Los mamadores

La práctica más frecuente para resolver el exceso de leche de algunas madres, como en el caso de pérdida de su hijo, y que les producía turgencia mamaria era la alimentación de otras criaturas, por lo que era habitual que se les pagara lo convenido. Esta misma tarea también la realizaban los mamadores o mamones que generalmente también cobraban por su trabajo, aunque existían otros procedimientos (zona de Galdakao, Lezama, Arratia, etc.) como la "aplicación de hojas de berza caliente a la espalda".

En la literatura especializada existen numerosas referencias a los mamadores que, además, siguen presentes en el recuerdo de las personas mayores sobre todo en las zonas rurales.

Se trataba de "expertos" de ambos sexos, que en algunos casos, al parecer recibían la conformidad de los párrocos para ejercer esta actividad. Preferentemente desdentados y que antes de iniciar su trabajo se enjuagaban la boca con coñac para evitar infecciones, tenían mala imagen pública viéndose obligados a desempeñar su trabajo con cierta clandestinidad.

Los mamadores

El único nombre en euskera que hemos podido recoge ha sido el de "izaiñak" (sanguijuelas). Obviamente no se trata de una actividad exclusiva de nuestro país pues, por ejemplo, en Cataluña todavía en los años treinta recorrían los pueblos anunciándose a viva voz "es xuclen pits i es lloguen carretous" (se chupan pechos y se alquilan coches de niño).

Su actuación en nuestro país tenía un carácter subsidiario, es decir, se acudía a los mismos cuando no se contaba con personas de la familia o niños del vecindario que pudieran llevar a cabo la tarea.

Según la tradición popular para este trabajo también se han utilizado cachorros de perro que luego eran sacrificados por la creencia de que después de consumir leche de las recién paridas contraían la rabia.

Actualmente cuando se quiere amamantar y la succión tiene obstáculos se acude al vaciamiento manual, con los diversos sacaleches disponibles o mediante un niño fuerte de más edad que supere las dificultades. Para la retirada de la leche, cuando era necesaria, se utiliza medicación específica.