La pesca en el Oria

Los múltiples oficios que ha desempeñado Imanol Ikutza Aizpúrua (1936) nacido en Aguinaga y vecino del barrio “Ortzaika” de Orio, han estado relacionados con el río Oria.

Desde muy joven trabajaba durante el día de arenero, y en la temporada de la angula, por las noches de angulero.

Baiak

Ha conocido y practicado todos los sistemas que se han utilizado en el Oria para la pesca de la angula. Primero en solitario desde una “ala” y con “baia” pequeña arrastrándola a pulso; después, con catorce años, con el sistema de “atoian”, en una “ala” más grande, fondeada en el centro del río y con “baia” grande ayudada con “maquinilla”; y los últimos años con la motora “al arrastre”.

La inclinación de la “baia” y la velocidad de su desplazamiento, “eran martingalas de cada pescador, ya que la habilidad y la veteranía son fundamentales para pescar de angulas.

Antiguamente las angulas subían por el río Oria hasta la presa de “Ingemar” en Usurbil, a 10 kilómetros rió arriba. En la actualidad se pesca mas cerca de la desembocadura, a veces en la misma barra de Orio e incluso fuera de ella, en el mar abierto.

La contaminación del agua del río, producida sobre todo por el vertido de las lejías de las papeleras, llegó ha ser muy perjudicial, de manera que solo se pescaban angulas en Carnavales, cuando las papeleras de Tolosa “paraban por fiestas”. Años más tarde se prohibieron los vertidos y ahora hay más vida en el río Oria.

Imanol recuerda que, en los años cuarenta del siglo XX, su padre Emilio pescaba angulas según los pedidos que le hacían con antelación. Normalmente las vendían a los clientes habituales y también, en vivo, en la subasta de Orio. Una de las mayores capturas que recuerda Imanol, fue la de sesenta kilos en una noche, de un día de invierno del año 1975.

En la actualidad se dedican a pescar angulas más de treinta embarcaciones en el Oria, y si alguna de ellas pesca 5 ó 6 kilos en una noche, se puede considerar como algo excepcional.

Joaquín Lertxundi Murgiondo (Orio, 1959), de profesión Técnico mecánico de motores, se le puede consideran como un angulero de la última generación. A sus 44 años es muy experto y un gran conocedor de las últimas tecnologías aplicadas para la captura de las angulas.

Joaquín y su hermano Luis comenzaron a pescar angulas el año 1979, con una embarcación a motor, por el sistema “de arrastre”. Como hemos dicho anteriormente, dicho sistema a ido evolucionando favorablemente y Joaquín, al igual que otros pescadores, ha ido mejorando los mecanismos del procedimiento, en la medida que la experiencia les ha ido enseñando. Algunos han instalado hasta un sistema hidráulico para elevar la “baia” del fondo.

Dice Joaquín, que en la década de los años ochenta, del siglo XX, se pescaba a media agua, cubriendo justamente el diámetro de la “baia”; ahora, que el agua del río está más limpia, se pesca a más profundidad, a 4 ó 5 m. y hasta 7 m.

Uno de los problemas con que se encuentran, cuando pescan a mucha profundidad, aguas arriba en el río Oria, es el de los fondos llenos de residuos de los vertidos de las papeleras, que cuando son removidos por las hélices de las motoras, atoran la red de la “baia” y hay que limpiarla constantemente.

Asegura que los días de viento sur son propicios para pescar más cerca de la superficie, “azalean”, ya que las angulas suben del fondo.

Respecto a la utilización de la iluminación para atraer a las angulas, no hay un criterio común, algunos dicen que no es necesario y otros opinan que con luz hay días que se pesca más.