Irun: 75 años construyendo vidrieras

 La actividad industrial guipuzcoana, que hasta avanzado el siglo XIX "se reducía a la pesca, elaboración del hierro y su transformación en armas de fuego y otros artículos, de tosca construcción, recibió un impulso desconocido, particularmente desde la conclusión de la guerra civil, traslación de las aduanas a la frontera y declaración de la mayoría de S.M.; pues con tan notables sucesos se hizo concebir esperanzas de la conservación de la paz a los capitalistas nacionales y extranjeros.(1)

A su vez, la industria de Irun en 1847, según Pascual Madoz, consistía "en 2 fáb. de teja y ladrillo, 1 de curtidos, 1 de jabón, 1 de juguetes de niños, 1 de carruages, 1 de escelentes pianos y 1 de alfarería: hay 9 posadas, 12 tabernas, 3 cafés con juego de villar, 2 cigarrerías, 8 zapaterías, 2 fáb. de alpargatas, 5 panaderías, sin que falte ninguno de los demas oficios que el lujo y necesidades de la vida han introducido en las grandes poblaciones. En otro tiempo trabajaban 4 ó 6 ferrerías; pero en la actualidad las aguas de los arroyos solo dan movimiento a 15 molinos. Hay 20 ó mas redes para la pesca de salmones."

Bustinduy en 1894 (2),  tras señalar "su mucha importancia (de Irun), tanto por su gran población, en relación a las demás de la provincia, como por su comercio, es muy poco industrial, pues aparte de destacar la fábrica de cerillas fosfóricas de los Sres. Viuda de Zaragüeta y Lalanne.", únicamente cita  "alguna pequeña curtidería, algunas tejerías, y pequeños talleres."

La causa fundamental de tan escaso desarrollo industrial comparativo, además de la existencia de otras opciones laborales derivadas del carácter fronterizo de Irún, era el artículo 252 (anteriormente 180) de las Ordenanzas de la Renta de Aduanas, que prohibía la instalación de industrias, hasta una distancia de 10 kilómetros de la línea divisoria de Francia y España. Además se disponía la fiscalización, intervención y vigilancia aduanera de depósitos y fábricas existentes, limitándose su producción a las necesidades locales, y no se permitía la reapertura de las industrias que pudieran cerrarse.

Estas medidas afectaban a Fuenterrabia, Oyarzun, Vera del Bidasoa, Etxalar, Lesaca, Yanci, y en el Baztán a Santesteban, Urdax y Zugarramurdi, beneficiando indirectamente a otras poblaciones de la zona, como Renteria.

Proyecto vidriero emplamada creado por Simón BerasaluceProyecto vidriero emplamada creado por Simón Berasaluce.

Hay que esperar a la R.D. de 23 de Marzo de 1916, publicado en la Gaceta del 25, para que se autorice el establecimiento de nuevas industrias en la zona fronteriza, sobre las pocas que por excepción se hallaban consentidas anteriormente, limitando a un kilómetro de la frontera, la distancia anterior de 10 kilómetros. El criterio que domina en el asunto, es, sin duda, el de prohibir la instalación de aquellas industrias que necesiten importar de Francia las primeras materias, para que no sean éstas objeto de contrabando (3).

Fue en esta época cuando Luis Boada Rolin, "un gran dibujante aspirante a pintor", empezó a trabajar en la planta productiva que tenía en Hendaya J.H. Mauméjean Fréres, el mayor fabricante europeo de vidrieras, con presencia también en Madrid, Barcelona y San Sebastián en la calle Pedro Egaña, número 8.

En su nueva ocupación Boada conoció a Echaniz, uniéndose ambos a Jesús Arrecubieta Otaño (oficial de correos), fundando en 1923 el primer taller especializado en la construcción de vidrieras en Irun.

Seis años antes, el 6 de Noviembre de 1917, se había constituido en Bilbao, Vidrieras de Arte S.A., por Luis Lerchundi Sirotich y Félix Cañada Bello, alumnos de la Escuela de Artes y Oficios de la capital vizcaína, junto con Isidoro Declaux Ibarzabal, que aportó el capital. Esta empresa ha tenido una trayectoria brillante y los herederos de Cañada siguen manteniéndose en la actividad. (4)

El taller de vidrieras de Irún tuvo inicialmente una evolución muy positiva, ocupándose Boada de la parte artística, Arracubieta de las relaciones con terceros y Echaniz de la técnica. La guerra civil supuso la destrucción de las instalaciones. A su término reanudaron la actividad los dos primeros, pues el tercero tuvo que exiliarse. La empresa inicial, Unión de Artistas Vidrieros, que sufrió varios cambios en su propiedad y denominación, tuvo una evolución muy positiva, integrando, en gran parte, una gran faceta del proceso productivo, incluida la forja desde 1948, aunque nunca abordó la fabricación del vidrio. Las vidrieras de cemento se introdujeron en Irún hacia 1969, gracias a la colaboración de los expertos franceses (de Bretaña), Adolfo y Alain Boderé.

La obra realizada por los maestros de Artistas Vidrieros es muy importante. Zacarías Eguiguren manifiesta:  "puede contemplarse la obra en Norte, Centro y Sudamérica, Asia, gran parte de Europa y, obviamente, casi toda España.", y destacan, entre otras, de entre las más de 5.000 llevadas a cabo, las realizadas en:

  • Hiroshima y Nagasakikoak (Japón)
  • Jatibonico (Cuba)
  • Cotabato (Filipinas)
  • Monterey (México)
  • San Juan (Texas-USA)
  • Feria Mundial de Muestras de Nueva York (Pabellón de Jordania).
  • Parroquia de San Antonio (Fort Lauderlade-Florida, USA)
  • Monumento a los Caídos (Moncloa, Madrid)
  • Alcázar de Segovia
  • Vidrieras sobre cartones de Goya (en el antiguo edificio de la Aduana de Behobia (destruídas).
  • Renfe, Bilbao. Estación de Abando, de 286 m2 en una sola pieza. En su día, la mayor vidriera emplomada del mundo.
  • Iglesia de San Vicente (San Sebastián).
  • Restauración general de las vidrieras de las catedrales de: Toledo (donde se montó un taller). León, Ávila, Palencia, Salamanca (catedral vieja), Segorbe, Sigüenza, Buen Pastor (San Sebastián), así como innumerables iglesias y capillas.

Pero con todo lo que antecede, que refleja la capacidad técnica y económica de los maestros vidrieros de Irun, quizás lo más importante lo constituya la formación en los oficios que exige la construcción de vitrales de un notable número de artistas y trabajadores, con una cierta difusión de las tecnologías necesarias en esta actividad.

El origen de todos los talleres de la zona especializados en la construcción de vidrieras han sido los trabajadores que aprendieron el oficio en Unión de Artistas Vidrieros, incluyendo los que actualmente mantienen la profesión: J.Luis Alonso Susperregui, Vitroluz S.L. y Miguel Osinaga.

 

(1) Diccionario geográfico estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar, por Pascual Madoz - Tomo IX (Guipuzcoa). Madrid 1847.

(2) La industria guipuzcoana en fin de siglo. Reseña de las industrias fabriles más importantes, por Nicolás de Bustinduy y Vergara. 1894.San Sebastián.

(3) Geografía General del País Vasco-Navarro dirigido por Francisco Carreras y Candi. Provincia de Guipúzcoa por Serapio Múgica. Barcelona.

(4) Argi tailerra. Un taller de luz. Vidrieras de Arte, S.A. Diputación Foral de Bizkaia. 1994.