Perratzailleak

Una vez colocado en vuelo el animal en la instalación de herrar ("el potro") los operaciones básicas empiezan por quitar las herraduras viejas, para lo que se utilizan escofina "arraspa", martillo y tenaza. Para ello se enderezan las puntas de los clavos que sobresalen, lo que permite levantar la herradura y su separación del animal.

A continuación el "perratzaille" manejando el pujavante (o cuchilla plana) limpia y nivela el casco o las pezuñas, lo que requiere habilidad y experiencia, y es de gran importancia pues de la misma depende que la herradura asiente debidamente.

En esta fase del proceso el herrador examina atentamente si hay indicios de alguna infección. Según Antxon Aguirre Sorondo (Albeitares y herradores) "en caso positivo ha de sangrarse con el bisturí y la "legra". Se desinfecta con agua oxigenada y se le añade "veteril spray" (antiguamente se desinfectaba con aguarrás para aplicar luego ungüento)".

Después de estas operaciones se procede a la colocación de la nueva herradura que hay que ajusfar a las dimensiones exactas del casco o de la pezuña, para lo que tras probar sobre el animal se hacen los ajustes necesarios golpeando las "perrak" sobre un yunque. Una vez lograda la medida adecuada se sujetan definitivamente para lo que se utilizan los característicos clavos de cabeza piramidal cortándose mediante tenazas las puntas sobresalientes de la parte lateral de las patas. La última operación es la eliminación mediente tenazas o cuchillas de la parte sobrante de las pezuñas.