Estrategia de la Bicicleta 

 

Líneas de actuación sistematizadas

Mediante la Estrategia de la Bicicleta se pretende organizar de modo sistematizado la política de la bicicleta y establecer las principales líneas de actuación que en esta materia debe impulsar la Diputación Foral de Gipuzkoa y, en especial, el Departamento de Movilidad y Ordenación del Territorio. El objetivo último es articular un Sistema Integral Ciclista orientado a lograr un incremento significativo del número de personas que utilizan la bicicleta.

Asimismo, desde los ámbitos social e institucional se quiere impulsar un proceso de cambio de valores y hábitos de la población, favorable a la movilidad ciclista, teniendo en cuenta las diferentes realidades y necesidades de mujeres y hombres, o de menores y personas adultas. Por último, la Estrategia pretende situar a Gipuzkoa en parámetros europeos de normalización del uso de la bicicleta, y colocarla así en el grupo de regiones que impulsan y trabajan por una movilidad más sostenible.

 
 

Sistema Integral Ciclista de Gipuzkoa

La diversidad de frentes abiertos, o que potencialmente hay que abrir para profundizar en la política de la bicicleta, sugiere también la necesidad de disponer de un documento sistematizador e integrador como el que se formula a través de la Estrategia de la Bicicleta. Esto es, la política de la bicicleta en Gipuzkoa se explicita y sistematiza mediante la Estrategia de la Bicicleta, instrumento que orienta la gestión y la ejecución de los diversos programas que pretenden normalizar y difundir el uso de la bicicleta entre la población guipuzcoana.

Éste es, en definitiva, el concepto que se desarrolla en el Plan Territorial Sectorial de Vías Ciclistas bajo la denominación de Sistema Integral Ciclista de Gipuzkoa, el cual podría sintetizarse como el conjunto de servicios, infraestructuras y regulaciones que conforman las condiciones de uso de la bicicleta en Gipuzkoa. Un concepto que surge como consecuencia de la comprobación de que no es suficiente para su éxito establecer una política infraestructural para la bicicleta, sino que hace falta un planteamiento e intervención mucho más amplio: “La red de infraestructuras que define el Plan Territorial Sectorial no es un fin en sí mismo, sino que está pensada para contribuir a otro fin mayor y que ha de ir adquiriendo toda su dimensión a lo largo de los próximos años: la articulación de un sistema integral ciclista orientado a socializar el uso de la bicicleta y de las vías ciclistas para el transporte activo urbano/interurbano de la población en Gipuzkoa. Ello no sería posible sin otros muchos instrumentos, interrelacionados entre sí, que conforman un programa de actuación en evolución creciente”.