Los promotores y promotoras de este proyecto se dieron cuenta de que en el barrio de Egia no existen recursos para dar respuesta a las necesidades de los niños, las niñas y personas adultas sordas. Y para hacer frente a la necesidad de acercar la realidad de estas personas al barrio, se pretenden crear cursos, iniciativas de sensibilización y espacios para normalizar las relaciones entre la comunidad sorda y los/las participantes.

Las sesiones serán semanales y tendrán una duración de una hora. Además, se llevarán a cabo otras acciones dirigidas a la creación de materiales que sirvan para la divulgación y sensibilización de la lengua de signos.