Sortijas

Utilizando los componentes por él fabricados y los conocimientos técnicos anteriormente descritos, el joyero elabora las joyas que previamente a diseñado y/o que sus clientes le solicitan. Entre otras, podemos describir la fabricación de una sortija adornada con un brillante.

El joyero precisa disponer de esta piedra preciosa con su forma geométrica y medidas, a la que adaptará un soporte o montura que fijará a un anillo. Para ello, utilizando una lámina de oro o plata, de la que corta con las tijeras una tira de metal, elaborará un casquillo circular curvándolo sobre la lastra (mandriles de secciones circulares u ovaladas, cuyo diámetro va disminuyendo hacia uno de sus extremos), que le sirven de plantilla, para a continuación unir sus dos extremos por soldadura.

Seguidamente, de la misma lámina corta unos pequeños rectángulos y los suelda sobre uno de los cantos del casquillo, formando unas patas o “garras”, destinadas a abrazar el brillante, tomando el conjunto la forma de una corona. A continuación y a partir de un perfil recto de oro laminado con forma semicircular, elabora el anillo que se introducirá en el dedo del cliente.

Una sortija diseñada y elaborada manualmente. El cuerpo ha sido fundido en oro por el procedimiento de la cera perdida. Los brillantes de los laterales se han colocado en orificios efectuador con taladro y seguidamente fijados por engaste. La piedra preciosa se ha introducido en un soporte elaborado con lamina de oro y soldado al cuerpo, y posteriormente afirmada por medio de pequeñas patillas o "garrras" tambien de oro. Foto Martín Basterra.

Para conseguirlo, corta un trozo y lo curva sobre el mandril para pasar a  unir sus extremos soldándolos y colocarlo encima, fijándo también por la misma técnica, la corona previamente fabricada, en cuyo hueco interior introduce el brillante, que sujeta curvando hacia adentro las pequeñas patas, que de esta forma fijan la piedra, lo que efectúa con ligerísimos golpes de martillo, quedando de esta forma terminada la sortija.

La elaboración de alianzas es más sencilla. Previamente debe tomar la medida del dedo del cliente, lo que efectúa utilizando el "anillero", conjunto de anillos de alambre con su medida grabada, que se van probando sucesivamente hasta encontrar el que mejor se adapta.

Una vez hecha la elección, toma la medida de la longitud del perfil de oro que precisa, mediante una tira de papel que enrolla sobre el anillo.

Basándose en esta medida, deduce la longitud de la tira del perfil de oro que precisa, cortando un trozo ligeramente más corto, que sucesivamente curva sobre el mandril con ligeros golpes de martillo y une sus extremos mediante soldadura. Seguidamente introduce en el mandril cónico y lo golpea hacia su interior con un mazo de madera, con objeto de ensancharlo o estirarlo, lo que consigue fácilmente debido a la ductilidad de este material.