La restauración

 Las alfombras, como otros muchos objetos, sufren deterioros importantes que con el transcurso de los años, de no remediarse, pueden llevar incluso a su desaparición. Esta evolución es consecuencia del peso y los roces, entre otros de zapatos y sus tacones, en el caso de las alfombras que cubren el suelo, pero también por la humedad y el agua, la acción de la polución y de la suciedad, además de los insectos y roedores. Al haberse utilizado tintes naturales hasta el siglo XIX, la luz es uno de los factores que más deterioran los textiles.

En opinión de Soledad, en el desgaste por uso, lo primero que suele fallar son los flecos y los orillos, y poco a poco la altura del pelo va disminuyendo hasta que llega a desaparecer, iniciándose el deterioro de la trama y de la urdimbre, apareciendo el agujero.

En las alfombras que se desean restaurar con cierta asiduidad aparecen reparaciones y arreglos hechos con anterioridad, algunas veces sin criterios profesionales y que han causado daños irreparables, en muchas ocasiones debido a la utilización de pegamentos. Igualmente ocurre que al adaptar alfombras tradicionales de gran tamaño a los espacios disponibles en las viviendas actuales se procede a su partición sin el rigor deseable.

El proceso de restauración se inicia con el examen de la alfombra (urdimbre, trama, materiales utilizados), lo que permite conocer su estado, que comparado con lo que el cliente desea obtener define el trabajo que es necesario llevar a cabo, en base a lo cual normalmente se presupuesta el trabajo.

Una vez aceptado el presupuesto se aborda el proceso de restauración que habitualmente se comienza por la urdimbre, los hilos verticales de lana, algodón u otra fibra, continuando por la trama, generalmente de estos mismos materiales situados horizontalmente y finalmente se anuda el pelo. Previamente se han elegido los materiales más apropiados para restaurar los deterioros, para lo que cuenta con un notable stock. Sin embargo, no siempre se dispone del color necesario, por lo que en estos casos se procede a teñir la lana. Para finalizar el proceso se peinan y recortan los nudos a la medida deseada.

Alfombra