Se parte, habitualmente, de madera de castaño, siendo la operación inicial, similar a la de la elaboración de cucharas, para seguir con el desbaste de los dos laterales de cada mitad, utilizando sierras y hachas.

Esta pieza se sujeta mediante un sargento en un útil descrito en el dibujo adjunto, procediendo a realizarse dos agujeros contiguos mediante un barreno ojo de barril. En una segunda operación, con la misma herramienta, se unen los dos agujeros iniciales formando uno mayor, en toda la profundidad deseada, eliminando el material sobrante y formando el depósito, donde luego se guardara en agua la piedra utilizada para afilar las hojas de las guadañas.

Se termina elaborando la sujeción, utilizando una sierra y terminando como las cucharas y los cazos.