Tejeduría

Seguidamente se pasaba a la tejeduría en donde utilizando telares, se tejía el hilo obteniéndose la tela,formada por la urdimbre o hilos longitudinales, y la trama, o hilos transversales, y que se recogía en bobinas de mas de cincuenta metros de longitud.

Hasta la década de los sesenta del siglo XX, el ancho del tejido elaborado era, en su mayoría, de 70 centímetros, para lo que se precisaban entre 2.000 y 2.500 hilos longitudinales (urdimbre) que era preciso ir agrupando previamente a la labor de tejido. Esta operación se iniciaba en la urdidora en donde se colocaban unos 150 carretes, conteniendo cada uno su correspondiente hilo, y cuyos extremos se enrollaban en un único tambor, de 6 a 8 centímetros de ancho, que al girar iba recogiendo, arrollando, y agrupando en una sola bobina los 150 hilos, formando lo que se llamaban “fajas”.

Numerosos trabajadores atienden las máquinas mecherasNumerosos trabajadores atienden las máquinas mecheras en una industria de hilatura guipuzcoana. Se aprecian las mechas de algodón en primer plano, que ya han recibido un primer adelgazamiento en las máquinas de la fotografía anterior. Foto anterior a 1914. (Album geográfico descriptivo del País Vascongado).

La instalación requería mucho espacio y los hilos se extendían al aire, por el local, a media altura desde los bastidores en los que se colocaban los carretes, hasta la maquinaria enrolladora.

La labor estaba controlada por la urdidora (siempre mujer), quien colocaba los materiales en su lugar, atendía la maquinaria, y sobre todo debía estar atenta a la rotura de cualquiera de los hilos para inmediatamente detener el rebobinado y unir los dos extremos, enrollándolos uno sobre otro entre sus dedos índice y pulgar, operación que efectuaban con habilidad y rapidez, y que también debía repetir cada vez que se terminaba de desenrollar el hilo de un carrete, enlazando el extremo inicial de la nueva con el terminal de la anterior, a cuyo extremo final debía ser unido el hilo del nuevo carrete que se colocaba.

Cuidando el funcionamiento de máquinas mecherasCuidando el funcionamiento de máquinas mecheras, en las que se puede observar el material ya más adelgazado. Instalaciones similares se mantuvieron en activo hasta 1960-65. Foto también anterior a 1914 y de la misma empresa. (Album geográfico descriptivo del País Vascongado).

En esta época, para la elaboración de una buena tela de mahón, se utilizaba hilo formado a su vez por otros dos hilos ó cabos retorcidos conjuntamente sobre si mismos.

Cuando el hilo a utilizar era de un solo cabo, era preciso encolarlos con objeto de evitar que se desprendieran de él continuamente fragmentos y facilitar su deslizamiento por los elementos de los telares. Para ello se desenrollaban los hilos y se los hacía pasar, en continuo, por un recipiente con cola, para seguidamente ser enrollados de nuevo.

A continuación las fajas pasaban al plegador, eje sobre el que se agrupaban 13 ó 16 para obtener los 2.000 ó 2.500 hilos precisos, y con los que se obtenía el tejido deseado.

Hasta los años sesenta cada telar era atendido por una mujer, la tejedora, que cuidaba la correcta marcha de la máquina, deteniéndola cuando se producía la rotura de cualquier hilo, que debía ser vuelto a unir manualmente mediante el "nudo de tejedora".

La tela formada se iba enrollando a la salida de la máquina, y una vez terminada la labor, las tejedoras debían repasarla visualmente en toda su longitud, para lo que la desplegaban y manualmente iban eliminando los trozos de hilo y fibras que podía llevar adheridos, volviendo a plegarla, para seguidamente y a hombros de un trabajador llevarla a la “metreadora”,donde se media su longitud.

Hilatura en una empresa textilHilatura en una empresa textil guipuzcoana antes de 1915. (Album geográfico descriptivo del País Vascongado 1914-1915).