Algunos consejos para ciclistas


Utiliza un tipo de bicicleta lo más adaptado posible al uso que le tienes previsto dar.

Mantén la bici a punto con regularidad. Es importante tenerla en buen estado (frenos, ruedas, cables, manetas, etc.) para garantizar nuestra seguridad, evitar lesiones y alargar su vida útil.

Elementos imprescindibles

Para asegurar que nuestra bici está debidamente equipada para su uso como medio de transporte, conviene que tenga:

  • Luz delantera y trasera (obligatorias para circular de noche o por túneles).
  • Catadióptricos en los pedales, guardabarros y ruedas, para aumentar tu visibilidad.
  • Timbre (obligatorio por ley en cualquier bici).
  • Alforjas para el transporte de bultos.

De noche en carreteras interurbanas, es obligatorio usar alguna prenda reflectante homologada y que sea visible a 150 metros.

Los menores de 16 años están obligados a llevar casco al circular en bicicleta, y también todos los ciclistas cuando circulen por carreteras interurbanas.

 


Respeta siempre las normas de circulación.

Indica cualquier maniobra que vayas a realizar, y hazla despacio y asegurándote de que te vean.

Guarda una distancia prudencial con el resto de vehículos, la acera y los coches aparcados, e intenta ir por el centro de tu carril. El de la derecha suele resultar más seguro.

Evita los ángulos muertos donde no se te ve por quedar fuera del ángulo de visión del conductor.

Respeta a los peatones. Recuerda que ellos tienen prioridad, y por lo tanto modera la velocidad, mantén una distancia prudente de seguridad, y no circules de forma brusca para evitarles sustos.

Procura conducir con las dos manos sobre el manillar. No lo sueltes, podría ser peligroso.

No lleves cascos o auriculares mientras pedalees. El oído es un sentido fundamental para conducir con atención, y además su uso en la bicicleta está legalmente prohibido.

Contrata una póliza de seguros. Lo idóneo es disponer de un seguro de responsabilidad civil que cubra los daños a terceros y te ofrezca defensa jurídica en caso de accidente.

Ten en cuenta que con frecuencia las pólizas de seguro del hogar, cubren la responsabilidad civil en bicicleta.

Ponerte el casco no evitará que puedas tener un accidente, pero en ocasiones puede evitar lesiones serias.

Si decides usarlo recuerda que tienes que ajustarlo de manera correcta para que te proteja efectivamente. No olvides que el casco se degrada con el uso y el paso del tiempo, por lo que hay que cambiarlo cada 4-5 años, aproximadamente.

Planifica tu itinerario

Elige recorridos que sean más seguros como bidegorris, calles de coexistencia o poco transitadas, etc.

Pedalear de noche

Jamás hay que olvidar que circulando en bicicleta es preciso ver y ser visto. Por eso es muy conveniente llevar luces traseras y delanteras, que además son de uso obligado cuando se circule de noche o por túneles.

La ventaja de usar luces a pilas en lugar de las de dinamo es que al parar siguen funcionando, por lo que en un semáforo se sigue siendo visible desde atrás.

También existen algunos modelos de luces traseras y delanteras fijas que incorporan un condensador que sigue suministrando luz durante algunos minutos estando parado.

Los catadióptricos colocados en los radios nos hacen visibles desde un lateral.

En caso de que circulemos por vías poco iluminadas durante la noche, puede ser conveniente usar alguna prenda reflectante.

 


Es conveniente que el aparcamiento diario o nocturno, si es en plena calle, se haga en un lugar transitado o de paso, que esté iluminado y se vea desde lejos.

La seguridad es imprescindible, por eso los buenos candados y los aparcamientos protegidos y cubiertos facilitan una mayor protección.

En la sección “Recursos para los ciclistas” encontrarás la oferta de aparcamiento existente en Gipuzkoa.

Para estacionamientos cortos

Los candados en forma de U son los más recomendables, seguros y fáciles de usar.

Una excelente idea es instalar en la bicicleta un candado para cuadro, que se fija al mismo y permite bloquear la rueda trasera de la bicicleta con una llave en unos segundos.

El respeto por el mobiliario urbano es esencial, por lo que intenta no aparcar en farolas, bancos y señales.

Aparcamiento de larga duración

Si piensas aparcar durante un buen rato, es preferible hacerlo en un lugar cerrado, para así proteger la bicicleta del robo, el vandalismo y las inclemencias del tiempo.

 


Para andar por ciudad es recomendable que la bicicleta tenga, al menos, 3 cambios.

Las alforjas y cestas permiten transportar pequeños bultos sin tener que cargar con bolsas o mochilas que pueden molestar o desequilibrar.

Las alforjas hacen que baje el centro de gravedad de la bicicleta, lo que proporciona mayor estabilidad, a diferencia de las cestas.

Conviene que las alforjas sean impermeables y lleven algún elemento reflectante, y también que las candes al cuadro de la bicicleta para una mayor seguridad.

Los sistemas de suspensión (instalados en algunas de las horquillas de las ruedas y/o en el sillín), proporcionan al ciclista una mayor comodidad y control de la bicicleta, al amortiguar las posibles irregularidades del firme. En su contra tienen que incrementan algo el peso total de la bicicleta.

También podrás encontrar en el mercado otros accesorios de utilidad, como punteras para los pedales, puños ergonómicos, retrovisores, o sillitas y remolques para transportar cargas y niños/as.

 


¿Qué ropa utilizar? Complementos

Al poco de empezar a pedalear generamos calor, por lo que no conviene ponerse demasiada ropa para evitar el sudor.

Con este mismo objetivo, también es recomendable que la prenda que va más pegada al cuerpo sea de un material técnico transpirable, sobre la cual colocar otra que corte el viento o nos abrigue.

Cuando llueve conviene utilizar prendas con tejidos impermeables y transpirables, o un poncho que te cubra. Lleva siempre contigo una visera. Los días de lluvia impedirá que el agua entre en tus ojos, y los días del sol te protegerá de sus rayos.

Otro elemento importante son los guantes (a ser posible, confeccionados con algún tejido cortaviento), que además de calentarte las manos, te las protegerán en caso de caída, y te reducirán las vibraciones que el rodar transmite a tu cuerpo.

Proteger los pantalones

Si la bici no tiene cubrecadena, es recomendable utilizar algún sistema que evite que los pantalones se ensucien de grasa. Una sencilla opción es introducir el extremo del pantalón en el calcetín, o sujetarlo con una simple pinza de tender la ropa, o con una arandela abierta.

Asimismo, si no queremos mojarnos el pantalón, conviene llevar siempre bajo el sillín una bolsa de plástico para cubrirlo en caso de riesgo de lluvia.