajo al aire. Esta labor precisa de un perfecto dominio del buril, pues no es admisible el menor error sobre una pieza de platería. Foto cedida por la Diputación Foral de Gipuzkoa. Patrimonio.

 

Principales informantes

  • Jorge Martínez Corral (1957)
  • Javier Calavia García (1936)