En el País Vasco

La evolución del correo en nuestro país ha tenido las características anteriormente descritas. En 1706 Felipe V de Castilla incorpora el servicio a la corona indemnizando al Conde de Oñate que poseía el privilegio desde 1622, para, al poco tiempo, arrendarlo a particulares. El correo que procedía del interior de la península llegaba a Bilbao, Pamplona y Bayona, y en estas capitales nacían los servicios a las poblaciones de su entorno. Resulta por lo menos curioso el recorrido en 1761 por tierras alavesas y guipuzcoanas de la "carrera desde Madrid a Bayona", de gran importancia al enlazar con el servicio francés y europeo.

En las trece postas existentes en este trayecto se llevaban a cabo los cambios de tiro siendo la duración del recorrido entre Madrid y San Sebastián de dos días.

Madoz (1) mediados del siglo XIX informaba al referirse a correos y postas guipuzcoanas "Hay correo diario de Madrid a Francia y viceversa, y tres veces a la semana de la carrera de Cataluña, Aragon y Navarra. Las adm. estan sit. en Mondragón, Vergara, Villarreal, Tolosa, San Sebastián é Irun, y las paradas de postas en Salinas, Mondragón, Vergara, Villarreal, Villafranca, Tolosa, Andoain, Astigarraga, Oyarzun é Irun".

Funcionarios de Correos en 1920 en la oficina principal de San Sebastián que estaba situada en la calle Garibay donde actualmente tiene su sede central la Kutxa.

Al referirse a Tolosa, donde convergían las líneas de Madrid y las que se dirigían a Cataluña manifestaba: "El correo de la Mala pasa diariamente para Madrid y Francia, dejando la correspondencia de la v. y la de Navarra, Aragon y Cataluña, cuyo correo entra y sale tres veces a la semana. El servicio de diligencias suele variar frecuentemente, bien por efecto de la estacion, bien a consecuencia de las rivalidades suscitadas entre las empresas de esta corte: en la actualidad pasan diariamente 2 diligencias procedentes de Madrid y otras 2 en esta dirección que vienen de Bayona. De Vitoria a esta c. existe otra en dias alternados; y de 2 en 2 dias una para Pamplona, Zaragoza y Cataluña y vice versa. En la temporada de verano se establece otra para Bilbao por Azpeitia, y algunas mas especialmente en direccion de la costa."

A los lugares por donde no pasaba una línea regular la correspondencia se llevaba y recogía generalmente por carteros a caballo.

Según el “mapa de la comprehensión de la Administración Principal de Vitoria” (2) desde esta población por Mondragón y Durango llegaba a Bilbao que tenía también su Administración Principal “que se extiende en sus líneas Laredo, Amurrio y Durango”.

Luis María Marín Royo (3) manifiesta que "los viajes en estas diligencias tenían un sabor especial, aunque resultasen lentos y agotadores después de un trayecto un poco largo. Todos los viajeros terminaban conociendo la vida y milagros de los demás e incluso llegaban a intimar de tal manera que muchos veían acercarse el término del viaje con sentimiento, pues era un signo de educación y cortesía, nada más comenzar a andar la diligencia, presentarse a los acompañantes y exponerles un pequeño currículo vitae propio."

Algo parecido ocurre en nuestros días con los viajes de grupos organizados por empresas especializadas.

Funcionarios de Correos en sección de cartería de San Sebastián en 1942 (Fototeca Kutxa).

(1) Diccionario geográfico estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar, por Pascual Madoz - Tomo IX (Guipúzcoa). Madrid 1847.

(2) Atlas histórico de las comunicaciones en España. 1700-19888 por Angle Bahamonde Magro, Gaspar Martínez Lorente y Luis Enrique Otero Carvajal. Correos y Telégrafos 1998.

(3) Navarra. Caminos, postas y correos. Luis María Marín Royo. Temas de cultura popular. Diputación Foral de Navarra 1978.