La mujer durante la lactancia puede sufrir numerosas molestias por las grietas en los pezones, para evitar las cuales, Carmen Maiztegui de Oñate ideó una especie de caparazón, algo mayor que un dedal que colocado sobre los pezones tiene importantes virtudes preventivas y curativas para la mujer convaleciente del parto como siguen comprobándolo las que lo utilizan. El nombre comercial osatitis (titixak osatseko) no puede ser más acertado, estando protegidos los derechos del producción mediante patente.

Carmen Maiztegui fabrica los osatitis partiendo de cera virgen lo que los diferencia de otros obtenidos en base a goma o silicona. El proceso, que es muy artesanal, dentro de su sencillez requiere una gran experiencia para la fabricación de moldes, realización de mezclas y conseguir las formas adecuadas que permitan una perfecta y duradera adaptación.

Tradicionalmente las prácticas populares ofrecían remedios, mediante hierbas, emplastos y ungüentos, habiendo los osatitis recogido con éxito algunas de las experiencias precedentes.

Las etxekoandres de nuestros caseríos además de las tareas que les imponía su sexo, realizaban numerosos trabajos en el campo.